Por Pablo Ferrer

El martes pasado, el gobernador Gustavo Sáenz sorprendió al anunciar que “el sueño del corredor bioceánico está cada vez más cerca”. Lo dijo tras una reunión en Buenos Aires con el ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo, y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos.

Unir el Atlántico con el Pacífico en una línea logística de integración comercial que atraviese Chile, Argentina, Paraguay y Brasil en torno al Trópico de Capricornio es un viejo anhelo por estas latitudes y en ese plan Salta tiene un rol estratégico por su ubicación geográfica. En ese panorama, se abren más oportunidades de desarrollo para la Puna salteña a través de la minería.

La mención del mandatario salteño tiene que ver con el proyecto Corredor Bioceánico de Capricornio. Se trata de un plan maestro de integración y desarrollo que actualmente se encuentra en ejecución y es financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). En torno a ese programa se empezó a avanzar con más intensidad durante 2024 y en este inicio de año con diferentes reuniones de coordinación entre diversos actores gubernamentales, de actividades productivas y representantes de comunidades que son parte de la ruta que se está diagramando.

El plan maestro, que cuenta con un fondo no reembolsable de 600.000 dólares, arrancó a ejecutarse desde marzo pasado y tiene un plazo de 36 meses para su presentación. La consultora internacional Slott Consulting está a cargo de los estudios de infraestructura física y digital, que incluyen mejoras en rutas, conexiones ferroviarias, logística y abastecimiento energético.

Puntualmente, sobre los alcances y beneficios que esta iniciativa traerá para la actividad minera y la región puneña, Juan José Martínez, coordinador General de la Secretaría de Minería y Energía de Salta, explicó a El Tribuno que este rubro será uno de los más beneficiados por el incentivo que tendrá sobre las inversiones.

“Hoy en el auge de las inversiones mineras este tipo de proyectos y de obras a futuro toma vital importancia en los distintos ejes de trabajo, en particular en todo lo que es la mejora de logística, que va a permitir bajar costos de transporte, generar nuevos o potenciales nuevos mercados a futuro”, sostuvo el funcionario.

El proyecto abarca cuatro regiones clave: Salta (Argentina), Antofagasta (Chile), Boquerón (Paraguay) y Mato Grosso do Sul (Brasil).

Las empresas mineras no son ajenas a este proyecto. Según Martínez, las cámaras y compañías del sector están participando activamente en las reuniones del corredor, aportando ideas y necesidades para mejorar la competitividad del sector.

“Las empresas mineras son impulsores clave de este proyecto. Su participación es fundamental para lograr que el corredor sea lo más eficiente posible y que se den soluciones concretas a las necesidades del sector”, afirmó el coordinador.

La mejora en la conectividad permitirá a Salta exportar minerales con mayor facilidad hacia los mercados asiáticos, a través del Paso de Sico, donde la demanda de materias primas ha crecido exponencialmente en los últimos años por las energías limpias.

Hacia el otro lado del corredor, rumbo al Atlántico, la provincia tiene un destino fundamental en Brasil, que es el mayor comprador de los boratos salteños.

El desafío del C14

Uno de los aspectos clave para el éxito del corredor es la mejora del ramal C14, una conexión ferroviaria que actualmente opera con una capacidad limitada de 150.000 toneladas anuales, pero que tiene el potencial de alcanzar los 2 millones de toneladas anuales con las inversiones adecuadas.

“El Ramal C14 requiere mejoras en su infraestructura y operación para alcanzar su máximo potencial. El Gobierno provincial está trabajando en proyectos de nodos logísticos en General Güemes y Olacapato, que podrían conectarse con el ramal en el futuro”, explicó Martínez.