La falta de capacitación es una realidad preocupante en la Puna
En San Antonio de los Cobres existen dos bases de datos de habitantes puneños que se postulan para trabajar en minería y que suman más de 1.500 personas. Entre ellas, sólo la mitad tiene secundario completo y un pequeño porcentaje cuenta con estudios terciarios o universitarios. Es un cuello de botella para las búsquedas laborales que realizan las empresas del sector, sobre todo las que están entrando en fases más avanzadas en sus proyectos.
“La realidad es que la mayoría de las personas que están desocupadas y se inscribieron en la bolsa de trabajo no está capacitada. Por eso planteamos que se conforme un plan de capacitación acorde a lo que necesitan las empresas mineras”, remarcó a este diario el senador por Los Andes, Leopoldo Salva. La oferta educativa sobre carreras o especializaciones referentes a la minería evidentemente es escasa, sobre todo para las poblaciones adyacentes a los yacimientos.
Un ejemplo es la Tecnicatura de Minería que se dicta desde 2013 en Campo Quijano, que es la única posibilidad educativa de ese tipo de Salta. Hasta ahora se graduaron 58 alumnos y alumnas, quienes completaron los tres años que componen la tecnicatura, que tiene una alta demanda. Este año se inscribieron más de 600 personas para cursar en el establecimiento, pero solo hubo lugar para 85.
La UNSa, en tanto, habilitó el año pasado en San Antonio de los Cobres la Tecnicatura Universitaria Industrial Electromecánica. Y por otro lado, hay iniciativas privadas sobre talleres cortos, que son también auspiciados por el Gobierno provincial. Uno de los impulsores es la Cámara de Proveedores de Servicios Mineros y Turísticos de la Puna (Caprosemitp), que desde hace un par de años empezaron a diseñar y organizar cursos de capacitación para los habitantes puneños.
Fuente: Pablo Ferrer / El Tribuno