El método es ambientalmente más sostenible y requiere menos tiempo que los proyectos tradicionales de salmueras, para los cuales todavía no existen definiciones sobre la participación de privados.

En diciembre, Quiborax, el tercer mayor productor mundial de ácido bórico, recibió una autorización experimental de la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN) para realizar pruebas tendientes a determinar la mejor opción de extracción directa y otras tecnologías.

Para conocer más al respecto de esta iniciativa, que se desarrolla en la región chilena de Arica y Parinacota, BNamericas conversa con el director jurídico de Quiborax, Daniel Ocqueteau.

BNamericas: ¿Qué capacidad de producción anual y qué inversión implica el proyecto?

Ocqueteau: Vamos a invertir cerca de US$70 millones y la vida útil del proyecto será de unos 11 años, a una razón de producción de 2.000t anuales de carbonato de litio. Es de menor escala que los grandes proyectos industriales de litio, pero con muchos beneficios, ya que no interviene un salar y no hay afectación a las comunidades indígenas por el hecho de estar en una planta industrial que ya cuenta con las autorizaciones sectoriales, sanitarias y medioambientales. Además, es un proyecto basado en la economía circular, ya que obtendremos un mineral útil a partir de residuos y ripios que ya no sirven, en estricto rigor.

BNamericas: ¿De qué trata la autorización experimental que obtuvieron de la CCHEN?

Ocqueteau: La autorización es un hito clave para cualquier proyecto de litio, en particular para el nuestro, que tiene la particularidad de recuperar litio desde los ripios que hemos acumulado en 30 años de producción de ácido bórico, que son cantidades bastante relevantes para recuperar litio.

La autorización nos habilita para hacer las pruebas de procesamiento y los pilotajes, ya que ese organismo tiene la potestad para autorizar cualquier acto o contrato en relación con el litio, especialmente desde 1979, cuando se decretó el litio como propiedad del Estado. En estos momentos, estamos tratando de identificar cuál es el mejor desarrollo tecnológico para obtener o recuperar el litio mediante un proceso de extracción directa, que es uno de los principios de la estrategia nacional del litio.

BNamericas: ¿Están piloteando tecnologías de extracción directa de litio [EDL]?

Ocqueteau: Existen muchos métodos, los cuales estamos analizando luego de obtener la autorización de la CCHEN para hacer las pruebas de procesamiento. Estamos en conversación con algunas empresas extranjeras que hoy están más avanzadas en EDL, como las que están en Argentina.

BNamericas: ¿Por qué Quiborax no comenzó antes con la extracción de ripio a partir del material acumulado?

Ocqueteau: Simplemente porque no sabíamos cómo hacerlo, ya que no estaban las tecnologías para emprender este proyecto innovador. La industria del ácido bórico es muy específica, se hace camino al andar todos los días. Recién hace algunos años logramos automatizar el proceso gracias al avance de la investigación y desarrollo.

BNamericas: ¿Qué más hace falta para avanzar en la etapa experimental y procesar el litio?

Ocqueteau: La ventaja de este proyecto es que puede ejecutarse a corto plazo y podríamos empezar a producir de aquí a tres años, si se dan las condiciones.

Nos queda tramitar las autorizaciones sectoriales, pero, al ser un proyecto que no interviene ningún ecosistema de salar, sino ripios que están en una planta industrial que ya tiene muchas autorizaciones vigentes, podríamos entrar al Sistema de Evaluación Ambiental [SEA] a través de una declaración de impacto ambiental.

Por otra parte, el botadero de ripio ya tiene una resolución de calificación ambiental favorable, por lo que los plazos para ejecutar el proyecto son bastante acotados en comparación con un proyecto de litio tradicional en un salar. Evidentemente, también necesitaremos que el Estado nos otorgue un contrato especial de operación de litio, para lo cual ya estamos realizando las gestiones.

BNamericas: Antes de entrar en producción, varios proyectos de litio ya tienen un acuerdo firmado con algún consumidor final, especialmente del área de fabricación de baterías para vehículos eléctricos. ¿Cuál es la situación de Quiborax?

