Los consejos de Australia a la Argentina para desarrollar un negocio millonario

El director de Negocios para Minería de la Comisión Australiana de Comercio e Inversión (Austrade) destacó el interés de continuar invirtiendo en la Argentina en el sector minero, especialmente en la industria del litio y del cobre; en línea con los empresarios, pidió generar las “condiciones necesarias” para los inversores
12

La relación comercial entre la Argentina y Australia tiene un gran potencial en materia de minería y tecnología. A tal punto, que el país oceánico es la nación invitada en Arminera 2023, el evento que reúne a los principales empresarios y profesionales nacionales e internacionales del sector minero. En este marco, más de 15 empresas australianas participan de la feria junto a la Comisión Australiana de Comercio e Inversión (Austrade), presentando sus tecnologías, equipamientos y servicios de innovación para la industria.

En la 25° edición de la feria, las empresas mineras que participan del pabellón “Australia” son BHP, Allkem, Fortescue Future Industries, Lake Resources y Power Minerals. También están las compañías de servicios y tecnología Ausenco, Glencore Technology, Groundprobe, Imdex, Mineral Technologies, Orica, Saxum, Worley, y la Agencia de Promoción de Comercio e Inversiones del Estado de Victoria, Global Victoria.

En diálogo con LA NACION, el director de Negocios para Minería en Austrade, Sebastián Rendina, se explayó sobre el interés de las empresas australianas en invertir en dos industrias clave para cumplir con las metas de descarbonización: litio y cobre.

Tras la pandemia, que aceleró el camino hacia la transición energética, aumentó la demanda internacional de estos minerales que la Argentina puede proveer. La situación abre una “ventana de oportunidad” que –asegura– merece ser aprovechada, generando las condiciones necesarias para consolidar las inversiones existentes y, así, atraer otras nuevas.

–¿Cuáles son los desafíos y las oportunidades para la industria minera?

–Muchos. La minería es la industria del futuro y el futuro de la industria. La minería que se está haciendo ahora no es la misma que la que se hacía hace 30 años, así como tampoco es igual la demanda por minerales. Es decir, se necesitan más minerales para poder apoyar a la transición energética y la Argentina los tiene. También hay una ventana de tiempo en la que hay que actuar para aprovechar esta oportunidad y brindar las condiciones necesarias para la inversión y para que se pueda explotar todo el potencial minero que tiene la Argentina, que es enorme. Por eso el interés de Australia. Ellos están muy presentes en Chile y Perú y piensan a la Argentina como un nuevo destino, sobre todo en materia de cobre y litio.

–¿Por qué dice que la industria minera no es la misma que hace tres décadas?

–Australia es pionera porque ha generado tecnología e innovaciones para hacer la minería más sustentable, segura y eficiente. Todo el grupo de empresas que traemos están orientadas, por lo general, a esas áreas de la minería y a lograr mayor producción porque tanto en Australia como en Chile está pasando que los yacimientos tienen cada vez menos rendimiento, lo que hace que se necesiten métodos de procesamiento más avanzados para poder extraer más minerales y a menor costo. Todo esto está dentro del abanico de las empresas que estamos trayendo al pabellón Australia de Arminera 2023. También hay empresas que se dedican a hacer seguridad, que usan tecnología para asegurarse no solo el cuidado de los trabajadores sino del medioambiente, por ejemplo, en el movimiento de tierras. Se trata de tecnologías que se fueron desarrollando en Australia y que hoy en día se aplican en Perú, Brasil, Chile, e incluso en Argentina. Muchas se asociaron con empresas locales, que traen la tecnología o los productos de Australia. Es decir, se operan con empresas y capital humano locales, lo que genera una transferencia de tecnología y es lo que queremos profundizar.

–Mencionaba el interés respecto de desarrollar la industria el litio, sobre el cual hay un consenso generalizado de que en la Argentina hay un potencial enorme. Ahora bien, en cuanto al cobre, ¿por qué hay un interés ahora, siendo que Chile ha estado históricamente a la cabeza?

