Pestaña: "En los próximos cinco años la minería cambiará a la provincia."
Cámara de Proveedores de Empresas Mineras de Salta (Capemisa) se conformó en junio de 2010 con una media docena de firmas que, pese a los vaivenes económicos del país, vislumbraban un futuro de la actividad con oportunidades en la provincia. Hoy son alrededor de 220 las empresas que nuclea la entidad y cada mes se suman entre dos y cuatro nuevas asociadas. Así son los números que confirman que Salta dejó de ser una provincia con potencial minero para convertirse en una provincia minera con grandes proyectos de litio y metalíferos que, en su despegue, sostienen más de 11.000 puestos de trabajo directos.
"La minería ya no es una posibilidad, sino la certeza de un importantísimo desarrollo que tendrá la Puna en los próximos cinco años y que cambiará a la provincia", aseguró Diego Pestaña, uno de los fundadores de Capemisa que, trece años después, preside nuevamente a la entidad.
"Estamos viviendo un momento crucial en lo que respecta a la maduración de la minería en Salta, con tres grandes proyectos de litio en construcción y con la posibilidad cierta de que se inicien otros proyectos de litio y metalíferos", remarcó Pestaña, quien el próximo jueves, en una nueva edición del ciclo Hablemos de lo que viene, expondrá datos relevantes de la actividad, la demanda de servicios y las limitantes que la coyuntura macroeconómica del país, el retraso de la infraestructura de la Puna y la falta de personal capacitado implican para el sector.
El gerente general de AVG, grupo salteño que en 2004 inició su actividad en el sector agrícola y se consolidó en los últimos años como proveedor de servicios a la minería, señaló que "la coyuntura macroeconómica del país es hoy una fuerte limitante para las inversiones mineras", a contrapelo del favorable escenario internacional de precios.
"El país tiene diez tipos de cambio diferentes, y quienes exportan lo hacen a un valor equivale a la mitad del tipo de cambio real. También hay problemas con las importaciones, una gran cantidad de regulaciones que dificultan el acceso a insumos, trabas que no dependen de la Provincia y que hacen muy difícil invertir en Argentina, porque mineras no tienen la certidumbre de que podrán disponer de sus utilidades ni de que podrán pagar a los bancos que le prestaron. La alta inflación es otro problema", puntualizó Pestaña. En este punto, el presidente de Capemisa precisó que "para una empresa que no es argentina el costo en dólares de la mano de obra subió desde el año pasado un 30% y este año va a subir otro 20 o 30%, porque se está atrasando el tipo de cambio oficial por un tema electoral".
Sobre las posiciones que se esgrimen en busca de una mayor participación del Estado en la renta minera, Pestaña advirtió que cambiar las reglas, tomando modelos como el de Chile, donde la presión impositiva es muy inferior a la de Argentina, provocaría un mayor desaliento en las inversiones. En tal sentido, aclaró que más allá de las regalías del 3%, actualmente "el Estado se queda con el 60% de lo que genera la minería" a través de diferentes impuestos y derechos.
El titular de Capemisa destacó que, pese a todos los obstáculos, trabas y limitaciones, proveedores mineros tienen en Salta un escenario propicio por la fuerte demanda de servicios de logística, movimiento de suelos, transporte, alquileres inmobiliarios, catering, venta y reparación de herramientas, entre otros. "Hoy proveedores mineros sostienen en la provincia más de 7.000 puestos de empleo directos y las empresas mineras, otros más de 4.500", indicó, tras resaltar que son todos empleos registrados y con sueldos que se cuentan entre los más altos junto con los del sector petrolero.
"Quienes trabajan en la minería se desempeñan con regímenes laborales con períodos de descanso importantes. En la construcción son 10 días de descanso por cada 20 de trabajo. Quienes están bajo el régimen el esquema es de 14 por 14. Tienen todos los beneficios, indumentaria de trabajo adecuada y lugares cómodos para vivir en los campamentos. Las condiciones de trabajo en la Puna, ya sea en un proyecto de construcción o de producción, son muy buenas", afirmó.
"Cuando uno trabaja para empresas mineras, de lo que factura, paga ingresos brutos. Empresas como la nuestra se proveen en Salta del 98% de sus insumos y quienes nos facturan a nosotros también pagan ingresos brutos. Los trabajadores gastan sus sueldos en la provincia y con la cadena el Estado provincial tiene una recaudación importante", acotó.
"La falta de infraestructura es otra limitante"
El titular de Capemisa, Diego Pestaña, señaló que otra limitante de la actividad minera es la falta de buenos caminos en la Puna. "Estamos muy atrás con la infraestructura vial. Hoy se está ejecutando un tramo de la ruta nacional 51, pero a un ritmo muy lento. En la actualidad la zona tiene un intenso tránsito, en los caminos se levanta mucho polvo y tenemos accidentes casi a diario", advirtió.
Destacó que la Provincia está mejorando la ruta 27, desde el empalme de la ruta nacional 51 hasta Salar de Pocitos. "Desde allí a la zona de Taca Taca hay 130 kilómetros que estamos manteniendo un grupo de empresas mineras y proveedores", señaló Pestaña.
En cuanto al ramal ferroviario C-14, manifestó que "hay que buscar alguna empresa privada que tenga la capacidad de invertir, porque se necesita una inversión de más de 300 millones de dólares en recambios de rieles, material ferroviario y algunas modificaciones que necesita la traza para que puedan transitar grandes formaciones. A partir de 2025 el movimiento de insumos para la minería será de alrededor de 5 millones de toneladas por año. Hoy se mueve el 10% y el sistema no tiene capacidad", sostuvo.
Pestaña destacó que algunas mineras "están construyendo pistas aéreas para trasladar personal en avión", y remarcó que "sería muy importante que la Provincia asfalte la pista del Aeroclub Salta para tenerla como alternativa del aeropuerto" Martín Miguel de Güemes.
Fuente: El Tribuno