Meding: Explicar los beneficios de la minería del cobre
¿Cómo te fue en la presentación del proyecto Los Azules en Buenos Aires? ¿Cómo observaste el interés de la gente en relación a la minería y a los proyectos de cobre de San Juan?
Creo que hubo mucho interés de la gente no solo por nuestro proyecto, creo que nosotros desde la minería tenemos la tarea de explicar la importancia y la enorme chance histórica que tiene Argentina vinculada al desarrollo minero. Buenos Aires es uno de esos espacios donde nosotros podemos y debemos comunicar sobre nuestros proyectos, sobre la contribución que realiza y puede realizar la actividad minera al futuro del país.
Hemos hablado de los socios estratégicos que sumó el proyecto a través de Stellantis y Rio Tinto, pero este círculo de extracción de cobre para proveer directamente a una automotriz nacional para sacar autos eléctricos y así contribuir al cuidado del ambiente… ¿crees que este concepto, este círculo se entendió en Buenos Aires?
No lo sé, creo que es algo que intenté explicar en mis presentaciones, creo que logré conectar con la audiencia y eso quizás implique que se logró explicar este concepto. Creo que tenemos que explicar muy bien los beneficios que genera la actividad minera, lo que generaría la minería del cobre. Hay que comunicar con mucha más frecuencia, para que la gente pueda entender todo este concepto y la chance histórica que se le presenta al país y a la provincia de San Juan.
¿Crees que esta presentación va a generar más conciencia sobre lo que es la industria minera del cobre en centros urbanos como Córdoba o Buenos Aires que están si se quiere más “alejados” de la minería de alta montaña?
Yo creo que si va a ocurrir, porque más allá de la inversión y los US$155 millones que aportó Stellantis en Los Azules, esta firma automotriz tiene 4.000 empleados directos, con dos plantas de fabricación, una en Pilar (Buenos Aires) y otra en la provincia de Córdoba. Es decir que, entre trabajadores propios y terceros, son aproximadamente 25.000 familias las que viven de Stellantis. Ahora ellos tienen una participación del 14,2% en el proyecto Los Azules, entonces la gente que trabaja ahí se dará cuenta que existen otras provincias argentinas que contribuyen a su futuro.
Esta es la parte de comunicación estratégica que resulta muy importante, podemos llevar la minería a provincias importantes electoralmente como Buenos Aires o Córdoba para explicarles que existen otras provincias que necesitan otra matriz productiva porque no tienen zona para cultivar como la Pampa Húmeda y que resultan fundamentales para el futuro de todo el país. Es ahí cuando podemos explicarle qué es la minería a una persona que va el fin de semana en su auto al Tigre, o que se sube a su 208 y se va a trabajar en la ciudad de Córdoba.
Ahora que venimos hablando de Stellantis y Río Tinto, los dos socios estratégicos del proyecto Los Azules: ¿Qué significa que ambos se hayan reservado contractualmente el derecho de financiación de construcción de la mina?
Primero hay que explicar que es difícil que las empresas y las personas se comprometan con futuros desembolsos o inversiones, sobre todo por el contexto nacional e internacional de Argentina. Y lo que han hecho estos dos socios que tienen un tercio de la compañía es “cuando ustedes avanzan, nosotros nos reservamos el derecho de avanzar con ustedes”. Quieren estar, y esto es muy novedoso en proyectos grandes que requiere gran cantidad de dinero para financiación. Esto implica un respaldo y una seguridad muy grande.
Cuando vos hablas con un banco y le decís que Rio Tinto, la segunda empresa minera más grande del mundo quiere seguir invirtiendo y que la cuarta automotriz más grande del mundo, la segunda del país se reservó el derecho de financiación para la construcción de la mina, implica que tienes dos socios muy potentes, lo que implica bajar el riesgo del proyecto.
Desde el inicio hemos buscado soluciones para abastecer energéticamente al proyecto con un 100% de energía renovable. Tenemos el compromiso de ser neutral en la huella de carbono hacia el 2038, para esto necesitamos soluciones. En San Juan está el EPSE, YPF Luz, etc., y nosotros como proyecto estamos caminando hacia la factibilidad en 2024, entonces estamos buscando a alguien que nos pueda ayudar en hacer las evaluaciones técnicas y ahora hacer la ingeniería más fina.
YPF Luz y su CEO se han ofrecido en ayudarnos en este trabajo. Y luego se podría definir si queremos que YPF esté involucrada en la construcción, en la operación y en la financiación de esta línea, porque son caras. Creo que YPF es un buen nombre, hay que ver cómo encaja esto en la red energética de San Juan, hay que ver qué es lo mejor para San Juan, para el proyecto y para el país.
¿Qué es lo que cambia entre una mina tradicional y una mina verde?
Hay distintas opciones que uno puede tomar a la hora de diseñar una mina, dependiendo donde estas ubicado, el tipo de mineral, etc. Primero eliges una forma de procesamiento, luego eliges la tecnología con la que vas a explotar el yacimiento. A la hora de elegir los camiones, puedes elegir los eléctricos. Camiones que se pueden conectar a una línea que se construye dentro de la mina, esto implica reducir el uso del diésel, lo que se traduce en la disminución de la huella de carbono.
Esperemos en el futuro tener perforadoras eléctricas, palas eléctricas, camiones eléctricos, etc. Queremos invertir en automatización porque queremos ofrecer una buena calidad de trabajo también. Trabajos que son direccionados para una mina del futuro.
A su vez, nuestro producto final será una placa de cobre, no será un concentrado que debería enviarse a China o India para ser refinado, para luego ser devuelto a Argentina para su consumo. Esto entonces se ahorra el costo de transporte y también disminuye la huella de carbono que genera todo este tráfico. A su vez, con la tecnología y la experiencia de Río Tinto, uno de nuestros socios podríamos lixiviar parte de los recursos que no son económicamente rentables y eso permitiría continuar utilizando la tecnología de avanzada pensando ya en el segundo tramo del proyecto.
