El maravilloso mundo de los minerales

En la actualidad se conocen en el planeta Tierra unos 5.700 minerales. Cada año se descubren algunos nuevos. Unos pocos minerales, la mayoría silicatos, constituyen más del 95% de todos los minerales conocidos.
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Entre ellos feldespatos, cuarzo, micas, anfíboles, piroxenos y arcillas. Esos son los minerales comunes y muy abundantes. El resto son escasos, raros y muy raros. Algunos rarísimos, ya que solo se reportaron cantidades ínfimas. Pensemos en armalcolita, un óxido de titanio descubierto en la Luna en 1969 y bautizado en homenaje a los tres astronautas: Armstrong, Adrin y Collins.

Los nuevos minerales son aceptados si reúnen las condiciones que definen a un mineral de acuerdo con la Asociación Mineralógica Internacional (IMA) y su Comisión para los Nuevos Minerales, sus Nombres, Nomenclatura y Clasificación (CNMNC). Entre otras cosas tienen que ser sustancias naturales, con una composición química y propiedades físicas definidas.

Muchos minerales que se formaron alrededor del hombre, por las actividades antrópicas, no son aceptados. Así como tampoco los minerales y aleaciones creados artificialmente. Muchos de ellos se conocen como tecnominerales y forman parte del nuevo tiempo terrestre, el Antropoceno. Tal como el sarro de las cañerías, las escorias de los hornos de fundición, los aceros especiales o las arenas termonucleares de Hiroshima que estudió el suizo Mario Wannier.

Minerales modernos

Los minerales, en el mundo moderno, se han clasificado en 10 clases diferentes siguiendo a Ernest Nickel y Hugo Strunz (2001). En primer lugar se encuentran los elementos, esto es elementos químicos de la Tabla Periódica que están en estado libre o elemental. Los metales preciosos oro y plata, el cobre y mercurio, hierro y níquel (mayormente meteoríticos), azufre y carbono (grafito, diamante), son algunos de ellos. También se han encontrado como nativos o elementales algunos semimetales como bismuto, arsénico, antimonio, selenio y telurio.

Sulfuros y sulfosales

La segunda clase son los sulfuros y sulfosales. Muchos de los metales industriales como el plomo, zinc, cobre, antimonio, bismuto, plata, molibdeno; metales raros de la electrónica moderna como germanio, indio, cadmio y galio provienen de vetas de sulfuros y sulfosales. El más universal de todos ellos es pirita, también llamada el "oro de los tontos".

Minerales comunes de esta clase son galena, esfalerita, calcopirita, bornita, calcosina, covelina, antimonita, molibdenita, enargita, las platas rojas o rosicleres pirargirita y proustita, los cobres grises tetraedrita y tennantita, entre otras más de 700 especies minerales de ese grupo. El notable mineralogista Ricardo J. Sureda, de la UNSa, se había especializado en ese grupo mineral y era un referente internacional del tema. En su homenaje se bautizó una especie nueva para la ciencia, suredaíta, un sulfuro de plomo y estaño de la mina Pirquitas (Jujuy).

La tercera clase es la de los haluros, o sea aquellos minerales formados por gases (cloro, bromo, yodo, flúor) y metales (sodio, magnesio, calcio, plata, cobre, etcétera). El más universal es halita o sal gema (cloruro de sodio). También otros cloruros, los potásicos y magnesianos, como silvita, carnalita y bischofita, de cobre (atacamita), de plata (clorargirita), etcétera. Fluorita (fluoruro de calcio) es el más común de los fluoruros. Yodargirita y bromargirita son el yoduro y bromuro de plata respectivamente.

Óxidos e hidróxidos

La cuarta clase comprende los óxidos e hidróxidos. Son los minerales que se forman por la unión del oxígeno con metales tales como hierro, cobre, manganeso, titanio, wolframio, niobio, tantalio, uranio, entre otros, que dan lugar a minerales como magnetita, hematita, cuprita, pirolusita, rutilo, ilmenita, wolframita, columbita-tantalita (coltán), uraninita, el hidróxido goethita y muchos más. Uno de ellos, el óxido de aluminio corindón, tiene las variedades zafiro (azul) y rubí (rojo). La gema crisoberilo es un óxido de berilio. Si se descuenta el óxido de silíceo (cuarzo), que es un silicato, probablemente el óxido más universal de la corteza sea la magnetita, que incluso aparece en Marte.

La quinta clase comprende los nitratos y carbonatos. Los nitratos se encuentran en su mayoría restringidos a la costa híper árida de Chile y Perú. Nitrato de potasio (nitro) y nitrato de sodio (nitratina) son las especies mayoritarias. Los carbonatos son muy abundantes y forman montañas enteras de las especies calcita y dolomita, caso de los Alpes Dolomíticos de Italia. Junto a aragonita son los carbonatos más universales. El anión carbonato se une a metales como cobre, hierro, manganeso, zinc,

plomo, etcétera, para formar los minerales malaquita, azurita, siderita, rodocrosita, smithsonita, cerusita y cientos más.

