Alonso: Los Andes en tiempos de los dinosaurios

Salta 21/02/2024 Por Minería Sustentable
El noroeste argentino está cubierto por una gruesa capa de caliza amarillo - grisácea formada hacia el final del reinado de los dinosaurios. Recibe el nombre de Formación Yacoraite y se depositó a fines del periodo Cretácico.
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Por Ricardo Alonso

Es más, en su interior contiene el límite internacional entre el Mesozoico y el Cenozoico, el límite K/T-Pg, producto de la colisión de un asteroide en la península de Yucatán que dio lugar a la extinción masiva de los dinosaurios, reptiles voladores y marinos, amonites, aves enantiornites y más del 60 por ciento del total de la vida del planeta.

Restos de iridio y otros elementos químicos marcan una anomalía planetaria. Esta capa de caliza se formó en un mar somero antes de la elevación de los Andes. Se la encuentra en Perú donde recibe el nombre de Formación Vilquechico, en Bolivia donde se la conoce como Formación El Molino, en el norte de Chile y en el noroeste argentino. Cuando se elevaron los Andes dicha plancha de caliza se rompió en numerosos segmentos y está montada sobre la cordillera volcánica a más de 4.000 m sobre el nivel del mar en el Paso Huaytiquina, en varios lugares de la Puna (Cauchari, Coranzulí), cerro Acay, Valle Calchaquí, Valle de Lerma, Valle de Siancas hasta hundirse en la llanura chaqueña y alcanzar el límite con Paraguay.

Como se aprecia está a ambos lados de la actual cordillera volcánica ya que, como apuntamos, precede a los Andes en su formación. Es más, la diferente altura a que se encuentra en la Puna, en la Cordillera Oriental, en las Sierras Subandinas y en el subsuelo de la llanura chaqueña, es la mejor prueba de cómo se fue rompiendo el edificio andino.

Calizas, de la Puna al chaco 

En la Puna los planchones de calizas están elevados a unos 4.000 m sobre el nivel del mar y en la llanura chaqueña, hundidos a unos 6.000 m de profundidad. Ello demuestra que en su evolución los Andes se rompieron más de 10 kilómetros en la vertical, a medida que se elevaban en la Puna, empujaban hacia el este en la Cordillera Oriental y Sierras Subandinas y finalmente se hundían en la llanura Chaco-Paranense. Esto aparece claramente en los perfiles sísmicos cuando se progresa de oeste hacia el este llegando hasta la provincia de Formosa. Allí, en Palmar Largo, se descubrió un importante campo petrolero dentro de esta formación calcárea. También en Jujuy y en Salta hay petróleo en dicha formación como los campos de Caimancito, Los Blancos, Martínez de Tineo, La Estrella, entre otros. Incluso cerca de la ciudad de Salta se encuentran los campos de Cuchuma y Lumbreras. Y además la formación contiene muchas capas de esquistos bituminosos, o sea hidrocarburos sólidos que no llegaron a madurar.

Yacoraite 

La talentosa salteña Lola Mora escribió un libro en Salta en 1926 al que tituló "Combustibles: Problemas Resueltos", buscando concientizar sobre el tema. La presencia de esos bitúmenes hizo que el geólogo alemán Luis Brackebusch, cuando llegó al norte argentino en la década de 1880, le diera el nombre de "Formación Petrolífera". En la década de 1910 el geólogo y conde italiano Guido de Bonarelli le llamó "Horizonte Calcáreo Dolomítico". Y finalmente el geólogo argentino Juan Carlos Turner en 1958 la llamó Formación Yacoraite, nombre con el que se la conoce ampliamente en la actualidad. Un topónimo que tomó del río Yacoraite, afluente del río Grande en la Quebrada de Humahuaca donde se encuentra el cerro conocido por los turistas como la "Pollera de la Coya" y en donde las capas de calizas amarillas de Yacoraite se superponen a las areniscas rojas de Pirgua y son perfectamente visibles desde el camino lo que constituye un geositio.

Es interesante destacar que el viajero alemán Anton Zacharias Helms que pasó por Salta en 1789 ya la menciona destacando que es una caliza amarilla que se apoya sobre areniscas rojas. Pero quién la estudió en mayor profundidad es el viajero francés Alcides D'Orbigny, discípulo del sabio Georges Cuvier, quien viajó por América del Sur en 1826.

