El desafío de Salta en un año crucial con el litio
Por Pablo Ferrer
El inicio de 2025 plantea una serie de incógnitas alrededor de la minería de litio en Salta, luego de que desde la segunda cuarta parte del año pasado las inversiones en la exploración y desarrollo de los salares con este metal se ralentizaron y, en algunos casos, se suspendieron tras la abrupta caída en los precios de su comercialización. No fue ese el caso de los proyectos litieros en fase de construcción (son tres, más uno que ya está en producción), que continúan sin interrupciones e incluso están previstas sus ampliaciones.
A pesar de las excepciones de las cuatro plantas que siguen su marcha, el parate o merma de actividad en el resto de los proyectos, que suman al menos 20, tuvo su inmediata repercusión sobre el empleo y el movimiento económico que se registraba en la provincia gracias al litio.
Un ejemplo más que claro sobre esto, es que en el medio de la crisis por la pérdida de trabajo en todo el país en la mayor parte de 2024, Salta fue la única junto a Neuquén (por Vaca Muerta) que no solo mantuvieron su puestos formales de empleo privado sino que los aumentaron con respecto a años anteriores, de acuerdo a datos del Ministerio de Capital Humano de Nación.
Asimismo, el ingreso de capital para la minería y lo que de ello se derivó para proveedores locales y para el sector de la construcción produjo que el Gobierno salteño bajará en cinco puntos porcentuales, según dijo el ministro de la Producción, Martín De los Ríos, la dependencia de los recursos que destina Nación para el funcionamiento del Estado provincial. Esto es que en coparticipación federal y otros fondos de origen nacional el presupuesto provincial se abastecía en alrededor de un 70% y ahora, siguiendo la versión oficial, es de un 65%.
Pero con la desaceleración de las inversiones en litio empezó la incertidumbre. En el caso de la cadena de bienes y servicios a la minería la actividad cayó en un 50%, como lo aseguraron desde la Cámara de Proveedores de Empresas Mineras de Salta (Capemisa).
De igual manera, el empleo formal en la construcción salteña, que había llegado a números históricos en la primera mitad de 2024 gracias a la obra privada motorizada por la minería, comenzó a descender.
Los últimos datos sobre el trabajo registrado en la construcción confirman una tendencia que se venía dando desde el arranque de la segunda mitad de 2024 en Salta: primero un achatamiento en la creación de nuevos puestos y ya hacia fin de año la pérdida de trabajo en la actividad.
De acuerdo a un informe del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric) en octubre pasado se contabilizó la menor cantidad de empleados en blanco en la actividad en Salta, hasta esa altura del año pasado, con 11.378 puestos. Significó una baja del 7,8% con respecto al mismo mes del año pasado (cerca de mil empleados menos) y en relación a septiembre, la caída fue del 2,3%.
A pesar de esos números, Salta es la única provincia del país que en los datos acumulados entre enero y octubre de 2024 registró una mayor cantidad de obreros de la construcción que en los mismos 10 meses de 2023, con un crecimiento interanual del 1,6%. En todos los otros distritos los indicadores son negativos, también Neuquén, que hasta septiembre mantenía con Salta esa particularidad.
Exceso de oferta
La caída del precio del litio tiene que ver fundamentalmente con dos factores. Por un lado, hay un exceso de oferta de este mineral y por otro la demanda no creció al ritmo que se esperaba en países que apostaron a los vehículos eléctricos (con baterías de litio).
En la línea de tiempo de los valores de referencia del carbonato de litio a nivel internacional, la tonelada de este producto llegó a un pico de más de US$80.000 en 2022, comenzó en 2023 con una marcada tendencia bajista que llegó a una baja del 82% hacia principios de 2024. Y en la actualidad, los precios se han recuperado escasamente, con valores que rondan los US$10.000 por tonelada.
Analistas del Bank of America (BAFO) dieron cuenta en una publicación reciente que el mercado del litio enfrenta un superávit que se mantendrá hasta 2025. Este exceso es resultado del rápido crecimiento de la producción, especialmente de minas de roca (en Australia). Se espera un reequilibrio para 2026 y un posible cambio a déficit, por lo tanto en mejoras de los precios, en 2027, impulsado por "una mayor disciplina en la producción y un incremento en la demanda".
El panorama coincide con las proyecciones de la minera multinacional Rio Tinto, que en diciembre pasado anunció una inversión de 2.500 millones de dólares en el proyecto de litio que tiene a cargo en el salar salteño Rincón. "Lo vemos como un proceso contracíclico. Porque vemos que va a aumentar la demanda del litio en los próximos años", dijo al respecto en esa oportunidad a El Tribuno el director general del proyecto, Guillermo Caló.
Sin embargo, no es todo tan simple. El informe del BAFO señala que las tasas de adopción de vehículos eléctricos fuera de China han sido más lentas de lo esperado, lo que ha llevado a un ajuste en las proyecciones de crecimiento. Además, las decisiones geopolíticas y estratégicas, como los incentivos gubernamentales para proyectos en Estados Unidos y Europa, han incrementado la oferta, complicando aún más el equilibrio del mercado.
Optimismo
A todo esto, desde la Secretaría de Minería y Energía de la Provincia hay una mirada positiva. En un mensaje que transmitieron desde el organismo por redes sociales a modo de balance de 2024 afirmaron que la actividad en Salta "mantiene su firme crecimiento, consolidándose como un motor de desarrollo económico, social y ambiental".
"El liderazgo de nuestra provincia en el litio continúa afianzándose con más fuerza que nunca, con proyectos que ya inauguraron sus plantas comerciales y otros que los siguen de cerca", resaltaron, entre otro puntos.
Y destacaron, además, la adhesión al Régimen de Incentivo a Grandes Inversiones (RIGI).
Fuente: El Tribuno