¿Cuánto invirtió Bolivia para industrializar el litio?
En 10 años, el Estado boliviano destinó un aproximado de US$ 1.000 millones en la industrialización del litio, pero sin obtener todavía grandes resultados, situación que es cuestionada por especialistas, legisladores y el Comité Cívico Potosinista (COMCIPO).
De acuerdo con la presidenta de la entidad cívica potosina, Roxana Graz, en un lapso menor, dos años, los gobiernos de Chile y Argentina destinaron un presupuesto menor, US$ 400 millones pero con mejores resultados.
Estos países exportan actualmente carbonato de litio y lograron en 2022 ganancias de entre US$ 6.000 y 8.000 millones de dólares. En el caso de Argentina, este país logró crear baterías de litio con su propia tecnología, dijo el analista en minería de la Fundación Jubileo, Héctor Córdova.
La estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) informó que en 2022 las exportaciones de carbonato de litio y cloruro de potasio fue de 34.100 toneladas, lo que representó un ingreso de 555 millones de bolivianos.
Hasta ahora, según detalla Córdova, algunas de las obras construidas o en proceso de construcción son: la planta de cloruro de potasio, con un coste de unos US$ 200 millones; la fábrica de baterías de litio, que demandó una inversión de un millón y medio de dólares, aproximadamente; las piscinas de evaporación; la planta de tratamiento de agua, con un valor de 344 millones de bolivianos; la construcción de una planta industrial de carbonato de litio, que costó US$ 115 millones; además, se instaló servicios básicos, construyó caminos y se compró maquinarias.
En el caso de la planta industrial de carbonato de litio, señala, ésta debió ser concluida en 2022, pero su entrega se postergó para agosto de 2023, lo cual no se ha concretado hasta la fecha.
A eso se suma que la planta de cloruro de potasio funciona sólo al 15 por ciento de su capacidad y, de 20 piscinas de oxidación, sólo hay 12 en funcionamiento. La capacidad de producción es de 350 mil toneladas al año, pero sólo produce 50 mil al año.
“Después de tantos años, esa inversión debería rendir utilidades y regalías para la región (Potosí), pero no hay nada de eso, lo único que se produce es cloruro de potasio, en un volumen tan pequeño que el costo de producción es muy alto”, afirma Córdova.
Roxana Graz, por su lado, indica que la industrialización del litio debió iniciar hace dos años, pero hay constantes retrasos. “Mienten diciendo que hay industrialización, eso no es cierto, sólo quieren distraer”, sostiene.
El diputado Juan José Torrez lamenta que tanta inversión no haya dado resultados. “Es totalmente para nada lo invertido porque no tenemos industrialización con tecnología boliviana y sólo hay convenios para traer tecnología de afuera”, dice.
En septiembre de 2022, el ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, explicaba que Bolivia había invertido hasta ese al momento más de US$ 960 millones para la producción de carbonato de litio.
Se intentó comunicarse con la presidenta de la YLB, para conocer su criterio, pero desde la unidad de comunicación de esa empresa se informó que tenía una apretada agenda y no podía atender el requerimiento periodístico solicitado.
Fuente: LOS TIEMPOS/MINING PRESS