La ruta "bypass" de Quijano para camiones mineros de la Puna llevará unos 5 meses

Salta 25/09/2023 Por Minería Sustentable
La Dirección de Vialidad de la Provincia arrancó con la construcción del camino alternativo en Campo Quijano. La obra se realiza con fondos de la empresa estatal Remsa.
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En Campo Quijano arrancó la obra vial que será clave para la actividad minera y representará una significativa mejora en la transitabilidad y seguridad sobre la ruta nacional 51. Se trata de un camino alternativo de 6 kilómetros que unirá esa vía con la ruta provincial 36, que lleva a Rosario de Lerma.

Con ese "bypass", que correrá en paralelo al río Rosario, se evitará pasar por el medio del ejido urbano de Campo Quijano. Los trabajos llevarán entre 5 y 8 meses, según explicó a El Tribuno el titular de la Dirección de Vialidad de la Provincia, Jorge Gonzalo Macedo.

Ese organismo está a cargo de la obra, con maquinarias y trabajadores propios, mientras que la financiación del proyecto corresponde a la empresa estatal Recursos Energéticos y Mineros de Salta (Remsa).

De acuerdo a lo que indicó Macedo, el camino alternativo será de ripio y luego, en una segunda etapa, se avanzará con la pavimentación. Solo se licitará, aclaró el funcionario, una parte de la construcción en lo que respecta a las tareas que tengan que ver con las alcantarillas y pasos a nivel que tendrá la nueva ruta.

La ruta 51 constituye un paso obligado para las empresas mineras y proveedoras que operan en la Puna salteña.

El plan del "bypass" contempla, además, el desarrollo de un polo logístico e industrial sobre la ribera y al costado de la nueva ruta.

"Los terrenos que adquiramos para construir la ruta y los remanentes van a ser totalmente aprovechados para la instalación de comercios, empresas y estaciones de servicio. Va a ser un lindo desarrollo que ya está iniciando", afirmó el presidente de Remsa, Alberto Castillo, a este diario.

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Advirtió sobre lo urgente de la obra. "La cantidad de camiones que circula por la ruta 51 es cada vez mayor", dijo.

Según estimaciones oficiales, una vez que se pavimenten los cerca de 60 kilómetros de la ruta nacional 51 entre San Antonio de los Cobres y el Paso de Sico, que ahora es un calamitoso camino de tierra, se estima que por la vía que conecta a Salta con el Pacífico circularán alrededor de 700 camiones por día relacionados con la minería, pero también con otras actividades productivas de la región.

"Esta ruta va a ser el principal corredor bioceánico del NOA una vez que esté terminada", ratificó Castillo.

Es la segunda iniciativa que encaran Remsa y Vialidad provincial. El otro proyecto consistió en la consolidación y obras básicas de la ruta provincial 27, en el sector de casi 39 kilómetros entre Olacapato y Salar de Pocitos, en el departamento Los Andes.

"Ya terminamos todo lo que es la obra básica, con el alcantarillado, paso a niveles, desagües y puentes. Ahora comienza la pavimentación. Estamos trabajando en ese sentido. Remsa aporta los fondos y las máquinas y obreros son de Vialidad. Así, con este sistema las obras terminan costando un 40% menos que si las construyera una empresa privada", resaltó el administrador de la empresa estatal.

Sobre la ruta 27 está previsto también avanzar con las mejoras del tramo entre Salar de Pocitos y Tolar Grande.

"Todas estas obras se financian con fondos que provienen de la minería, y se vuelcan en proyectos que generan desarrollo para todos los salteños", indicó Alberto Castillo.

Fondos genuinos

El grueso de los actuales recursos de Remsa provienen de las concesiones que se pagan para administrar los catastros mineros (que son propiedad del Estado salteño). A eso se suma la cuota que recibe la empresa por la participación en regalías (del 3,3%) que tiene de la producción eléctrica del parque fotovoltaico de Olacapato.

Los ingresos aumentarán exponencialmente a partir de 2024, cuando empiecen a producir las plantas de litio que ahora están en construcción en la Puna salteña y sobre los que Remsa estableció convenios para participar de las ganancias que generen bajo la figura que se conoce como "NSR", siglas en inglés que significan retorno neto de fundición. Se trata de una regalía que se cobra de acuerdo al valor de salida del producto minero en boca de mina.

Por ejemplo, en el caso del yacimiento Centenario Ratones (que lleva adelante la francesa Eramet con el grupo chino Tsingshan), el retorno de NSR por la venta de litio será del 5%.

En la provincia no existe una normativa que obligue a las mineras a ceder un porcentaje de sus ventas a una empresa como Remsa. Por otro lado sí está la ley 8.229, con la que las compañías deben aportar una regalía del 3% sobre el valor de boca de mina.

Fuente: El Tribuno

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