Ocqueteau: Todavía no tenemos un acuerdo comercial, pero muchas empresas ya nos han contactado, porque están interesadas en este proyecto a corto plazo para asegurar su insumo y stock.

BNamericas: ¿Este proyecto de producción de litio a partir de ripios sentará las bases para iniciativas similares en Chile?

Ocqueteau: Espero que sí. Cuando nos dimos cuenta de que esto tenía potencial, fue todo un descubrimiento, porque tenemos 9 millones de toneladas de ripio acumulados en 30 años de operación. Sin embargo, se necesita desarrollar más investigación y en esto el Estado tiene un papel muy importante, porque debe dar certeza jurídica para que las empresas privadas inviertan en tecnologías que agreguen valor.

Chile es un país minero y, así como descubrimos esta posibilidad, sin duda otras empresas pueden entrar en situación similar, siempre y cuando existan reglas claras para que se atrevan a hacerlo.

BNamericas: ¿Cómo abordarán los criterios ESG en lo que respecta al relacionamiento comunitario o la licencia social?

Ocqueteau: Este proyecto no requiere una consulta indígena, porque no generará afectación significativa a ninguna comunidad. La comunidad indígena más cercana está a más de 150km.

Sin perjuicio de eso, a lo largo de nuestra producción de ácido bórico hemos construido una relación muy cercana con las comunidades. Hemos generado una relación de confianza mutua desde el primer momento, haciéndolos partícipes del proyecto.

Estamos hablando de una región que históricamente ha sido postergada, como Arica y Parinacota, por lo que, desde el punto de vista de responsabilidad social y ambiental comunitaria, los hemos incorporado desde el inicio. 

BNamericas: Mientras Quiborax siga produciendo ácido bórico, seguirá generando ripio. ¿Existe la posibilidad de extender la vida útil del proyecto?

Ocqueteau: Efectivamente, se seguirá acumulando ripio y las tecnologías se irán perfeccionando, por lo que existe la posibilidad de extenderlo.

BNamericas: ¿Tienen considerado usar energías renovables o agua de mar desalinizada? 

Ocqueteau: Este año cambiamos la matriz energética de nuestra planta química, dejamos el petróleo y el diésel para suministrarnos principalmente de gas natural. Hicimos un contrato de suministro a largo plazo con Lipigás y estamos por inaugurar las PSR [plantas satélites de regasificación] en nuestra planta química industrial El Águila, donde están los ripios.

Además de GNL, tenemos una alianza con Engie desde 2013-2014, con quienes construimos una planta solar fotovoltaica que nos suministra el 17% de los requerimientos energéticos de la planta. Otra parte se suministrará con otras opciones de energías renovables no convencionales.

Con respecto al agua, ocupamos poca cantidad en el proceso de producción de ácido bórico y ya tenemos derechos de agua constituidos en una cantidad suficiente en la región. Para el proyecto de litio no vamos a tener un requerimiento mayor de agua al que ya consumimos y, además, utilizaremos la misma agua industrial que circula en nuestro proceso de ácido. Por eso, estamos tratando de determinar cuál es la mejor forma de extracción directa para hacer aún más eficiente la utilización del agua.

BNamericas: En cuanto a infraestructura y equipamientos, ¿estamos hablando de plantas de producción de carbonato de litio similares a la que tiene SQM, por ejemplo?

Ocqueteau: Son distintas tecnologías, pero lo que queremos instaurar es una ampliación de nuestra planta química, ojalá lo más eficiente posible para procesar el carbonato litio. Nuestros ingenieros están tratando de idear en la etapa de investigación y desarrollo una construcción sustentable basada en una extensión de lo que ya tenemos.

BNamericas: ¿Cómo va la línea de negocios del ácido bórico?

