Para hablar de Puna primero hay que situarse geográfica y geológicamente en lo que es la Puna y, en nuestro caso, la Puna Argentina. Como dijo George Bernard Shaw las discusiones se terminan cuando se definen a las cosas por su nombre.
La edad de la Tierra y los tiempos geológicos están escritos en cristales, isótopos y fósiles.
Tenemos una idea de cuándo surgió el universo, que ha sido establecido por los cosmólogos, alrededor de los 13.700 millones de años atrás.
Las arcillas están omnipresentes en la vida diaria y acompañan al hombre desde los más remotos orígenes.
Las ideas sobre la naturaleza y los orígenes del globo terráqueo han atravesado todos los tiempos.
Un libro siempre es bienvenido y más aún cuando su autor reúne una enorme experiencia en un tema dado y la vuelca para el disfrute y deleite de sus lectores.
Uno de los tantos nombres que recibía la Puna en las viejas cartografías era "El Despoblado". También la colocaban como una "Terra Incógnita", o simplemente "El Desierto".
El noroeste argentino está cubierto por una gruesa capa de caliza amarillo - grisácea formada hacia el final del reinado de los dinosaurios. Recibe el nombre de Formación Yacoraite y se depositó a fines del periodo Cretácico.
La provincia de Salta en particular, y el norte argentino en general, tienen la suerte de contar con rocas que representan a casi todos los periodos geológicos por los que pasó el planeta Tierra.
En Argentina se mueven más de 300 millones de toneladas de materiales pétreos. Nuestra región tiene aún una enorme cantidad de rocas y de minerales no metalíferos que ofrecen nuevas fuentes de riqueza y trabajo genuinos.
El geólogo minero arranca en la búsqueda de los minerales desde las etapas primigenias de la prospección y luego continúa presente durante todas las etapas de la exploración y la explotación de los yacimientos minerales.
La ciencia y la tecnología han dado saltos gigantescos y revolucionarios en las últimas décadas.