"Estoy orgulloso de ser minero"

Esteban Córdoba trabaja en la mina de boratos Sol de Mañana, es un referente en la Puna salteña y relató su experiencia de 20 años a El Tribuno.
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El 7 de abril pasado, Esteban Córdoba cumplió 20 años como trabajador minero. Apenas terminó la secundaria, en San Antonio de los Cobres, tuvo una breve experiencia laboral en el ferrocarril y luego ingresó como peón en el yacimiento de boratos Sol de Mañana, que está a cargo de la empresa Ulex. Desde ahí, abrazó a la minería como forma de vida y se convirtió en un referente entre sus colegas.

"Soy orgulloso de ser trabajador minero, es una profesión sacrificada, digna. El minero se caracteriza por ser solidario, por ser humilde, por ser un hombre sufrido", describió Córdoba, en diálogo con El Tribuno.

En la actualidad se desempeña como chofer de camión de la mina, ubicada a 90 kilómetros de San Antonio de los Cobres, que procesa borato en piedra para obtener colemanita y la hidroboracita, productos utilizados en la agricultura, sobre todo.

Su inquietud lo llevó a ser uno de los organizadores de las olimpiadas mineras, que ya son un clásico y el fin de semana pasada se concretaron con la participación de alrededor de 600 personas en la ciudad cabecera del departamento de Los Andes.

"Tras estas olimpiadas se formó una linda unión entre los mineros. Porque no solo es trabajo, necesitamos recreación y compartir estas cosas lindas", señaló el hombre de 45 años de edad.

Recordó, con emoción, que el viernes pasado, en la inauguración de las competencias deportivas, recibió el reconocimiento de muchos de sus pares.

"Me sentí orgulloso y muy emocionado porque hubo changuitos que están ahora en la minería y vinieron a saludarme, a darme un abrazo; fue muy lindo", relató.

Comprometido

La gratitud que le llega a Esteban Córdoba tiene mucho que ver también con la iniciativa que encaró ad honorem junto a otro trabajador minero Mario Sangüeso en plena pandemia del coronavirus. Preocupados por la paralización de las actividades que hubo por las medidas de prevención contra la enfermedad, armaron una bolsa de trabajo de desocupados de la Puna, que pusieron a disposición de las empresas.

El listado, que comprende más de 500 personas, entre varones y mujeres, se añadió a otro que elaboró la Municipalidad de San Antonio de los Cobres, de los que se nutren las mineras a la hora de contratar personal. Pero no todo es color de rosa. Muchos de los anotados , que suman más de 1.500 puneños, no tienen secundario completo y un pequeño porcentaje cuenta con estudios terciarios o universitarios. Esa realidad limita las búsquedas laborales que realizan las empresas del sector.

"Los jóvenes son los más complicados. Entre los que tienen entre 19 a 25 años no pueden ingresar a las mineras porque no los llaman, ni para ayudantes. Las empresas están trayendo gente de Salta, Orán y Tartagal", describió Córdoba.

Lamentó que no hubo la previsión de capacitar a la juventud de la Puna salteña para el boom minero que ocurre en la actualidad detrás del litio y demanda mano de obra con preparación.

"Las empresas podrían poner algo de su parte también, los puede llevar a capacitar porque no son gente analfabeta", sostuvo.

Por otro lado, advirtió que hay diferencias sustanciales entre los salarios de los trabajadores mineros de los boratos con los que explotan otros minerales, como el litio o el oro.

"Nosotros estamos cobrando apenas sobre la línea de la pobreza. Tenemos unos sueldos más bajos aquí en la Puna, en lo que es la minería", dijo el trabajador.

Fuente: El Tribuno

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