La Cepal advierte que transición energética multiplicará demanda de litio para 2040
El litio se ha convertido en un mineral fundamental para impulsar las metas de los gobiernos en materia de transición energética, lo que puede significar una ventana de expansión económica para la región, según se dejó ver en el último informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) titulado “Extracción e industrialización del litio, oportunidades y desafíos para América Latina y el Caribe”, en el que se indicó que posee 56% del litio en todo el mundo.
Según la Cepal, el litio es un insumo hasta ahora insustituible para la producción de las baterías de iones de litio, una tecnología clave para la descarbonización del transporte y el almacenamiento de energía generada a partir de fuentes renovables. Por tanto, tiene posibilidades de contribuir al desarrollo económico de los países mediante un impacto positivo a partir de una mayor creación de valor, es decir, del aumento del producto, de las exportaciones, del empleo y de la recaudación fiscal.
El informe indica que los recursos identificados de litio en América Latina y el Caribe se concentran en el denominado triángulo del litio (Argentina, Bolivia y Chile). Además, es posible encontrarlo en menores cantidades en Brasil, México y Perú, elevando los recursos de litio encontrados en la región a casi 60% de los recursos mundiales. Asimismo, la región concentra 52% de las reservas mundiales de litio, localizadas principalmente en Chile (41%) y Argentina (10%).
“Desde la perspectiva de los Estados, esto exige políticas y normas que favorezcan la creación de bienes públicos, el desarrollo de capacidades e infraestructuras blandas y duras, y la movilización y el direccionamiento de los recursos necesarios”, resalta el informe.
Si bien, en la región se destaca lo “estratégico” del litio en Argentina, Bolivia y Chile, países como Colombia han puesto el ojo en el incremento de la producción, además de incluir el níquel y el cobre. Todo dentro de la meta del Gobierno Petro de impulsar la transición energética y reducir las exportaciones mineroenergéticas, pero su progreso dependería de la capacidad de infraestructura.
José Manuel Salazar Xirinachs, secretario ejecutivo de la Cepal, estuvo presente durante el lanzamiento del informe y señaló que “los países con yacimientos tienen el reto de desarrollar sus capacidades productiva asociadas con su extracción. La naturaleza estratégica es la posibilidad de contribuir a la transición energética y al desarrollo de los países”, añadió.
Un aumento en la demanda
Según el reporte de la Cepal, además de la transición energética, el foco de los gobiernos por combatir el cambio climático, las energías renovables y la electromovilidad, impulsarían la actual y futura demanda del litio, la cual podría multiplicarse por 42 en 2040, de acuerdo con el escenario de desarrollo sostenible de la Agencia Internacional de Energía.
El crecimiento de la demanda ha estado acompañado de un aumento en el precio del litio y otros minerales utilizados en las nuevas tecnologías. Para el caso del primero, los precios se han multiplicado hasta nueve veces entre 2021 y 2022, pero eso no ha frenado el apetito por los mismos en mercados como China, EE.UU. y la Unión Europea, que son líderes en la electromovilidad. Para avanzar en ella, además, han aplicado varias políticas que buscan asegurar el suministro de minerales considerados críticos para la transición energética, lista que es cada vez más amplia, en especial con los países productores de baterías de ion-litio.
Más allá del caso latinoamericano, el reporte muestra que en 2021 los cuatro mayores productores de litio a nivel mundial: Australia, Chile, China y Argentina, concentraron más de 96% de la producción global.
Los desafíos
La extracción de litio tiene desafíos de naturaleza socioambiental, derivados principalmente del consumo de agua en los procesos extractivos en zonas que enfrentan alto estrés hídrico. Con lo que, según explican los expertos, se genera un impacto sobre la biodiversidad y las actividades económicas tradicionales de grupos sociales en las zonas de extracción.
El informe señala que, con este panorama, la hoja de ruta de la industria requerirá regulaciones estándares más estrictas con las que se asegure la sostenibilidad de la actividad.
Al respecto, Jeannette Sánchez, directora de la División de Recursos Naturales de la Cepal, dijo que, si bien hay un camino largo, ya hay avances en el tema. “Ya existen iniciativas concretas que han empezado a desarrollarse, por ejemplo Argentina y Bolivia ya lograron tener un acuerdo para optimizar los procesos de vaporización para la extracción de litio”, señaló.
En la región, dice la Cepal, las posibilidades inmediatas están centradas en la extracción y el refinamiento del litio, así como apostarle a un incremento de las exportaciones, la generación de empleo, la recaudación fiscal y la eslabones productivos.
Una agenda común y colaborativa para impulsar el mercado de los minerales
Otro de los puntos clave del documento de la Cepal fue que destacó la necesidad de una cooperación e integración regional para impulsar el mercado. Se propone la creación de una agenda conjunta en la que no solo se vele por su progreso, sino también por el valor agregado y el encadenamiento productivo para los países de la región. Adicionalmente, señaló que se requieren mejoras en regímenes fiscales, un aumento en la recaudación, eficiencia y equidad en el manejo tributario y en el impacto ambiental.
Fuente: larepublica.co