Todos miran a BHP y lo que se espera de ellos
El comentario se instaló no solo en el mundo minero argentino sino en la comunidad sanjuanina que ve una oportunidad.
Los proveedores y la comunidad conocen a la dirigencia argentina de Lundin -tal vez más por sus limitaciones- y ahora renace la oportunidad de encontrarse con una gerencia que entienda el apoyo que necesitan, el manejo de expectativas de la comunidad y la relación con periodistas y medios de comunicación. Es que muchas veces se manejaron más desde la soberbia y de reojo sabiendo de las necesidades de nuestra economía provincial.
La asociación de este gigante con la familia Lundin entierra además la etapa de “pre-construcción” desde la que se intentó explicar que el proyecto no avanzaba por algunos estudios mal diseñados y torpemente defendidos, como el traslado del concentrado de cobre desde Iglesia a San Juan, por los costos, pero por sobre todo, por cómo pondrá en crisis toda la infraestructura de caminos, logística, agua y energía. Pero, sobre todo, cómo se hará convivir la minería con el turismo y otras actividades económicas.
Lundin demostró gran capacidad para sumar un socio y una inversión estratégica a nivel mundial.
Esa operación permitió conocer por su boca que ya cuentan con los fondos para avanzar hacia la construcción y el desarrollo de Josemaría. Ahora viene el turno de BHP, de su dirigencia, de conocer la forma del compromiso con San Juan: ¿aplicarán las mismas políticas a las que otras empresas las estabilizó en el fracaso, o buscarán una relación madura, aceptando las diferencias?
Con qué formas de diálogo y en especial que grado de tolerancia o respeto se tendrán con aquellos que no tienen sus mismas miradas, las que le reclaman humildad para hablar de sus torpezas que son públicas y que solo evidencian sus limitaciones para aceptar algún tipo de dialogo.
La comunidad quiere dar una vuelta de página. Se renovó la esperanza.
Fuente: Minería & Desarrollo