El litio argentino saca ventaja por la exploración avanzada
El litio argentino está en el centro de la agenda minera y energética a nivel global. Una muestra de las grandes expectativas que genera por ser insumo esencial para la fabricación de baterías de autos eléctricos fue la concurrencia de más de 1700 personas de todo el mundo a las dos jornadas -9 y 10 de agosto- en las que se desarrolló el XII Seminario Internacional Litio en Sudamérica, en la ciudad de Salta, organizado por el medio especializado Panorama Minero.
Con ese marco, referentes de empresas mineras líderes de Australia, Canadá, EE.UU. y también de países de Europa y de Asia, mostraron los proyectos de inversión en marcha en el país y sus planes hacia 2030. En fase de producción hay tres proyectos, que además tienen planes de expansión, otros cinco que están en etapa de construcción, un pipeline de proyectos que están en desarrollo de factibilidad, otros en exploración ya muy avanzada, y un puñado de 15 proyectos en etapa de exploración.
Tanto en las conferencias como en los espacios de networking con proveedores de todo el país -incluso de otras industrias que ven posibilidades de negocios con el crecimiento del sector del litio-, se repetía como un mantra: la Argentina tiene todo listo para dar el salto y posicionarse como una pieza central en el mercado global del litio. Pero esa gran oportunidad que hoy se presenta tiene un corto plazo y una mala decisión o un cambio en las reglas demoraría el proceso y echaría por tierra las buenas proyecciones.
Los mayores productores
A nivel global, la industria del litio hoy está prácticamente concentrada en dos países: Australia y Chile producen cerca del 70% del mineral que requiere el mundo, pero las previsiones de los analistas del sector, según a dónde se orientan las mayores inversiones en nuevos proyectos, indican que ese porcentaje va a bajar al 30% en los próximos 3 años.
“Se están desarrollando nuevos polos productivos, van a entrar nuevos jugadores en el mercado del litio”, estimó Daniel Jiménez, managing partner de la consultora Ili Markets y ex de la firma litiera SQM, quien participó como panelista. “Si bien tenemos otras regiones que también tienen potencial de desarrollo, como Brasil y algunos países de África, y Australia y Chile que van a seguir estando, creo que la Argentina hacia 2030 va a tener la posición que hoy tiene Chile. Me da pena Chile; Argentina está haciendo lo que tiene que hacer”, reflexionó.
Más allá del aumento exponencial de la demanda mundial del litio que impulsa el interés por su desarrollo, lo que hoy explica la preferencia de los inversores extranjeros por la Argentina -aún con las condiciones macroeconómicas adversas- tiene que ver con todo el trabajo exploratorio y de desarrollo de proyectos que se viene haciendo hace 15 años.
Al respecto, Ignacio Celorrio, presidente para Latinoamérica de Lithium Americas, una de las accionistas de Minera Exar, que inició la etapa de producción de Cauchari-Olaroz, en Jujuy, apuntó en una charla sobre la geopolítica del litio que lo que la Argentina le muestra al mundo “es un ahorro de tiempo de exploración” y subrayó: “eso es lo que toma mayor valor; en el resto de los países, recién se están iniciando fases exploratorias”.
Esa ventaja, que no tiene que ver con tener los recursos simplemente -porque con eso no alcanza-, sino que tiene que ver con haber realizado las inversiones de riesgo necesarias y a tiempo para dar cuenta de las reservas cuya explotación es económicamente factible, hoy pone en la escena mundial a la Argentina como potencial protagonista. No obstante, la industria del litio en el país es muy incipiente.
Para Celorrio, en rigor, “es claramente en potencial”. A su decir, la capacidad de producción del país es muy baja todavía. “Para sentarse en la mesa geopolítica del litio, hay que poner producción en la mesa primero. Hay países que informan grandes recursos, pero siguen sin mover el dial porque no producen”, explicó el referente y completó: “Hoy tenemos muchos proyectos en marcha con distintos grados de avance, vamos a tener claramente una posición competitiva que nos va a llevar a hablar al mismo nivel de Australia y de Chile, pero no va a ser suficiente porque vamos a ser el nuevo en esa mesa. El desafío principal, una vez que logremos incrementar nuestra capacidad, va a ser probarle al mundo que podemos ser un proveedor confiable”.
Fuente: mase.lmneuquen.com