Ricardo Alonso: "Lo que hace la minería es cambiar la calidad de vida de la gente"

Salta 02/05/2023 Por Minería Sustentable
En jornadas de divulgación sobre minería, como la que realizó El Tribuno el jueves pasado en el Centro de Convenciones de Limache con el ciclo "Hablemos de lo que viene", era natural la participación de empresarios del sector, geólogos, eventualmente algún ingeniero y no mucho más.
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Pero el fenómeno de crecimiento exponencial de esta actividad en la Puna salteña hizo despertar el interés de otras especialidades y profesionales que también estuvieron en la cita de esta semana y que, quizás, nunca habían imaginado poder ingresar a un ámbito que ya empezó a cambiar, aunque todavía de manera incipiente, la realidad económica de la provincia.

Esa nueva participación fue advertida por el geólogo Ricardo Alonso, quien en una entrevista con este diario habló sobre los desafíos que enfrenta la minería a medida que continúa su avance en Salta.

"Justamente, Diego Pestaña (presidente de la Cámara de Proveedores de Empresas Mineras de Salta) resaltó que va a haber que mover cinco millones de toneladas de materiales a la Puna en los próximos años para construir prácticamente ciudades enteras arriba, es decir comunicaciones, energía, lo que tiene que ver con transporte, logística e infraestructura y todo eso hace de que, obviamente, todas las profesiones tengan algún rol para desempeñar", indicó el reconocido académico.

¿Qué es lo que se tiene que hacer o evitar para que lo salteños puedan aprovechar este boom minero?

Para que la minería se desarrolle tiene que haber una sinergia de todos los actores del sector. La minería es un campo muy complejo. Siempre digo que la minería tiene complejidad, singularidad y esencialidad, y por eso tiene un Código Minero. Es la única actividad que tiene un código de fondo. No hay un código de fondo de petróleo, agricultura, ganadería, o lo que sea. Hay código de fondo de minería justamente porque ya desde el 7 de mayo de 1813, cuando se pensó la ley minera de la Argentina y cuando se hizo el código de minería, tomaron en cuenta eso. Entonces, para que no fracase el tema minero tiene que haber un acompañamiento de todos los actores del sector. ¿Por qué Salta es una excepción? Es una excepción porque todos los gobiernos de hace más de 30 años o 40 años han venido ayudando, acompañando y desarrollando la minería.

Hay tres minas de litio en construcción en la Puna que van a empezar a producir entre 2024 y 2025. ¿Qué se puede esperar alrededor de eso?

Todo esto lo que va a lograr es que haya mayor demanda que oferta. O sea, se van a demandar toda clase de servicios, toda clase de profesionales. Y además, lo más importante de todo, es que los empleos que se crean son con servicios de calidad. Tengo en este momento alumnos míos que ya están cobrando sueldos de profesionales y se han ido a trabajar sin haberse recibido. No solamente ganan muy buenos sueldos, sino también todo en blanco, con obras sociales de primera calidad. Y esto es lo que hace la minería, es cambiar la calidad de vida de la gente. Pero claro, también tiene el sacrificio de estar en la Puna, con 20 o 30 grados bajo cero, con todo lo que significa la hipoxia, la hipobaria.

¿Hace falta concientizar más a la población en general sobre los beneficios de la minería? ¿Es una materia pendiente?

Por supuesto que sí, todo lo que sea educar, enseñar. Hoy hay un salto de calidad. Antes para un chico en San Antonio de los Cobres su único destino era criar ovejas y hoy maneja camiones de 50 toneladas fuera de ruta o estudia en la Unsa. Tengo varios alumnos míos que son de la Puna y para mí es un orgullo, porque cuando yo trabajé en la Puna en la década del 80 los padres eran analfabetos y pastores. Hoy esos chicos están estudiando en la universidad. Eso es un salto de calidad que solo puede dar la minería. Por otro lado, siempre se habla de la regalía provincial y se entran todo en ese 3% que se cobra, que no tiene absolutamente nada que ver con el más del 60% de la carga tributaria que aporta la minería, como lo dijo muy bien, lo explicó muy bien el año pasado en El Tribuno Daniel Jeréz, que es un experto porque es contador y geólogo, entonces conoce los dos campos y hoy es asesor del Banco Mundial. Hay montones de estudios que te muestran que eso no es así como lo muestran.

Hay una cuestión que se debe resaltar también es que en la parte tributaria, específicamente, queda muy poco para las provincias mineras y la mayor parte la percibe Nación...

Exacto, eso se viene repitiendo desde hace muchísimos años. La famosa coparticipación, toda esa masa de dinero va para la Nación y después la distribuye a gusto y criterio. Pero, lamentablemente, esto es un país así, no hay mucho para discutir sobre eso. Habría que cambiar toda la legislación nacional para que eso cambie. Entonces, nosotros lo que tenemos que lograr es lo máximo en las cadenas de valor. Por ejemplo, llegar a las sales de litio, que es el carbonato de litio, el cloruro de litio, el hidroxilo de litio, el fosfato de litio, que esa es la punta de la cadena de valor. Porque también se habla, desinformando, de la batería de litio y resulta que la batería no tiene nada que ver con la cadena de valor del litio.

Representa un pequeño porcentaje en la composición de una batería...

En Argentina no tenemos ninguno de los elementos que hacen falta para la batería. Lleva cobalto, grafito y cobre y nosotros en el país no tenemos ni un gramo de grafito ni de cobalto, y tenemos 60 millones de toneladas de cobre fino ubicada, pero no sacamos ni un kilo. Las grandes plantas de batería están todas ubicadas en el sudeste asiático y frente al sudeste asiático está el productor más grande del mundo de litio, que es Australia, que lo saca de la roca. Entonces, ¿qué sentido tiene? Un fabricante de batería compra el litio que necesita en cualquier lugar del mundo.

¿Qué va a pasar con Salta cuando se acabe la demanda del litio? Porque puede cambiar la tecnología para almacenar energía y que no sea con baterías de litio, por ejemplo, o que se empiecen a reciclar las que ya están...

Bueno, yo dije que hace 500 años que hacemos minería y tenemos minería para 500 años más, de acuerdo a La Ley de Nolan, que indica que el recurso de los metales aumenta geométricamente a medida que baja su contenido de aprovechamiento. Los Incas sacaban los metales nativos, los españoles explotaron las vetas y hoy se abren los yacimientos directamente al cielo abierto. Ese es el avance que ha habido en el aprovechamiento, y cuanto menor el contenido de lo que uno busca en la roca aumenta exponencialmente el contenido. Por eso yo soy un enemigo del cierre de minas, para mí el cierre de minas es un error. Pero esto es una discusión más larga que podría generar controversia. Todo el mundo habla de cierre de minas, pero el cierre de minas, siguiendo estos otros conceptos de la filosofía de la minería, es un error. Porque una mina no se agota nunca. Ahí tenés Cerro Rico en Potosí, que comenzó en 1545 a explotarse, dio esplendor económico a España, y todavía al día de hoy hay 10.000 mineros de cooperativas trabajando en Potosí. Entonces, ¿se agotó? No se agotó nada.

Fuente: El Tribuno

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