El último gobernador de Los Andes

Salta 24/07/2022 Por Minería Sustentable
El viejo Territorio Nacional de Los Andes, en la actual Puna Argentina, se extendió en el siglo XX desde 1900 a 1943.
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Su primer gobernador fue el general Daniel Cerri y el último, el naturalista Julio Storni (1884-1969). Esto si nos atenemos a la historia oficial, ya que don Catalino Tapia, a quién llegué a conocer en San Antonio de los Cobres, decía a los cuatro vientos que él era el último gobernador de Los Andes.

Don Catalino aducía que el Territorio Nacional de los Andes había sido mal subdividido en un gobierno no constitucional y que Salta había perdido territorios originales propios, especialmente en el sur del departamento Los Andes, en la región de los salares de Hombre Muerto y Antofalla. Esgrimía, además, otras múltiples razones sobre la unidad física del territorio y su propia descendencia como representante de los antiguos puneños.

Ahora bien ¿quién fue Julio Storni? Florencio G. Aceñolaza, uno de sus biógrafos, lo calificó en un reciente trabajo que escribió para la Junta de Estudios Históricos de Tucumán, como "Un tucumano pintoresco e ignorado". Pintoresco, dice, porque era un personaje que no tenía problemas en batirse a duelo con cualquiera que se le ponga adelante e ignorado porque nadie recuerda ya su rol como naturalista y menos aún en la enorme tarea que ejecutó para dividir la Puna en las tres partes que se les repartieron a Jujuy, Salta y Catamarca. Veamos datos biográficos de este singular personaje.

Todo comienza con un inmigrante italiano de la región de Origlio, cerca de Lugano, quien emigra a la República Argentina alrededor de 1870. Se trata del padre de nuestro biografiado, don Julio Natal Storni Stampanoni. Este caballero, empobrecido por las duras condiciones económicas de su patria, llega al país y decide probar suerte en Tucumán, probablemente atraído por la creciente riqueza azucarera de esa provincia. Su espíritu de trabajo le granjeó una sólida posición económica. Se casó con la tucumana Felina Verasaluce Leal y formó una linda familia en la que tuvieron cinco hijos, tres mujeres y dos varones. Uno de ellos, Segundo Rosa Storni, fue un destacado marino que llegó al grado de almirante, el famoso Almirante Storni. El otro varón de la familia fue Julio Storni, de profesión agrónomo y motivo de este artículo. Llegaron también otros Storni del cantón suizo-italiano de Ticino, uno de los cuales fue el padre de la célebre poeta argentina ALFONSINA STORNI.

Julio Santiago Juan de la Mata Storni, cual su nombre completo, nació el 8 de febrero de 1884 en la ciudad de Tucumán donde realizó los estudios primarios. Luego con su familia se fueron a vivir a Santiago del Estero. El quechua allí hablado y los topónimos y nombres de las cosas en esa lengua imperial del inca le causaron un profundo interés por estudios filológicos y lingísticos. Sus observaciones de la naturaleza, flora y fauna, le ayudaron a reconocer toda clase de plantas y animales.

Pasaba largas horas observando el paisaje a orillas del río Dulce y meditando bajo los talas "hondo y tendido sobre lo que había sido la existencia de esas poblaciones". Se convirtió en un lector voraz de cuanto libro hallaba a su paso, especialmente textos literarios, históricos, científicos y particularmente de las ciencias naturales. Luego la familia se trasladó a Córdoba donde continuó sus estudios y conoció a grandes personalidades de su época entre ellos el "Cura Brochero" beatificado por el papa Francisco, a monseñor Pablo Cabrera, el botánico paleontólogo Federico Kurtz y a otros hombres notables de las ciencias y de las letras.

Su vocación por el campo lo llevó a estudiar en la Escuela de Agricultura y Ganadería de Córdoba donde egresó con el título de Perito Agrónomo en 1906. De allí pasó al Chaco en 1908 y a Corrientes en 1909 donde desempeñó cargos técnicos y de enseñanza para el Ministerio de Agricultura de la Nación. Hasta 1933 se desempeñó en numerosos cargos en las provincias litorales, entre ellas cuestiones forestales, cultivos industriales, estaciones experimentales, obras públicas, parques y jardines, colonias y fomento agrícola, entre otras.

