La azarosa vida de Francisco Gabino Arias



Por Ricardo Alonso
Hay personajes de la historia cuyas vidas valen por muchas. Es como si hubiesen vivido muchas vidas en una. Este es el caso de Francisco Gabino Arias Rengel (1732-¿1793-1808?), uno de los gobernadores de la Salta colonial, hombre notable del siglo XVIII, explorador del Gran Chaco, fundador de reducciones en el río Bermejo, pacificador de indígenas, militar de alto rango, estudioso de la flora, fauna y naturaleza de la llanura chaqueña, introductor del cultivo del añil y que a pesar de sus méritos, títulos y fortuna murió en la más extrema pobreza.
Ni siquiera se sabe la fecha y el año de su muerte. Para algunos historiadores fue en 1793 mientras que para otros fue en 1808. Esto último si se toma en consideración que dejó un escrito inédito titulado "Extracto de todas las actuaciones seguidas con el Superior Gobierno sobre conquista y expediciones en el Gran Chaco (1774-1808)".
Su hijo, José Antonio Arias Rengel, completó las exploraciones que comenzó su padre y escribió la obra "Historia Geográfica del Chaco". En cuanto a su nacimiento hay coincidencia en que fue en 1732, aunque no está claro si fue un 4 o un 9 de octubre de ese año.
Su biografía
También hay imprecisiones sobre sus padres. Algunos de sus biógrafos señalan que su padre fue el Maestre de Campo José Félix Arias Rengel y Heredia, mientras que para otros fue el Maestre de Campo Pedro Arias Rengel Hidalgo. Más adelante volveremos con precisiones sobre este asunto. Lo que no está claro es su madre ya que, curiosamente, aparecen tres candidatas. Para algunos fue doña Gregoria Hidalgo de Montemayor y Arias Velázquez, otros sostienen que fue la segunda esposa de José Félix Arias Rengel, doña Antonia de Acevedo y Herrera; mientras que en algunas biografías se señala a Petronila de Aguirre y Villanueva. Sí hay coincidencia en que casó con Feliciana Martínez Sáenz. Demasiadas imprecisiones para una figura pública y relevante del siglo XVIII. Asimismo, se señala que fue originalmente agricultor y luego soldado y explorador del Chaco. Lo que se desconoce completamente fue su rol de minero que es el motivo de esta nota.
En el Chaco
Antes de entrar en tema vamos a hacer un breve repaso de su vida pública. La faceta mejor conocida es haber acompañado en 1774 a Gerónimo Luis de Matorras, gobernador de Tucumán, como pacificador del Chaco y fundador de nuevas reducciones.
Francisco Gabino Arias Rengel fue designado entonces como juez pacificador y comisario de la frontera de Esteco. Matorras estaba emparentado con José de San Martín y se cuenta que cuando este vino a Yatasto a reunirse con Belgrano y luego de comer el "Dorado a la San Martín" del que habla Juana Manuela Gorriti, expresó su deseo de ir a conocer la tumba de su ilustre pariente. El hecho es que Matorras falleció en esa expedición al Chaco en 1775 y Francisco Gabino Arias asumió como gobernador interino por la Real Audiencia de Charcas, mandato que duró hasta el 28 de junio de 1776.
Arias Rengel estuvo presente en el famoso encuentro de paz con el cacique Payquín y aparece retratado al lado del jefe indígena en el cuadro que pintara Tomás Cabrera en 1774 y que se conserva en el Museo Histórico Nacional.
Gracias a esa colorida tela de estilo barroco tenemos una imagen de Matorras y de Francisco Gabino Arias, así como de los indígenas y otros personajes de la comitiva. En 1779 lo encontramos en Tucumán donde va a formar parte de la comisión que tiene que dar cumplimiento al tratado de paz con los pueblos indígenas mocovíes y tobas que habían firmado Matorras y Payquín.
Francisco Gabino Arias estuvo encargado de la fundación de las reducciones del río Bermejo llamadas Nuestra Señora de los Dolores de La Cangayé en 1780 y San Bernardo de Vértiz en 1781 las que tuvieron vida efímera ya que a comienzos del siglo XIX ambas habían desaparecido. Lo encontramos en ese tiempo participando también de las primeras navegaciones del Bermejo que encararon fray Francisco Morillo y el coronel Juan Adrián Fernández Cornejo.
Documentos mineros
Muy interesante resulta señalar que en 1783 participó de la célebre expedición al mando de Rubín de Celis enviada por el virrey Vértiz para investigar el "Mesón de Fierro" que hoy sabemos forma parte de una lluvia meteorítica caída en la región chaqueña unos 5.000 años atrás. Esa expedición se aprovisionó en Salta y estuvo llena de avatares que sería largo de considerar. El padre de Güemes proveyó las herramientas que nunca regresaron ya que los expedicionarios fracasaron al intentar romper la masa de hierro y níquel a la que consideraban como una mina de plata.