D'Orbigny llegó a Bolivia en tiempos del mariscal Santa Cruz a quien le dedicó la traza fósil de las huellas que dejaron los trilobites en las playas marinas del Paleozoico. Son las cruzianas que tienen validez universal y representan una facies batimétrica, o sea de la profundidad del agua marina. Lo cierto es que entre las múltiples observaciones de D'Orbigny en Bolivia se cuenta el haber reconocido las calizas y haber mencionado que entre otras cosas contenían unos "calcáreos ondulados", que hoy sabemos son las algas fósiles estromatolíticas y unos gasterópodos a los que designó como Melania potosiensis, por Potosí. Hoy a esos gasterópodos, de los cuales se encuentran por millares en las calizas del norte argentino,

Los estromatolitos se encuentran por doquier sea de tamaños medianos e incluso formando domos o colonias con dimensiones equivalentes a ruedas de vehículos. Se los encuentra como cantos rodados en la mayoría de los ríos de las montañas de la Cordillera Oriental. Algunos semejan repollos o coliflores por sus formas internas. Y también se encuentran bivalvos, muchos restos de peces, innumerables huellas de dinosaurios, cocodrilos, plantas, microfósiles, entre otras evidencias fósiles. Entre los peces se han encontrado unos que serían peces voladores, otros del grupo de los bagres, y también unos que tienen extrañas denticiones al parecer adaptadas para triturar los gasterópodos turritelas. Se encontraron en algunos lugares bancos de hasta un metro de espesor formados ya sea por turritelas o bivalvos, verdaderas acumulaciones de conchillas en aquellas viejas playas del Cretácico.

Las huellas petrificadas

Sin embargo, lo que destaca en la Formación Yacoraite son las abundantes huellas o icnitas de dinosaurios. Se han encontrado las pisadas de estos reptiles en numerosas localidades de Argentina, Bolivia y Perú. Las hay de carnívoros y de herbívoros, de cuadrúpedos y de bípedos, de animales grandes y pequeños, de adultos y de jóvenes, en fin un mosaico variopinto de huellas fósiles. Las más famosas son las del Valle del Tonco, entre el Valle Calchaquí y Amblayo, que fueron fotografiadas por National Geographic y publicadas a página completa en el número de enero de 1993.

Un planchón vertical en la Quebrada de la Escalera contiene huellas de terópodos (carnívoros bípedos) y algunas rastrilladas de hadrosaurios (herbívoros bípedos). También en la entrada a la vieja mina Don Otto hay otro planchón con huellas de dinosaurios y de aves enantiornites. Las hay cerca del pueblo de La Poma y en otras localidades del Valle Calchaquí. Los que hacen rafting en el cañón del Juramento pueden apreciar algunas de esas huellas de dinosaurios, celosamente protegidas por los guías.

Las hay también cerca de Alemanía en la Quebrada del Acheral, en la Quebrada del Toro, en varias quebradas que bajan al Valle de Lerma (ej. Tilián, Potrero de Linares), en Juella, Maimará y Huichaira en la Quebrada de Humahuaca, en el cerro y cantera de Cal Orcko en Sucre (Bolivia), a orillas del lago Titicaca del lado peruano y en muchos otros lugares donde aflora esta vieja formación de calizas cretácicas.

En Maimará, en esos planchones de calizas que caen a la quebrada y son un atractivo turístico conocido como "La Paleta del Pintor" se han encontrado huellas de carnívoros, hadrosaurios, titanosaurios, los curiosos y raros anquilosaurios y una amplia variedad de pisadas de aves enantiornites.

El geólogo tucumano Carlos Console Gonella estaba realizando un trabajo excepcional sobre esas pisadas fósiles, pero falleció muy joven dejando atrás un gran legado en los estudios paleontológicos en el campo de la paleoicnología. Entre los hallazgos recientes en las calizas y arenas calcáreas de las viejas playas de Yacoraite se encuentran huevos de dinosaurios tanto de herbívoros cuadrúpedos (titanosaurios) y de carnívoros (abelisáuridos). Los primeros son redondos esféricos y los segundos elipsoidales ovoides.

En febrero de 2024 el suscripto descubrió cuatro nidadas completas de dinosaurios, vacías de huevos, pero donde se conservó la estructura circular en las que el dinosaurio hembra depositó los huevos en aquellas viejas playas muy cerca de la línea de costa.

La riqueza de las calizas

Las calizas aportan su carbonato cálcico a los suelos de Maimará y constituyen un interesante "terroir" para viñedos y vinos. Las calizas amarillas de Yacoraite forman curiosas estructuras geológicas por erosión y dan lugar a numerosos sitios de interés geológico (geositios) tanto en Salta como en Jujuy (ej. Tin Tin, Escoipe, Alemanía, Cabra Corral, Purmamarca, Maimará, Tumbaya, Yacoraite, Hornocal, Tres Cruces, Siete Hermanos, etcétera). Las calizas se explotaron para cal en innumerables lugares especialmente cuando se construían los ramales del ferrocarril en el norte argentino. Aún se explotan para cal común en La Merced (Salta). Algunos topónimos hacen referencia a la cal como Rumical, Hornocal, Cal Orcko, entre otros.

La caliza de la Formación Yacoraite contiene depósitos de uranio, vanadio, cobre, plomo y plata, además de petróleo y esquistos bituminosos, entre otras sustancias y recursos minerales. En síntesis, la formación calcárea es muy importante desde el punto de vista geológico, paleontológico, minero, petrolero y además como atractivo turístico en los lugares en donde forma vistosos geositios.

Fuente: El Tribuno

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