Francia estimó una inversión de 1.000 millones para la explotación de litio pero pidió "reglas claras"
Por Cecilia Degl'Innocenti
En la carrera por el dominio de las telecomunicaciones ninguna potencia quiere quedarse sin una parte de la torta de los metales críticos, como el litio o el cobre, que además juegan un rol clave en la transición energética para reducir la dependencia de combustibles fósiles.
Con una producción estimada en 2.700 millones de toneladas, Argentina integra el podio de países con las mayores reservas de litio, un insumo vital para la electromovilidad y las energías verdes que caracterizan la Agenda 2050.
Su protagonismo quedó en evidencia con el desfile de funcionarios de alto nivel tanto de Estados Unidos como de China que visitaron el país en el último año y medio. Pero más allá de la competencia estratégica que ambos gigantes económicos mantienen en la región, existen otros actores, como Francia, que también están jugando sus piezas para explotar éste y otros metales críticos del noroeste argentino.
Para los diplomáticos galos, en tanto, se trata de un win-win por varios motivos, empezando con el económico, dado que por ejemplo en el caso del litio, estiman una inversión inicial de 100 millones de dólares que podría llegar a los 1.000 millones en los próximos 5 años, lo que apunta a robustecer las arcas del tesoro argentino bajo la administración de Javier Milei. Pero también porque sus empresas, con fuerte presencia en el mercado de los hidrocarburos en Argentina, emplean casi en su totalidad a argentinos y tienen un “compromiso social y ambiental”.
“Las energías libres de carbono son cada vez más competitivas y tienen ventajas económicas. Argentina tiene la posibilidad de transformar la transición energética en una palanca de crecimiento económico y social”, dijo el embajador francés, Romain Nadal.
Desde el imponente edificio de la Embajada de Francia en Argentina, el diplomático dio el puntapié del evento que reunió políticos, empresarios y académicos para hablar sobre la transición hacia la energía verde que podrían servir de “foco de desarrollo” para Argentina, a través de la creación de empleo de alto valor agregado e inversiones.
El embajador de Francia en Argentina, Romain Nadal.
“Es una gran oportunidad económica. La Argentina puede contar con la cooperación de Francia y las inversiones de sus empresas”, agregó el representante del presidente Emmanuel Macron en el país.
Del lado argentino, fue Daniel Scioli, secretario de Turismo, Ambiente y Deporte, el que hizo hincapié en que este proceso hacia el desarrollo sostenible debe cuidar la “producción y el trabajo” de Argentina, un país firmante del Acuerdo de París y que como potencia emergente considera otras urgencias que van más allá del medioambiente.
El exembajador en Brasil de Alberto Fernández también resaltó el viaje de Javier Milei a Francia el próximo 19 de junio, donde tendrá una bilateral con Macron, la primera con un jefe de estado europeo y luego de la crisis con España por las acusaciones cruzadas con el gobierno de Pedro Sánchez y el retiro de su embajadora en Buenos Aires.
Otros asistentes, como la diputada Florencia Carignano, hicieron hincapié en las asimetrías entre las pretensiones del gobierno francés para invertir en la explotación de los minerales críticos, en contraposición a las políticas “proteccionistas” que mantienen a nivel local, uno de los países que mantiene el pulgar abajo respecto al demorado acuerdo de UE y Mercosur. “No es rentable el valor agregado”, señaló la legisladora de Unión por la Patria.
Por su parte, el jefe del servicio económico de la embajada de Francia, Jean-François Michel, respondió que en la actualidad se "revirtieron" las políticas proteccionistas que implementó el estado galo, y que en su momento fueron útiles para “desarrollar la competitividad de las empresas francesas".
La Ley Bases y el incentivo a la inversión extranjera
El comentario surgió luego de que, ante la pregunta de un diputado de La Libertad Avanza presente en el evento, el diplomático francés se mostrara a favor del régimen RIGI que es debatido en el Congreso en el marco de la Ley Bases y que es cuestionado, entre otras cosas, porque implica que las empresas extranjeras puedan importar insumos y mano de obra en detrimento de la industria nacional.
En ese sentido, dijo que el megaproyecto de ley del oficialismo es “un primer paso", tras la pregunta del diputado de la CC, Maximiliano Ferraro, pero que "si las reglas cambian a mitad de partido, no se puede jugar al fútbol".
"Las empresas francesas esperan este tipo de medidas. Buscan ganar plata, no es que sea algo filantrópico. Pero también buscan estabilidad fiscal y legislativa. El segundo punto es el acceso al mercado cambiario para destrabar las inversiones. Esperamos que el gobierno lo cambie”, dijo.
El agregado económico francés además destacó la inversión que hará la empresa Eramet para la explotación de litio en Salta, donde ultima detalles para inaugurar la primera planta de producción de extracción de litio europea, que prevé una producción inicial de 5 mil toneladas con una inversión de 100 millones de dólares. “Se estima que pueda llegar a 1.000 millones en la segunda o tercera fase, lo que implica un aumento del 150% de la producción del metal”, dijo, ante la consulta de PERFIL.
Por último, Michel destacó que el desarrollo de la cadena de valor del litio en Argentina “no será lineal” y que, si bien el metal servirá como insumo esencial para las baterías que sirvan para almacenar la energía proveniente de fuentes renovables, podría ser reemplazable por lo que "la oportunidad para Argentina es hoy".
Jean-François Michel (derecha) junto a Lorena Chara, directora de la AFD en Argentina, y Frederic Depetris, director del Institut français d’Argentine.
“En lo que refiere a la transición energética, el litio es tan estratégico como todos los metales. Pero diría que más que el litio, es el cobre el más importante”, apuntó dado que el metal es el único que sirve para transmitir electricidad.
“El litio será necesario para los 20 o 30 años que se vienen pero ya se puede reciclar, es decir que hoy el mundo necesita una pileta de litio que se está llenando. Mismo si mañana aparece una ruptura tecnológica que permita hacer baterías con otro componente, el tiempo de industrializar tomará unas tres décadas. Por lo que la necesidad de litio será más baja en los próximos 10 o 15 años. La oportunidad para Argentina en el litio es hoy”, puntualizó.
Por último, Michel también destacó a Proparco, la filiai de la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD), por haber financiado con 44 millones de euros el proyecto de Neoen para construir una central solar en Salta que permitirá limitar la emisión de 284 mil toneladas de dióxido de carbono al año.
Fuente: Perfil