En 1934 pasó a la Universidad Nacional de Tucumán como profesor y secretario de la Escuela de Agricultura. En 1936 se incorporó al Instituto "Miguel Lillo" donde creó la Sección Etnobotánica. Al parecer se tomaba la enseñanza desde una gran altura, soslayando a los estudiantes y esto desató un conato de rebelión de los alumnos que acusaban a Storni de "expresiones groseras y burdas, ya con hechos producto de su temperamento variable, que lo hacen incurrir en continuas contradicciones, dan una nota discordante y ajena a la armonía en la cual estuvimos y estamos acostumbrados a convivir". Storni no solo no se retractó, sino que apuntó no tanto a los estudiantes sino a quienes los estaban influenciando y amenazó con desafiarlos a duelo a todos. Al final se hicieron las paces y la sangre no llegó al río.

El interés de Storni por las plantas medicinales, su uso por los nativos y el origen de sus nombres lo llevó a escribir varios artículos y un libro que sufrió el avatar de sus editores. Otra vez aparece el Storni conflictivo que ante la crítica recibida propone solucionar todo por la fuerza física, ya que, dice, sé cómo defenderme sólo. Y envía sus padrinos para retar a duelo a los que lo habían ofendido. Storni tuvo una gran producción científica y literaria, entre la que destacan sus libros sobre "Bromatología indígena: Solución precolombina del problema alimenticio" (1942); otro sobre la flora guaraní titulado "Hortus guaranensis" (1944); y un volumen de 653 páginas dedicado a los pueblos indígenas prehispánicos titulado "El hombre del Tukma" (1946); todos publicados por la Universidad Nacional de Tucumán.

Con el golpe de Estado de junio de 1943, asume como Ministro de Relaciones Exteriores el Almirante Segundo Storni, hermano de Julio. Julio Storni pide licencia en la universidad y asume en el cargo de Gobernador de Los Andes. Su tarea era la aplicación del decreto 9375/43 que transfería a las provincias de Jujuy, Salta y Catamarca partes de ese territorio. El 8 de octubre, ya puesto en marcha este proceso, dictó la resolución que comunicaba el cese de funciones a policías y jueces de Paz pertenecientes al Gobierno nacional y requiriendo su permanencia en los cargos hasta que las diversas jurisdicciones se hagan cargo del territorio que se les asignó.

En un decreto del 17 de octubre de 1943 deja algunos considerandos que resulta de interés conocer: “Cuando se analice con espíritu imparcial y elevado la historia del Territorio de Los Andes, que tendrá forzosamente que reconocerse que si bien el gobernador que suscribe este Decreto acató el del Superior Gobierno de la Nación, determinando la cesión de sus tierras a favor de las Provincias de Jujuy, Salta y Catamarca, porque siempre ha entendido que el Gobierno que rige los destinos de la nación debe ser acatado y más y mejor como en la actualidad, cuando los hombres que gobiernan el país se han revelado como una reserva superior, de extraordinario valimiento ético y político, decididos a cualquier sacrificio con tal de salvar los obstáculos que se opongan al desenvolvimiento moral de la grandeza material de nuestra patria. El criterio del gobernante que firma ha alentado para su Territorio, con honradez que jamás podrá discutirse, todos los pensamientos que pudieran serle de beneficio a sus pobladores y a los más caros sentimientos, capaces de alentar la acción y congratular los corazones. El contenido de estas reflexiones no constituye un anticipo de defensa, tampoco la necesita el Gobernante; son, apenas, consideraciones que deben quedar documentadas hasta para desafiar a aquellos que alguna vez intenten empañar el fondo, la naturaleza y las inspiraciones que guiaron su acción. Por eso, en esta ocasión, como en todas las otras de su vida, deja expresa constancia con este decreto de que su espíritu, su conducta y sus esperanzas han tenido como punto de partida al bien común y han buscado y buscarán siempre la colaboración de todos aquellos que así interpretan el sentido de la vida”.

Salta jamás reconoció este cercenamiento de su territorio y dejó expresa constancia desde entonces. Storni estaba casado con María Rita Sussoni con quien tuvo una hija llamada María Luisa del Tránsito. Falleció en Tucumán en 1969 a los 85 años de edad. 

Fuente: El Tribuno / Ricardo Alonso

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