Luego vendrían largas discusiones sobre el origen de ese hierro en las cuales terciaron Joseph Redhead, Woodbine Parish y Alexander von Humboldt. La vida conocida de Francisco Gabino Arias, como se dijo, arranca en 1774. Sin embargo, el hallazgo de un documento minero de 1760 en el Archivo de Indias de Sevilla cambia gran parte de lo que se conocía sobre la vida del funcionario colonial español que alcanzó el grado de coronel del Regimiento de Caballería San Fernando.
Dicho archivo fue rescatado en la década de 1940 por el Ing. Carlos Federico Stubbe y permaneció inédito hasta que fuera publicado como libro: Véase, Alonso, R.N., Solís, N.G., Silva de Cruz, E. y N.H. Robles, 2018. Historia Minera Colonial. Documento Minero Inédito del Noroeste Argentino en el Archivo General de Indias (1760). Mundo Gráfico Editorial, 208 p., Salta.
En dicho documento, el Maestre de Campo, don Francisco Gabino Arias Rengel, entonces de 28 años, aparece como uno de los principales dueños de las minas del Aconquija en el extremo sureste del Campo del Arenal al sur del Valle de Yocavil.
Su nombre emerge ampliamente citado en el documento y sus apéndices que abarcan hasta el año 1762, al igual que el de su socio el Alférez don Justo José Saravia. No solamente se lo cita como dueño y descubridor de algunas de las principales minas del complejo conocido como "Mineral de Nuestra Señora del Rosario de Anselpoca", sino también como uno de los fundadores de la ciudad de la "Rivera de San Pedro Apóstol de la Villa de San Carlos" con la presencia del gobernador Joaquín de Espinosa y Dávalos, y que da fe de dicho acto en nombre del rey de España el escribano público de Minas y Registros, radicado en Salta, don Francisco López y Cevallos.
Esto prueba hasta donde abarcaba entonces la jurisdicción de Salta y su registro de minas. En el reparto tierras y solares, Francisco Gabino Arias recibe un trato especial "por su mérito y de su padre el General Don Joseph Arias Rengel, Lugar Teniente de su Señoría en la ciudad de Salta". Con esto queda zanjada la discusión sobre el nombre de su padre tal como se comentó al principio.
Los ingenios metalúrgicos
En 1762 hay una inspección a las minas de Aconquija de Juan José de Argumosa, alcalde veedor de la Villa Imperial de Potosí, y en la visita realizada al ingenio metalúrgico de San Antonio de Padua, señala a los "azogueros de esta Rivera, Don Francisco Gabino de Arias Rengel y Don Justo de Saravia, descubridores principales de dicho famoso mineral". Allí se menciona que en dicho ingenio trabajan 16 "esclavos negros Congos". También eran dueños de las siguientes minas: "San Salvador", "San Gabriel", "Nuestra Señora del Rosario", "San Gregorio" y "Nuestra Señora de Begoña".
El veedor Juan José de Argumosa señala que, al llegar de visita de inspección, Francisco Gabino Arias y su socio Justo Saravia le presentaron "el título de descubridores de este famoso Cerro Titulado Nuestra Señora del Rosario por Patrona de este Mineral de Anselpoca, comúnmente nombrado por su Cordillera Aconquija". La lectura del extenso documento de Indias permite sacar conclusiones sobre el accionar minero de Francisco Gabino Arias Rengel.
El texto prueba que era prospector y descubridor de minerales preciosos y de cobre, que había procedido a su registro en los términos de la ley colonial española, que había efectuado las tareas de explotación del mineral siguiendo las reglas del arte minero, que había fundado ingenios metalúrgicos de gran envergadura para el procesamiento de los metales y que conocía las técnicas de amalgamación y recuperación de oro y plata siguiendo las enseñanzas de Álvaro Alonso Barba, autor del afamado "Arte de los Metales" publicado en Madrid en 1640. Todo ello se menciona explícitamente. El informe iba acompañado de un mapa que mostraba la ubicación de los ingenios y de cada una de las minas o vetas de donde se extraía el mineral. Lamentablemente ese importante mapa se encuentra desaparecido.
El documento minero tiene un enorme valor historiográfico por las descripciones realizadas en las distintas visitas de los funcionarios españoles y técnicos de Potosí; por los personajes presentes, en su mayoría vecinos ilustres de la ciudad de Salta; por la fundación de la desaparecida "Villa de San Carlos" (9 manzanas de 150 por 150 varas), hoy sepultada por arenales pero perfectamente visible en imágenes satelitales. Todos elementos de valor sobre la actividad minera a mediados del siglo XVIII, de la cual existen muy escasos antecedentes. Más aun tratándose del mayor complejo metalúrgico colonial del Noroeste Argentino.
Fuente: El Tribuno

