¿Contradicciones? Una actividad clave para el cuidado del ambiente
Así como la minería es la base o forma parte de prácticamente toda actividad humana, lo mismo ocurre con las nuevas tecnologías que son claves para las industrias y generación de energías que tienden a ser más amigables con el ambiente. Sin embargo, entre los argumentos que presentan quienes se oponen a la minería, la cuestión ambiental está en el centro del debate. Se plantea una contradicción entre una práctica que necesariamente debe intervenir en el entorno natural de un yacimiento y el cuidado del mismo. Aún así, la experiencia y los ejemplos de las últimas décadas demuestra que esos dos puntos no tienen porqué ser opuestos. Incluso, es un rubro que puede ser sustentable y apuntar hacia una economía circular.
Sin minería no podría existir forma de proteger (o intentarlo) al ambiente del constante crecimiento de las ciudades y las consecuentes demandas energéticas y de todo tipo de consumo. Asimismo, ya no existe la posibilidad, al menos en la parte legal, de que una minera pueda producir sin tener licencia social, que va de la mano de la conciencia de las poblaciones adyacentes a las minas sobre el cuidado de los recursos naturales y la propia sustentabilidad de esas comunidades.
Salta se va a convertir en los próximos años en uno de los principales eslabones mundiales de la cadena de producción de baterías de litio (en la Puna salteña hay tres plantas de carbonato e hidróxido de litio en construcción), que son el cimiento de la revolución energética, sobre todo por la electromovilidad. Además, cuenta con uno de los más grandes proyectos en Sudamérica de una mina de cobre (Taca Taca), mineral también fundamental para el paradigma verde. Esa relevancia está acompañada por una serie de políticas que no solo propiciaron que la provincia sea un destino atractivo para las inversiones mineras sino también en donde el cuidado del ambiente sea una realidad.
Esos lineamientos fueron volcados en el Plan Provincial para el Desarrollo Minero Sustentable, que fue presentando en 2021 y tiene pautas hasta 2030. El programa cuenta con diez ejes estratégicos, de los cuales dos están enfocados a la parte ambiental.
El eje 7 se refiere a la "Sustentabilidad de la actividad, control y participación social", con el que se busca garantizar que "toda la actividad minera de la provincia se produzca dentro del ámbito de la sustentabilidad, protección del medio ambiente y de los derechos comunitarios". Una de las formas de controlar esa responsabilidad se genera a través de la denominadas mesas sociales que impulsa la Secretaría de Minería de la Provincia, con las que reúne a las empresas mineras, a las comunidades adyacentes a los yacimientos y los distintos organismos estatales que intervienen en la actividad de alguna u otra manera. Asimismo, existen los monitoreos participativos sobre la actividad de las mineras, donde participan no solo los técnicos de la dependencias de control sino también miembros de las comunidades que son capacitados para cumplir esa tarea.
Un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) afirma: "En una economía lineal que se sostiene en 'tomar, fabricar y desechar', donde las agendas se orientan al carbono neutral por un futuro sostenible, el rol de la minería es trascendental en la transición hacia fuentes bajas en carbono".
El eje 9 del plan minero habla sobre "Energías renovables". Consigna que "representan para la actividad minera un salto a la sustentabilidad de sus proyectos. En la región Puna, la energía solar representa la fuente con mayor potencial para el sector, la inclusión de ella, a partir de diferentes modalidades, representa una alternativa sustentable y económicamente favorable para disminuir gastos operativos y huella de carbono".
Siguiendo ese rumbo, está el ejemplo de una de las tres minas de litio en construcción, en el salar Centenario Ratones, donde la empresa subsidiaria del proyecto, Eramet, construyó un parque fotovoltaico para abastecer su planta. Los paneles solares se instalaron en 2021 y está previsto que hacia 2030 generen el 40% de la electricidad que necesitarán las instalaciones de la empresa, que cuenta con capitales franceses y chinos.
Economía circular
Otro ejemplo que va más allá de la explotación de los recursos naturales es el que encaran las dos universidades de Salta (UNSa y Ucasal) en un proyecto en conjunto sobre el litio. Se trata de reconvertir, mediante un proceso químico, en yeso los desechos producidos tras la extracción del litio de los salares y capacitar sobre ese proceso a estudiantes de la escuela técnica de San Antonio de los Cobres.
Fuente: Gobierno de Salta