–En la Argentina, teníamos la minera La Alumbrera, que cerró y dejamos de producir cobre. En el caso de Chile son el principal productor de cobre desde hace 30 años y cuentan con licencia social porque, entre otras cosas, tienen una empresa de bandera nacional explotando los recursos naturales. La realidad es que Chile tiene las mismas oportunidades y potencialidades a nivel geológico que nosotros. Lo único que tiene más favorable es la cercanía a los puertos y la infraestructura. Chile está explotando hace treinta años, cuando las empresas desembarcaron y desarrollaron tecnología. Por eso hoy las empresas chilenas están compitiendo con las australianas en materia de energía. Tenemos la tecnología, el expertise, la experiencia de Chile, así que nos falta incorporar la tecnología de Australia. Y lo que pasó con el cobre es que la demanda internacional aumentó, entonces lo que produce Chile y Perú no alcanza, generando una ventana de oportunidad para la Argentina y nuestros yacimientos de cobre que son gigantes, mucho más grandes que los de litio. De todos modos, hay que tener en cuenta que los proyectos mineros llevan muchos años desarrollarse porque tienen muchas etapas. Ahí es donde se está apostando fuerte también.

–¿Por qué se ha cuadriplicado la demanda de cobre a nivel mundial?

–Fundamentalmente, por la transición energética y por el uso del cobre para los componentes eléctricos, ya sea autos, teléfonos celulares, computadoras, para los que se lo utiliza como elemento conductor.

–En el caso del litio, la industria es más incipiente.

–El litio es algo nuevo en el mundo. Las baterías de litio son algo nuevo, que se están usando mucho para autos eléctricos y almacenamiento de energía. En la industria del litio recién se están desarrollando las tecnologías de extracción, hay distintas plantas que utilizan distintas tecnologías. No hay un standard, como es el caso del cobre, que utiliza lo mismo que la minería metalífera. Son tecnologías que ya existen y, en el caso del litio, necesita cambios. Hay muchísima inversión australiana en litio, pero esa tecnología que se trae hay que adaptarla porque en Argentina se extrae de salmueras. En cuanto al cobre, ya se sabe. A Chile le sirvió muchísimo [la tecnología australiana] y nosotros podríamos aprovechar también esa oportunidad.

–¿Qué se está necesitando para que la industria del cobre y el litio termine de “explotar”?

–Los problemas que transitan las empresas extranjeras, incluidas las australianas, es el control al Mercado Único Libre de Cambios (MULC) y las restricciones a las importaciones. Son dos problemáticas a las que se enfrenta una empresa a la hora de invertir. Es decir, si no puede importar maquinarias ni repatriar dividendos se dificulta mucho. Son condiciones que a nivel nacional nos tienen que asegurar para que estas industrias se puedan desarrollar. En cuanto a las provincias, los recursos son de ellas. Las que sabemos que son minning friendly ya tienen una estrategia para explotar y nos apoyan. De hecho, allí están los proyectos mineros más grandes. Pero a nivel nacional y macroeconómico [las empresas] están con problemas para importar o para hacer pagos al exterior. Sería lo primero que hay que destrabar para que puedan dar un paso adelante.

–La situación macroeconómica argentina está signada, entre otras cosas, por la falta de divisas marida perfectamente con lo que puede ofrecer la industria minera.

–Sí. Las empresas mineras son netamente exportadoras y este país lo que más necesita es exportar, así que allí asoma una solución. Pero también es una realidad que falta voluntad política y estrategia para que esto funcione. A nivel nacional la minería tiene apoyo porque es un sector estratégico, pero también se tienen que dar las condiciones macroeconómicas y la seguridad jurídica para que se puedan explotar estos proyectos. Otro tema que surge en las provincias que no son mineras son las licencias sociales, algo que nosotros trabajamos muchísimo, al igual que la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) y las embajadas. Es algo que se tiene que trabajar a nivel transversal: interindustria, intraindutria, en los gobiernos, en las escuelas. Generar la licencia social es imprescindible para desarrollar la industria minera y lleva tiempo. No es algo que se obtiene de un día para otro, pero si se saltea se puede avanzar un paso para retroceder cuatro. Australia es pionera en lo que es sustentabilidad, licencia social y capacitaciones en minería, aspectos que estamos tratando los seminarios de Arminera.

–¿Qué inversiones prevén realizar en caso de que se den las condiciones que necesitan?

–El monto es muy difícil de calcular y más aún la previsión. Sin embargo, puedo decir que las inversiones australianas en litio representan el 50% de los proyectos que hay en la Argentina. En cobre y en oro es menor, pero las intenciones son seguir creciendo, de la mano de empresa BHP y otras compañías que están buscando invertir. La inversión australiana que existe es muy superior a la de hace cuatro años, cuando se hizo la última feria Arminera, pero se espera que sea mucha más si se dan las condiciones. Por eso hemos pasado a ser país invitado.

Fuente: La Nación / Joaquín Lanfranchi

Te puede interesar