Boratos y sulfatos 

La clase sexta corresponde a los boratos. El boro se une especialmente a metales alcalinos (sodio) y alcalinos térreos (calcio, magnesio) para formar especies hidratadas como bórax, ulexita, colemanita, inyoíta, hidroboracita, entre otras. Los boratos se concentran en solo cuatro regiones en el mundo: Tíbet, Anatolia, California y Andes Centrales. La especie más universal de la clase boratos es ulexita.

La clase séptima comprende los sulfatos, acompañada por cromatos, molibdatos y wolframatos. El anión sulfato se une a muy variados metales para formar centenares de especies. El mineral de distribución universal es el yeso (sulfato hidratado de calcio) o su equivalente anhidro (anhidrita). La unión con cobre, hierro, sodio, magnesio, zinc, forman calcantita, brochantita, antlerita, melanterita, mirabilita, thenardita, epsomita, goslarita, jarosita, entre muchas otras. El cromato de plomo (crocoíta), el molibdato de plomo (powellita) y el wolframato de calcio (scheelita), forman también parte de la clase VII.

La clase octava comprende los fosfatos, arseniatos y vanadatos. El fósforo, arsénico y vanadio se unen al oxígeno y a distintos metales para dar especies como apatita (fosfato de calcio), turquesa (fosfato de cobre), vivianita (fosfato de hierro), etcétera. El níquel y cobalto forman los arseniatos annabergita de color verde manzana, generalmente oxidada sobre el arseniuro de níquel (niquelina), y eritrina de color lila sobre sulfuros de cobalto. Entre los vanadatos, vanadinita es el vanadato de plomo.

Silicatos

La clase nueve es la de los silicatos y por lejos la más numerosa. Además de contar con la mayoría de los minerales comunes, entre ellos los llamados petrogenéticos, o sea los formadores de rocas. Pensemos simplemente en el granito formado esencialmente por cuarzo, feldespatos y micas. El silicio y el aluminio tienen una gran capacidad para intercambiar sus lugares atómicos y muchos silicatos son a su vez alúmino-silicatos. La unidad básica de los silicatos son los tetraedros de silicio y oxígeno y se los clasifica de acuerdo a como ellos se organicen. Si son unidades aisladas, islas, se lo llama nesosilicatos y entre los ejemplos tenemos olivino (silicato de magnesio) y espodumeno (silicato de litio). Si son unidades hermanadas en pares se les llama sorosilicatos y un ejemplo es epidoto (silicato de calcio, hierro, etc.). Si son unidades encadenadas se les llama inosilicatos y pueden ser cadenas simples o cadenas dobles. Las cadenas simples corresponden a los piroxenos y el más universal es augita (silicato de calcio, sodio, magnesio, hierro, etc.). Las cadenas dobles son los anfíboles y el más universal es hornblenda (silicato de hierro, calcio, etc.).

Si las unidades de tetraedros forman anillos dan lugar a los ciclosilicatos y entre los ejemplos se tienen a las turmalinas (borosilicatos complejos con magnesio, manganeso, hierro, sodio, litio, etc.), así como también berilo (silicato de berilio), al cual pertenecen piedras preciosas como aguamarina y esmeralda.

Si las unidades de tetraedros forman láminas superpuestas dan lugar a los filosilicatos y entre ellos se destacan las micas (muscovita blanca y biotita negra) y las arcillas. El talco (silicato de magnesio) que acompaña al hombre desde la cuna es un filosilicato.

Si las unidades de tetraedros se organizan en armazones dan lugar a los tectosilicatos. Los feldespatos, el cuarzo, los feldespatoides y las zeolitas forman parte de este extenso grupo de minerales. Muchos de ellos son componentes esenciales de las rocas y otros pueden ser raros y hasta de gran valor económico por sus propiedades de intercambiadores catiónicos naturales como es el caso de las zeolitas.

Compuestos orgánicos

La última clase de la sistemática la constituyen los compuestos orgánicos. Son minerales de carbono, hidrógeno y nitrógeno con metales como calcio, sodio, fósforo, etcétera, relacionados con depósitos de guano, plantas superiores, hidrocarburos, conchillas de moluscos, entre otros.

Es interesante destacar que los elementos químicos forman los minerales, los minerales forman las rocas, las rocas forman las estructuras geológicas y estas dan lugar al esqueleto de la corteza. La química es la piedra basal de la mineralogía y la mineralogía es la piedra basal de la geología. Minerales y rocas son el sostén de la civilización moderna.

Fuente: El Tribuno / Ricardo Alonso

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