En tal sentido, señaló que existen cuantificaciones como por ejemplo que entre el 8% y el 10% de los procesos, especialmente en lo administrativo, son improductivos. Esa situación, apuntó, sin lugar a dudas genera un impacto económico negativo.

"En estos casos la IA actuará como un GPS para identificar dónde están los nudos, donde está el cuello de botella", dijo.

En la nueva concepción en el mundo del trabajo que trae aparejada la IA, Rodríguez explicó: "Ya no se trabajará en equipo, sino en red. La inteligencia artificial ayudará en este caso a que un miembros de un proceso interactúe con un miembro de otro proceso. Es un cambio ontológico. La jerarquización ya no será tarea, sino por proceso. Esto implica un nuevo rediseño para los que estamos en relaciones humanas. No solo se trata de ser más eficiente y más productivo, sino también en el ojo está puesto en el bienestar de las personas que trabajamos en actividad". En este sentido, la IA llega para potenciar el trabajo, con centralidad en las personas e identificar oportunidades.

En su análisis sobre el impacto de la IA en la industria minera, el Dr. Ricardo Rodríguez puso de manifiesto: "En el siglo XXI el ser está muy identificando al hacer. Existe una valorización de lo que es el trabajo y una conexión de quienes somos, qué hacemos y cómo lo hacemos a tal punto que lo tenemos manifestado explícitamente en artículo en la Declaración de Universal de Derechos Humanos".

Por tal motivo -señaló-, el avance de la IA pone al sector frente a un tremendo desafío y una enorme responsabilidad. "Debemos reflexionar sobre estos temas, trabajar entre todos, analizar nuevos convenios colectivos sustentables en los que tengamos un capítulo de la IA, no por tarea sino por procesos".

Y concluyó: "El futuro ya es un presente. Es una cuestión de perspectiva".

Fuente: El Tribuno