Comisión de Energía y Minas promueve creación de empresa estatal de litio en Perú

Expertos aseguran que el estado no está capacitado para ejecutar un proyecto de la envergadura que es Falchani en Puno.
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En la década de 1980, centenares de empresas públicas generaban millonarias pérdidas, mientras el Estado las financiaba sin control y aumentando la inflación. Sin embargo, menos de cuatro décadas después, la Comisión de Energía y Minas del Congreso aprobó acumular los proyectos de ley 4184 y 5288, que declaran de necesidad nacional e interés público la creación de una empresa estatal que se encargue de explotar litio, en el dictamen del proyecto de ley 4775. Este dictamen, según manifestó el presidente de la comisión, Jorge Flores, “ya se encuentra listo para su debate en el Pleno”. El acuerdo de acumulación fue aprobado el martes 20 de junio, en sesión extraordinaria, con 11 votos a favor y solamente uno en contra.

MÁS INEFICIENCIA

Rómulo Mucho, ingeniero de minas y exviceministro de Energía y Minas, cuestionó el proyecto aprobado por la comisión parlamentaria, resaltando que en el Perú y América Latina el Estado no es un buen administrador. “Petroperú es un monstruo que nunca gana y, más bien, el Estado va metiendo dinero porque pierde grandes cantidades”, dijo. En ese sentido, señaló que en Bolivia se intenta explotar el litio desde hace tres décadas; sin embargo, “como el Estado es omnipresente, esto no funciona”.

Actualmente, la empresa Macusani Yellowcake, subsidiaria de la canadiense American Lithium, lleva a cabo el proyecto Falchani ubicado en la provincia de Carabaya en Puno. La empresa anunció que se estima aproximadamente 4.7 millones de toneladas de carbonato de litio. A diferencia de Argentina, Bolivia y Chile, que integran el denominado ‘triángulo del litio’, en nuestro país el mineral se encuentra en rocas y no en salares. “Estos recursos se tienen que convertir en reservas, que es la cantidad aprovechable, explotable (…). En un año yo creo que vamos a saber cuánto litio hay”, dijo Mucho.

Por su parte, el exviceministro de Energía Pedro Gamio aseguró que, si bien el dictamen es sobre un proyecto declarativo, “tiene valor jurídico porque abre el camino a un proyecto con la intervención del Estado”. En ese sentido, resaltó que el rol de subsidiariedad del Estado no permite crear empresas públicas salvo en determinados casos, pero, además, tampoco el aparato público se encuentra en la capacidad de manejar un proyecto de esta envergadura. “El Estado no va a poder ser el principal actor inversionista ni el principal actor en la gestión técnica, porque no tenemos ni el dominio técnico, ni la mejor condición financiera para liderar un proyecto de esta magnitud”, dijo.

A pesar de este impedimento, el exviceministro también consideró que el Perú no tiene una cultura corporativa y las capacidades que tiene el Estado cuando ha desarrollado su rol empresarial no han sido las mejores.

En esa misma línea opinó el exviceministro de Economía Carlos Casas, quien consideró que “el Estado no tiene un buen récord en administrar bien las empresas públicas, sobre todo en un tema tan nuevo y tan técnico como es el proceso del litio”. En ese sentido, señaló que el Estado, a través del Ministerio de Energía y Minas, debe enfocarse en regular, mas no participar como administrador.

BATERÍAS EN PUNO

El dictamen que fue aprobado contempla que la planta nacional de litio servirá “para la producción de pilas, baterías y otros productos”. Sin embargo, los expertos consultados consideraron que ello no sería factible.

Rómulo Mucho indicó que producir esos productos en el Perú es sumamente difícil. En ese sentido, aseveró que las refinerías de esta materia prima se encuentran en China. “Ni Australia, que es primer productor de litio, cuenta con refinerías de litio”, dijo. No obstante, consideró que es prematuro hablar de industrialización cuando aún ni siquiera se conoce la cantidad de litio que hay en Puno.

Gamio coincidió con Mucho y señaló que se debe esperar a conocer la cantidad de reservas de litio que hay para obtener una visión más completa de lo que se puede lograr. “Pisando la tierra y siendo realistas, no podemos pretender ser hegemónicos, sino buscar una alianza estratégica con un país que tenga el dominio tecnológico y una empresa altamente competitiva en el mundo”, resaltó.

Carlos Casas alertó de que producir baterías en el Perú requiere bastante inversión en tecnología, situación que pone en tela de juicio que “el Estado esté en la capacidad de brindar esa tecnología, de estar a la altura y de tener el manejo necesario”.

Fuente: peru21.pe

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