El viernes aterrizó esta aeronave Beechcraft 200, en el Aeródromo Belgrano, con mineros.
El aterrizaje de emergencia de un avión con desperfectos técnicos y posterior cierre del aeropuerto internacional Martín Miguel de Güemes durante más de cuatro horas el viernes pasado, encendió las alarmas sobre la urgencia de contar con una estación alternativa, en especial para los vuelos más chicos, como los que utiliza el sector minero.

En la zona norte de la ciudad está ubicado el Aeródromo General Belgrano (GBL), y a metros funciona el Aero Club. Para que allí puedan operar más aviones pequeños y medianos solo hay que asfaltar una pista de unos 1.500 metros aproximadamente. De esa forma, el aeródromo descomprimirá al aeropuerto Martín Miguel de Güemes, que está bajo el manejo de Aeropuertos Argentina 2000. Hay que tener en cuenta que la minería moverá más vuelos en los próximos años.

El incidente

El viernes, a las 10.17, un avión Beechcraft King Air 200 con matrícula LV-WPM de la empresa salteña Flightec tocó piso sin poder desplegar el tren de aterrizaje. Este prestaba servicios para la industria minera y llegaba a Salta desde Antofagasta de la Sierra, en Catamarca, con nueve pasajeros que salieron de la aeronave por sus propios medios y resultaron ilesos.

Este tipo de servicio no era el único que llegaba a Salta ese día. En total eran tres aviones y el segundo justamente aterrizó en el aeródromo Belgrano, con ocho pasajeros. Uno de ellos venía con asistencia respiratoria por problemas de salud. El tercer vuelo, según confiaron fuentes, se volvió a Antofagasta de la Sierra, en Catamarca.

"Si además de pavimentar la pista se ponen balizas, se podrá operar de noche", afirmó a El Tribuno Alejandro Morales, jefe del Aeródromo Belgrano. "Siempre estuvimos dispuestos a colaborar con las instalaciones. No solo en este tipo de eventos. El aeródromo está en un punto estratégico, puede funcionar para vuelos sanitarios con una pista pavimentada", agregó.

"Nosotros operamos con aviones pequeños y medianos, como los charters y podemos sumar los Learjet (sanitarios). Con una pista asfaltada, cambia el 100% la categoría, no es lo mismo operar en una pista de pavimento que de pasto. Necesitamos que se tome esa decisión política que beneficiará a Salta", acentuó Morales.

Condiciones

En la zona pública de maniobra y movimiento de ese aeródromo, hay cerco perimetral para la seguridad. En el Aero Club, además, hay un espacio de confitería. Con esa infraestructura piensan en un proyecto de refacción para contar con una miniestación. "Esto es para cuando haya gente en un embarque. Se puede hacer una sala de estar. El aeródromo está preparado para operar más y tiene una muy buena ubicación", resaltó Morales.

Fuentes señalaron que la comisión directiva del Aero Club Salta está abierta a la instalación de bases de operaciones para empresas tanto de transporte como de trabajo aéreo , descongestionando el aeropuerto de vuelos como los mineros que podrían operar tranquilamente en el Aeródromo GBL. Destacan que el Hospital Público Materno Infantil queda a cinco minutos. De ese modo, es la mejor alternativa para los vuelos sanitarios.

Complicación

El mayor problema que presenta la actual pista es en el verano, por las lluvias. Si hubiera una pista en condiciones, varios vuelos ya no tendrían que ir hasta Jujuy ante un cierre del aeropuerto Martín Miguel de Güemes. "La actividad aérea debido a las mineras se va multiplicar por 10 y las probabilidades de que un incidente ocurra de nuevo son demasiado altas", señalaron otras fuentes de la aviación.

"Es una decisión política asfaltarlo más aún cuando se está haciendo la autopista. Una simple ampliación de contrato podría solucionar definitivamente la alternativa óptima para Salta", señalaron.

Fuente: El Tribuno