Ocqueteau: El negocio del ácido bórico tiene precios bastante fluctuantes; depende de muchos factores, como China y la situación de los principales productores de ácido bórico, que son los turcos. Seguimos siendo terceros productores mundiales, pero sin duda han sido años difíciles debido a los avatares propios del conflicto entre Rusia y Ucrania, que ha impactado los mercados en general.

Si bien la estructura de costos en los proyectos mineros en Chile es alta, este es un negocio que se ha mantenido y seguimos haciendo inversiones prácticamente todos los años, especialmente para que nuestro proyecto se automatice lo más posible. Actualmente, nuestra producción ya está bastante automatizada, el proceso se maneja desde una sala de control y nuestros operarios son personas muy capacitadas.

BNamericas: ¿Qué producción de ácido bórico esperan para este año? 

Ocqueteau: En 2022 la producción de ácido bórico fue de alrededor de 120.000t, que es la proyección que tenemos casi todos los años para cumplir con los requerimientos de los clientes, principalmente del mercado asiático.

BNamericas: ¿Cuáles son los desafíos legislativos que deberá enfrentar el proyecto de litio? 

Ocqueteau: Los desafíos legislativos para este tipo de proyecto no son urgentes, porque los proyectos que necesitan una regulación mayor son los tradicionales que se ejecutarán en salares. Sin embargo, primero está la determinación del proceso mediante la extracción directa. Legislativamente, tienen que marcarse las reglas del juego en lo que respecta a EDL para seguir avanzando en investigación y desarrollo.

BNamericas: El año pasado Quiborax enfrentó problemas sociales con la emisión de material particulado y gases contaminantes en la producción de ácido bórico. ¿Cómo seguirán enfrentando ese problema?

Ocqueteau:  Son los desafíos del día a día en la minería, pero siempre los procesos son perfectibles. Hoy día los impactos que tenemos en nuestra producción son bastante limitados. Efectivamente, en el pasado tuvimos fiscalizaciones e inconvenientes que pudimos solventar en general.

Como empresa tratamos de destinar la mayor cantidad de recursos posibles para mitigar esos riesgos y ser cada vez más sustentables y sostenibles. A propósito de los errores que uno comete, que son legítimos en cualquier industria, hemos sacado enseñanzas y tratamos de que no vuelvan a ocurrir.

BNamericas: ¿Les preocupa la baja del precio del litio experimentada este año?

Ocqueteau: El alza fue un hecho muy coyuntural que no era sostenible en el tiempo. Los precios que se manejan actualmente bordean los US$20.000/t, aunque nunca pensamos en este proyecto partiendo de la base de los altos precios que hubo hace uno o dos años.

Nos hemos guiado más por la demanda de litio, que seguirá alta, independiente de las posibilidades de reemplazo de las baterías de litio, ya que muchas empresas necesitan litio como insumo crítico para asegurar sus provisiones a futuro.

BNamericas: ¿Tienen interés en seguir explorando nuevos proyectos en torno al litio?

Ocqueteau: Dentro de las concesiones mineras que tenemos en los salares de Chile, hay concesiones previas a 1979 que, desde el punto de vista regulatorio, son muy atractivas. En estricto rigor, son concesiones que no entran en la categoría de litio como reserva del Estado. Por lo tanto, no descartamos que más adelante podamos indagar en la posibilidad de desarrollar un proyecto a una escala mayor. Tratamos de ir paso a paso.

Tenemos un proyecto hoy en carpeta que es muy lindo y que queremos sacar adelante, aunque depende de las reglas del juego que el Estado vaya marcando.

BNamericas: ¿Apoyan el proyecto de ley que busca hacer al litio un mineral concesionable?

Ocqueteau: Absolutamente. No puede ser que tengamos las mayores reservas del mundo en litio y lo tengamos restringido a un par de empresas. Es impresentable, porque no se trata solamente de producción, sino de crear fuentes de empleo y mayores inversiones tanto para las arcas fiscales como regionales.

Como abogado, no logro comprender que se mantenga la inconcesibilidad y, como ejecutivo minero, menos.

Fuente: bnamericas.com