Un largo retraso en las obras para la pavimentación de la ruta nacional 51

El trabajo está pensado en etapas, pero no se concreta.
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En los últimos seis años diferentes administraciones de la Dirección Nacional de Vialidad (DNV) anunciaron, en reiteradas oportunidades, el inicio de obras de pavimentación de la ruta nacional 51 desde San Antonio de los Cobres hasta Sico.

Sin embargo, esos 140 kilómetros, que los proyectos mineros de la Puna salteña tienen como principal vía de acceso, siguen siendo un dificultoso y desafiante trayecto de calaminas, piedras y tierra suelta.

Desde la principal población del departamento Los Andes hacia el límite internacional de Salta con la región chilena de Antofagasta solo se encuentran en etapa de ejecución dos de las cinco secciones que se definieron, licitaron y adjudicaron en su momento sin ver obras concretas, ya sea por problemas con las contratistas, por diferencias en las redeterminaciones de precios o porque quedaron sin financiamiento nacional.

En concreto, desde San Antonio de los Cobres hasta Campo Amarillo solo dos de los tres tramos comprendidos en esa sección de 54 kilómetros (el II y el III), registraron algún avance en los últimos tiempos.

En el tramo III, de algo más de 16 kilómetros, los trabajos se iniciaron en septiembre de 2022 a un ritmo lento. Recién a fines de febrero último, quienes utilizan la ruta 51 a diario empezaron a notar un incipiente movimiento de máquinas y equipos viales entre Chorrillos y Campo Amarillo.

Semanas antes, el senador de Los Andes, Leopoldo Salva, y la diputada del departamento, Azucena Salva, habían llevado la preocupación al jefe del Distrito Salta de la DNV, Francisco Agolio, quien les señaló que las obras contratadas en el tramo III (Chorrillos-Campo Amarillo) tienen plazo de finalización previsto en septiembre de 2024.

Con respecto al tramo II de Mina Poma a Chorrillos (el que mayor complejidad topográfica presenta), la diputada Salva precisó que, según les informó Agolio, se encuentra avanzado el proyecto ejecutivo de las variantes que plantea ese recorrido de 20 kilómetros. "Nos comentó que la obra se encuentra licitada a la empresa Pietroboni y que una vez aprobados los planos se procederá a la realización de una audiencia pública", acotó la legisladora.

Del tramo I, proyectado desde San Antonio de los Cobres hasta Mina Poma, solo se supo por fuentes oficiales que "sigue en espera de definiciones".

Con respecto a los tramos IV y V, planificados desde Campo Amarillo hasta Cauchari y desde ese paraje hasta Sico, con una extensión total de aproximadamente 80 kilómetros, desde la DNV se informó que "están en proceso de elaboración los proyectos de obras".

Trabajos en la ruta 27 hasta Salar de Pocitos

En la ruta provincial 27, entre Cauchari y Salar de Pocitos, la Dirección de Vialidad de Salta ejecuta con personal y maquinaria del organismo mejoras que tienen la provisión de materiales e insumos a cargo de la empresa pública Recursos Energéticos y Mineros de Salta (Remsa).

Los trabajos de optimización, que apuntan a dotar de mejores condiciones de transitabilidad a esa vía que utiliza la actividad minera en el departamento Los Andes, se iniciaron en 2022 y registran más de un 70% de avance físico, según informó el Ministerio de Infraestructura provincial.

Las obras se ejecutan desde el empalme con la ruta nacional 51 hasta el poblado de Salar de Pocitos en una extensión de 38,6 kilómetros y con una inversión de $212,2 millones. Los trabajos comprenden la obra básica y obras de arte.

Desde Salar de Pocitos hasta Tolar Grande, la ruta 27 tiene otros 120 kilómetros en los que un grupo de compañías mineras y empresas proveedoras realiza trabajos de mantenimiento para tener condiciones más aceptables de transitabilidad y seguridad vial. Desde la Cámara salteña que nuclea a proveedores de servicios de la actividad insisten en que la red vial de la Puna necesita mayor inversión del Estado. Según estimaciones del sector, solo la ruta nacional 51 necesita una urgente inversión del orden de los 100 millones de dólares y el ramal C-14, otros US$ 300 millones, para poner la infraestructura vial y ferroviario a tono con los movimientos de insumos, productos y personal que viene creciendo en la Puna.

Solo duran un viaje

Tiempo atrás Javier Cerúsico, como presidente de la Cámara de Comercio Exterior de Salta y titular de la empresa de logística TFP, detalló a El Tribuno algunos de los sobrecostos que genera el deficiente estado de transitabilidad de los caminos de la Puna en la actividad y los servicios de la minería.

Hoy, el escenario que describió entonces tiene otros costos por la alta inflación acumulada, pero sus observaciones tienen una vigencia tan inalterable como la que provoca el largo retraso de las inversiones en la ruta nacional 51. El costo del transporte de carga de la ciudad de Salta hacia Tolar Grande equivale a casi el 70% de lo que cuesta un flete hasta Buenos Aires.

Los neumáticos de los camiones que transitan las rutas nacional 51 y provincial 27 cuestan hoy entre $240.000 y $350.000, y duran entre 40.000 y 50.000 kilómetros, tres veces menos de la vida útil que podrían tener en caminos con pavimento.

Cada equipo de transporte tiene 18 cubiertas y las roturas de neumáticos, inclusive nuevos, son una moneda corriente en los viajes que se extienden desde San Antonio de los Cobres hacia Tolar Grande y salares como los de Arizaro, Llullaillaco, Hombre Muerto, Centenario Ratones o Rincón, donde están radicados los grandes proyectos de litio y otros yacimientos metalíferos como los de Lindero y Taca Taca.

Fuente: El Tribuno

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