¿Cuáles son los plazos efectivos de Los Azules de cara al futuro y a la operatividad?
Si uno piensa en los tiempos de un yacimiento minero, son tiempos largos, hay incertidumbre geológica, hay que conseguir inversores, diseñar, construir, etc. Son plazos largos, pero nosotros pensamos que si va todo bien con la factibilidad, con el Informe de Impacto Ambiental, podríamos estar entrando en operación en 2030. Uno piensa queda mucho, en realidad quedan solo 7 años, y eso para los plazos que maneja la industria minera es muy poco tiempo. Esto es Fórmula 1, no queda mucho tiempo, yo tengo que acelerar con mi equipo, porque este tipo de proyectos generalmente toma un plazo de 15 o 20 años y nosotros queremos hacerlo en 7 años, o en menos.
Cuando comenzó Veladero, Gualcamayo y posteriormente Casposo, el concepto que se asociaba con la industria minera era el empleo y el aporte económico que generaba. Ahora siento que el propósito cambió y se habla de minería para cambiar el mundo, para reducir la huella de carbono, para contribuir con el cuidado del medio ambiente.
Es así, cuando tienes un propósito, una visión y una contribución de algo más grande que vos mismo, algo más grande que tu sueldo o tu puesto de trabajo, te genera una motivación muy grande. Nosotros sabemos que debemos cambiar el concepto que tiene la gente de la minería. En San Juan ya se sabe lo bueno que genera la minería, pero nosotros queremos ser parte de una nueva forma de comunicar un proyecto distinto, queremos hacer un poco la diferencia para llevar la minería a ser vista como una herramienta fundamental para el desarrollo de la humanidad y la preservación y cuidado del medio ambiente.
Me preocupó cuando en Buenos Aires dijiste que no ibas a poder ver el cierre de la mina ¿tienes previsto algún plan que no conocemos?
(Risas) No, no, simplemente creo que no vaya a vivir tantos años. Lo que hemos presentado en Arminera y lo que hemos presentado antes a los sanjuaninos es una mina de más de 30 años. Pero con 30 años de actividad no llegamos a explotar ni la mitad del yacimiento. Porque el tema es que cambia el tipo de mineral, a los 30 años deberíamos incorporar la tecnología de Río Tinto o un molino dado que cuando confeccionamos el Informe de Impacto Ambiental lo pensamos en 30 años y no en 60 años porque ya se vuelve más complejo.
Dijimos vamos con la primera parte, y luego como se actualiza este informe, se puede incorporar nueva tecnología, la nueva parte del yacimiento, la extensión de la vida útil. Entonces, volviendo a tu pregunta inicial, yo tengo hoy 49 años, si empezamos a producir en 2030 ya tendría 56 años. Si le sumamos 30 años de la primera etapa de Los Azules, ya tendría 86, y si le sumamos 30 años más de la segunda parte llegaría a los 116 años. Tengo mucha confianza en mi salud, pero tampoco creo que vaya a llegar a esta edad (risas).
Si damos vuelta este concepto que estas planteando, un sanjuanino que está naciendo el día de hoy, podría dentro de 30 años ingresar a trabajar a Los Azules y podría prácticamente jubilarse ahí ¿no?
Si claro, obviamente, y también la segunda generación también podría trabajar en el proyecto Los Azules, son yacimientos transgeneracionales. Generalmente este tipo de yacimientos de cobre tienen mucha acumulación de mineral, entonces también esperamos seguir encontrando más mineral mientras ya se está trabajando, entonces podría aumentarse mucho más el tema de las reservas y también los años de trabajo de cara al futuro.
Lo que tenemos que hacer ahora es buscar un camino en combinación con las autoridades nacionales para encontrar un marco que nos permita generar las condiciones para que los grandes proyectos de cobre puedan subirse al tren y no quedarse en la estación. No podemos perder esta chance histórica que tiene San Juan y que tiene Argentina.
En Buenos Aires también se conformó la Mesa del Cobre ¿qué es la Mesa del Cobre, cuál es su finalidad y sus primeros pasos a seguir?
La Mesa del Cobre no es algo nuevo, es algo que ya tiene varios años y que nació como iniciativa desde la provincia de San Juan. Esto se empezó a conversar entre Mario Hernández y Nicolás Barreta, que hoy están en MARA. La idea es poder explicar que los proyectos de cobre son distintos: están más expuestos a los precios de los commodities, son muy grandes, necesitan mucha más mano de obra, requieren mucho más capital.
Para ejemplificar, los 8 proyectos de cobre más grandes que tiene Argentina necesitan en promedio más de US$3.000 millones cada uno para realizarse. Si esto lo actualizas al día de hoy, seguramente será más. Este dinero no se consigue en el país, hay que buscarlo internacionalmente. Hay que convencer al mercado que Argentina es confiable, que se pagan los intereses de los préstamos, que los inversores reciben el pago de dividendos, etc.
Si esto no está, no existe nada. Lo que tenemos que hacer en la Mesa del Cobre es juntarnos como empresarios y poder explicar las características de la minería del cobre, cuáles son las necesidades, y cuáles son los beneficios para la comunidad Argentina en general. Comunicar de forma conjunta para que la gente entienda que tenemos una chance histórica que no podemos desaprovechar. El litio es importante, pero el cobre se necesita para todo: baterías, cables, motores, cables que transportan la energía, turbinas eólicas, celdas solares, turbinas hidroeléctricas, etc.
Fuente: CMSJ/MINING PRESS