Impacto ambiental vs inversiones: Argentina apuesta a una nueva fuente de energía
En la provincia de Salta, ubicada al norte de nuestro país, la paz y la tranquilidad de un paisaje que se caracteriza por la sequía, únicamente es interrumpido por el estrepitoso ruido de los campamentos mineros, actividad que surgió como una necesidad de la Argentina por incorporar su economía al boom de la industria automotriz eléctrica y así, buscar recomponer a una nación que se vio muy afectada por las consecuencias de la pandemia de coronavirus.
Es así como en las salinas de Rincón, a aproximandamente 4.000 metros sobre el nivel del mar, la empresa de origen australiano Rincón Lithium puso en marcha una planta piloto en la que los empelados se encargan de bombear mediante tuberías la salmuera que se encuentra 30 metros abajo del suelo de montañas del territorio salteño.
Luego de trabajar la mezcla en los laboratorios de la compañía, lo que se obtiene es carbonato de litio. Para el año 2025, la provincia pretende contar con 50.000 toneladas en el marco de una tarea que se posicionó como una de las principales que busca que la economía argentina logre repuntar y sobreponerse a los efectos adversos del Covid-19.
No obstante, acorde con la agencia Reuters, se trata de una actividad que provoca desconfianza entre quienes invierten en ella debido a su inestabilidad y a sus severos controles económicos. Es por eso, que nuestra nación tiene como objetivo captar a las empresas de minería del mundo a través de beneficios en los impuestos y promesas en cuanto a la seguridad.
Al día de hoy, Argentina se ubica como el cuarto productor de litio a nivel global con el 8% del total y por lo tanto, uno de los propósitos es poder cerrar la diferencia con Chile, que genera el 22%. En el primer puesto, se ubica Australia, que produce el 49%. David Guerrero Alvarado, consultor de la firma canadiense Alpha Lithium, en una charla con un medio salteño, aseguró: «Desde salmueras, en Argentina podríamos llegar a ser el primer productor mundial en menos de una década si se sigue y mantiene el caudal de proyectos».
Fuente: Elintransigente.com