El nuevo escenario mundial ya afecta la minería salteña

Canadá ordenó a empresas chinas a retirar inversiones en proyectos de litio. La medida, "de seguridad nacional", impactó en el Salar de Arizaro.
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Más que nunca, la compleja política internacional se metió en Salta. Las tensiones entre las naciones que son potencias impactan directamente en la provincia a través de la minería. No solo la mayoría de las inversiones en la actividad provienen de esos países, sino también lo que está en juego es un mineral estratégico para la transformación energética a la que se dirige el mundo: el litio, que abunda en estas latitudes.

Esa situación repercutió hace unos días, y podrá tener otras consecuencias, tras la orden del Gobierno de Canadá a tres empresas de ese origen para que dejen de compartir proyectos de litio con capitales chinos. La decisión afectó al yacimiento de la Puna salteña del Salar de Arizaro. Allí la canadiense Lithium Chile tuvo que separarse de la compañía china Chengze Lithium.

La firma oriental recibió la orden de la División de Revisión de Inversiones de Canadá para deshacerse de su rol societario en el proyecto, del que contaba con el 19,35% de las acciones ordinarias.

La medida se tomó, según la comunicación oficial, tras una revisión de la inversión extranjera que puede representar una amenaza para la "seguridad nacional y cadenas críticas de suministro de minerales" de Canadá.

De inmediato, hubo una respuesta de China. El Gobierno oriental afirmó que "tomará las medidas necesarias para salvaguardar los derechos e intereses de sus empresas". Instaron a Canadá "a dejar de politizar las cuestiones económicas y comerciales".

La orden del primer ministro Justin Trudeau también afecta a las empresas chinas Sinomine, que cuenta con inversiones de litio en el país africano Zimbabwe, y a Zangge Mining Investment, que comparte con la canadiense Ultra Lithium el proyecto catamarqueño Laguna Verde, ubicado en el Salar de Antofalla.

Incertidumbre

Bajo el argumento de que el litio es un elemento de seguridad nacional para Canadá también podría caer otra sociedad con una empresa china en Salta, aunque hasta ahora no existe algún anuncio al respecto. Se trata del proyecto de litio Sal de la Puna, ubicado en Pastos Grandes que comparten Arena Minerals con la china Ganfeng New Energy Technology Development, que posee el 35% de las acciones en ese yacimiento.

La minera canadiense y su asociada oriental llevan invertidos 22 millones de dólares en el citado proyecto, que ya tiene más de 3.000 metros de perforación diamantina, pozos de gran diámetro, una planta piloto y un estanque, además de los estudios de ingeniería para procesar cloruro de litio.

Perjudicadas

Desde Lithium Chile lamentaron la partida obligada de su exsocia china Chengze del proyecto de litio en el Salar de Arizaro. El yacimiento salteño está en fase de exploración y hasta los últimos estudios cuenta conun recurso total estimado hasta en 1.420.000 toneladas de litio.

"Chengze Lithium Group ha sido un accionista solidario de Lithium Chile durante estos últimos 11 meses. Su equipo técnico en Argentina ha brindado una excelente perspectiva y asesoramiento a nuestro equipo argentino a medida que avanzamos en nuestro proyecto Arizaro", señalaron el lunes pasado en un comunicado de la empresa canadiense.

A pesar del lógico perjuicio de la noticia entre sus inversores, en Lithium Chile trataron de llevar calma: "Hemos recibido más de una docena de solicitudes de personas y empresas de todo el mundo que preguntan sobre el bloque de acciones de Chengze; esperamos que este problema se pueda resolver a satisfacción de todos", dijo Steve Cochrane, presidente y CEO de la compañía.

Del otro lado de la frontera provincial, en Catamarca, los directivos de Ultra Lithium fueron más duros con el Gobierno canadiense. "La junta directiva y la gerencia de la compañía están muy sorprendidas por la política de Canadá contra la inversión china en los proyectos de litio y creen que el anuncio ha sido perjudicial para los muchos accionistas canadienses de la compañía", señalaron en un parte de prensa.

En China se refina más de la mitad del total del litio mundial, pero no da abasto con la producción interna del mineral para esa industria, por lo que ese país promociona desde hace años la minería en otros países. Por otro lado, tras el inicio de la guerra de Rusia en Ucrania, tanto en Canadá como Estados Unidos recién empezaron a poner un ojo en tratar de asegurar las cadenas de suministro de minerales.

Rusia

No fue la primera intromisión del caótico escenario internacional en el negocio minero salteño. En febrero pasado, luego de desatarse la invasión en Ucrania, la canadiense Alpha Lithium decidió frenar los planes de inversión en litio que tenía con la empresa estatal rusa Uranium One en el Salar de Tolillar.

La compañía, que pertenece al grupo Rosatom (Corporación de Energía Atómica del Estado de Rusia), había acordado adquirir el 15% del proyecto de litio en la Puna salteña que comprende 27.500 hectáreas. Sin embargo, la inversión, que en ese momento iba a ser de 30 millones de dólares, se suspendió .

La minera canadiense indicó en un comunicado que optó por «suspender provisionalmente el cierre de esa transacción". Agregaron: "la compañía no tiene conocimiento de ninguna sanción actualmente vigente contra Uranium One, sus subsidiarias, afiliadas o sus ejecutivos y que esta decisión se está tomando de manera responsable y en el mejor interés de los accionistas".

Fuente: El Tribuno / Pablo Ferrer

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