La minería trajo pleno empleo en parte de la Puna, pero en trabajos de pagos más bajos

La infraestructura tampoco acompaña el crecimiento que la actividad debería llevar a la región minera.
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El balance es positivo porque se habla de pleno empleo en algunos lugares donde la exploración del litio se inició. Pero los puestos de trabajo a los que acceden las personas residentes son los menos calificados y con sueldos más bajos. A ello se agrega que la vorágine del desarrollo de la minería en la Puna salteña (impulsada sobre todo por la extracción del litio) es acompañada por un ralentizado desarrollo de la infraestructura de pueblos que aún cuentan con estructuras precarias en, por ejemplo, sus servicios de salud. 

Quizás se impone también este aspecto quién debe asumir los costos de esta infraestructura, si solo el Estado, o también es parte de la inversión que deben realizar las empresas mineras. 

Este fue el balance que hicieron distintos actores de la minería en el marco del Día Nacional del Proveedor Minero que se conmemoró el 28 de mayo pasado.

Una de las áreas de capacitación tiene que ver con las necesidades administrativas y financieras de quienes quieren ser proveedores de las grandes empresas mineras. Así lo explicó Gabriela Miranda, presidenta de la Cámara de Proveedores de Servicios Mineros y Turísticos de la Puna Argentina (CAPROSEMITP). La entidad fue la organizadora del segundo encuentro de proveedores que concentró a referentes de la Puna salteña, jujeña y catamarqueña.

“Actualmente son 66 socios en la Cámara”, afirmó Miranda al indicar que el evento tuvo como objetivo “favorecer el desarrollo de cada proveedor”. Las capacitaciones van desde la necesidad de conocer el acceso al registro de proveedores, como los trámites a realizar ante la AFIP y la Dirección General de Rentas para poder conformar una empresa. Otro aspecto es el acceso a préstamos para poder desarrollar la empresa.

Estar en el registro de proveedores “es un requisito que están pidiendo las mineras”, detalló la referente, que añadió que el ingreso a este registro no “es engorroso”. Entre las prestaciones de estas firmas proveedores se encuentran: servicios de seguridad, alquiler de baños químicos, venta de agua mineral, logística, catering, ropa de trabajo, consultorías en servicios de alimentación y nutricional, de higiene y seguridad, y de internet.

“No es obligatorio que se contrate a quienes estén en el registro”, explicaron por su lado desde la Secretaría de Minería de la provincia. De todas maneras, afirmaron que con un registro de proveedores (que actualmente suma 323 inscriptos), se puede tener un mayor control sobre quienes prestan sus servicios.

En cuanto al tema laboral desde el área de Minería del gobierno provincial se indicó que hay zonas de “pleno empleo” como sucede en Tolar Grande, en el departamento Los Andes. Sin embargo, cada jefe comunal o cacique de comunidades de otras localidades, como Santa Rosa de los Pastos Grandes, Olacapato, Tolar, San Antonio de los Cobres y Estación Salar de Pocitos, tienen a su cargo bolsas de trabajo que se actualizan de manera permanente. 

El gobierno de Salta cruza la información con el fin de cumplir, a su vez, con la ley 8164, que en su artículo 20 dispone que “para la aprobación por parte de la autoridad competente del Estudio de Impacto Ambiental y Social de los proyectos mineros de sustancias de primera categoría, se requerirá un sistema progresivo de contratación de empleo, obras, bienes, insumos y/o servicios de la Provincia, que deberá fijarse entre el cuarenta por ciento (40%) y setenta por ciento (70%) del total de su nómina, de acuerdo a la etapa y magnitud del proyecto minero”.

Se reconoció, sin embargo, que aún resta trabajar mucho en “educación”, y en capacitación, debido a que las y “los jóvenes de la Puna no tienen formación idónea para lo que se necesita. Si bien está la tecnicatura en química en San Anonio de los Cobres, la de minería está en Salta”, afirmaron.

Frente a ello, la Universidad Católica de Salta y la minera Mansfield firmaron un “convenio de colaboración para centros de educación superior on line”. A esto se agrega la necesidad de que en el nivel secundario las tecnicaturas se amplíen.

Comunidades con poca participación

“Las grandes empresas (de proveedores de servicios), no dan oportunidad porque hacen el negocio en Salta Capital y si no es el primo, es la mujer o el hijo de alguno de los empresarios de las mineras”, dijo a Salta/12 el cacique kolla de Tolar Grande, Mario Alancay.

Iñadió que su comunidad trabaja en empresas más chicas que abastecen también a campamentos mucho más pequeños. El catering de Tolar “es el que ocupa gente de la zona”. Pero “hay otros catering que solamente cambian de domicilio (a Tolar Grande, por ejemplo), y no ocupan a nadie", insistió.

Alancay sostuvo que es necesario que se otorgue mayor participación a las comunidades en las negociaciones. “Pero no para decir cuánto del mineral es nuestro. Sino para plantear tema ruta, agua, emprendimientos, proveedores. Ellos hablan del desarrollo de los pueblos originarios cuando es totalmente mentira. El gran desarrollo es de ellos”, afirmó. Como ejemplo, puso el estado de las rutas nacionales 51 y 27, por donde no solo deben transitar los vehículos de las mineras sino también las y los pobladores, y actualmente son vías de comunicación que “son un desastre”.

Otros especialistas comentaron a este medio que también están calculando que será un problema la falta de infraestructura de cloacas. Se suma que, sin ir más lejos, los servicios de salud son insuficientes, precarios, y faltan recursos para abastecer a la zona. Y aún hay infraestructuras sanitarias que están hechas de adobe. 

En lo ambiental, Alancay consideró que las comunidades indígenas tendrían que recibir capacitación para poder saber hacia dónde deben mirar. Mientras tanto, es “la propia empresa madre”, la que “contrata a la consultora a su conveniencia”. Aunque afirmó que el tema fue planteado ante la Secretaría de Minería de Salta, el cacique sostuvo que recibieron como respuesta “que no tienen los recursos suficientes” para poder hacer esos estudios. “Entonces lamentablemente depende de la buena fe de las consultoras que son pagadas por las empresas” el impacto que puede haber sobre el ambiente, agregó. “Hemos planteado el problema del agua y lamentablemente los estudios de exploración lo tuvieron que hacer las mineras a través de esas consultoras”, afirmó.

Fuente. Página 12

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