El impacto de la economía global en la minería argentina: la visión de la CAEM



Bajo la moderación de la directora ejecutiva de CAEM Alejandra Cardona, Natacha Izquierdo, Directora de Operaciones de ABECEB, Juan Pablo Rotschild, socio de Marval y Lorenzo Sigaut Gravina, Director de Análisis Macroeconómico de Equilibra, se refirieron a la situación económica argentina, cuál es la actualidad y el futuro de los diferentes metales metalíferos y un aspecto trascendental como la eliminación del CIBU.
La economía argentina ante un complejo panorama
Lorenzo Sigaut Gravina, Director de Análisis Macroeconómico de Equilibra, comenzó brindando un panorama de cómo está la economía y que puede venir hacia adelante.
Sigaut resaltó que dentro de la política económica del gobierno se encuentra mantener el tipo de cambio bajo a toda costa con el objetivo que la desinflación se consolide.
Para el Director de Análisis Macroeconómico de Equilibra, el gobierno confía lograr una victoria solida en las elecciones para de esa manera poder hacer reformas estructurales y recuperar el acceso al mercado financiero, con una “campaña sin plata pero con un relato fuerte, donde ganó el primer round en el que bajó la inflación y consiguió una recuperación de la actividad”.
Cómo aspectos a mejorar, enumeró que a las empresas todavía les rige las restricciones cambiarias, un salario público muy castigado, jubilaciones mínimas con un que bono tendría que estar más del doble si se ajustara a la inflación, disminución puestos de trabajo, un consumo masivo estancado, y un riesgo país bajo pero no lo suficientemente para la mirada del exterior y en esa línea destacó que “a pesar de semejante ajuste el gobierno sigue teniendo un apoyo del 50%”
Para más allá de las elecciones de octubre, anticipó un cepo habilitado para las empresas, y dejó la incógnita sobre a cuánto se va a ir el dólar, con un panorama “muy complejo”, por los pagos de deuda que deberá afrontar el país.
El oro como refugio y el cobre clave para el futuro
Natacha Izquierdo, economista muy vinculada al sector minero, describió los principales riesgos y oportunidades que presenta ante este escenario global, haciendo foco en tres aspectos. Precios, con una tensión entre refugio y desaceleración global, actividad, donde China desacelera e impacta en la demanda estructural, y la inversión con las empresas con más cautela, haciendo foco en proyectos sólidos y trazables.
La especialista diferenció la situación de cada mineral. Por un lado resaltó el rol histórico del oro como activo refugio, la plata jugando otro partido estando más expuesto a la actividad industrial, donde tiene más impacto en la recesión global, destacó como buena noticia para el litio que Estados Unidos lo haya eximido de sus aranceles, apareciendo una gran oportunidad para argentina, con los grandes desafíos del precio por el freno de la agenda de electromovilidad, y ubicó al cobre más estable a largo plazo.
Con respecto al oro, resaltó que representa el 60% de las exportaciones mineras argentinas, y que ante la posible recesión global, impulsa el valor de oro como refugio, y lo posiciona como un actor clave para el sector minero argentino.
En el caso del cobre, su demanda responde directamente al nivel de actividad industrial y la construcción global, y son los sectores hoy más afectados por la desaceleración China, pero enfatizó que aunque pueda haber una caída coyuntural, el cobre es clave para el futuro energético, ”ya que por el momento es insustituible en redes eléctricas, en vehículos eléctricos, en energías renovables, , y esta transición energética no necesita menos cobre, sino que necesita más cobre, por lo que la paradoja es que mientras su demanda de corto plazo hoy se debilita, su rol estructural se fortalece en el mediano y largo plazo”.
La economista sostuvo que el escenario global está generando un cambio de tono en las decisiones de las inversiones mineras, en el que hay dos factores claves que están en juego: “por un lado el aumento en el costo del crédito, con tasas más altas y mayor volatilidad financiera, que encarece el fondeo de los proyectos, y por el otro lado la incertidumbre macro tanto global como regional que lleva a los inversores a postergar decisiones o a exigir más condiciones a los proyectos”.
De cara a futuro vislumbró que el “escenario indica que sigue en alza el precio del oro, y esto podría tener obviamente un mayor impacto en el ingreso de divisas, mientras que con el litio por el momento no vemos que haya un repunte del precio por lo menos en el corto plazo”.
El cambio de paradigma que generó la derogación del CIBU
Por último Juan Pablo Rotschild, socio de Marval, explicó las implicancias de la derogación desde abril de este año del "CIBU" (Certificado de Importación de Bienes Usados), cambiando el paradigma por todo lo que trae esta modificación del régimen que aplica para la importación de bienes de capital usados
Rotschild manifestó que “en un sector como el minero que es un gran utilizador de estos bienes, que en general tienen un valor altísimo, el CIBU era un cuello de botella, generándose durante el año pasado más de 1500 expedientes, donde se podía llegar a generar algún método alternativo para poder acceder a esos equipos”.
Destacó dos temas en particular: “en primer término que se autoriza sin aptitud funcional, donde no es necesario que el equipo que se importe funcione perfectamente cómo se requería antes, acompañado también por el permiso para traer partes piezas o repuestos que se necesiten para refaccionar o poner en funcionamiento los bienes de capital que se importan”.
El otro aspecto que mencionó es que “no implica que sea un piedra libre para cualquier tipo de productor en cualquier estado y circunstancia, continúan aplicándose las restricciones y condicionamientos que hacen a la seguridad, protección del medio ambiente, pero ya no como restricción económica, no piden demostráme que no hay industria local para autorizar a importar a los equipos”.
En el tema jurídico remarcó que lo más interesante llega por el valor de los bienes, con una carga tributaria del doble a que si fueran nuevos.
Sobre las implicancias económicas que ocasionó esta modificación, sin profundizar en el tema, diferenció a los que están “contentos” con la situación (los empresarios que adquieren los bienes), con los que forman parte de la industria metalmecánica en el país que seguramente se ve afectada por lo que les pueda afectar en el mercado laboral y en el flujo de divisas.
La mayoría de estas operaciones se dan entre empresas vinculadas, como puede ser la casa matriz o alguna subsidiaria que ya no necesitan estos equipos
Como conclusión consideró que “puede ser una oportunidad interesante para la reducción de costos, con mejor tecnología a menores valores”.
Fuente: Ambito Financiero

