La apuesta de América Latina que desafiaría el dominio de China en el mercado del litio
El gobierno de Bolivia ha hecho un llamado a sus vecinos, Argentina, Brasil y Chile, para que trabajen en el establecimiento de una política latinoamericana sobre la explotación del litio. La idea forma parte de una iniciativa más amplia de formar un cártel similar al de la OPEP para aumentar colectivamente el poder de negociación de estos países.
"Debemos estar unidos en el mercado, de manera soberana, con precios que beneficien a nuestras economías, y una de las formas, ya propuesta por el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, es pensar en una especie de OPEP del litio", dijo el Presidente de Bolivia, Luis Arce.
Bolivia posee los mayores recursos de litio del mundo, con 21 millones de toneladas, según el Servicio Geológico de Estados Unidos. La zona del "triángulo del litio" del norte de Chile y Argentina, que incluye extensos salares, posee cerca del 65% de los recursos conocidos del metal en el planeta.
Las reservas mundiales de litio podrían aumentar hasta el 70%
La región podría albergar cerca del 70% de las reservas mundiales de litio si se añadieran las reservas potenciales peruanas, mexicanas y brasileñas, lo que supondría una nueva fuente de ingresos para las economías latinoamericanas y una reestructuración del escenario económico mundial en torno a la transición energética, según el Centro Latinoamericano de Estrategia Geopolítica (CELAG).
Bolivia firmó en enero un acuerdo con un consorcio que incluye al gigante chino de las baterías CATL para extraer conjuntamente litio de sus salares de Uyuni y Oruro. La asociación otorgaría al grupo de empresas, incluido el gigante minero CMOC, los derechos para desarrollar dos plantas de litio.
El Presidente Arce quiere industrializar el litio de Bolivia antes de que finalice su mandato en 2025, pero se mantiene cauto ante las posibles implicaciones geopolíticas que ello pueda acarrear.
Chile, Argentina y Bolivia llevan discutiendo la creación de un cártel del litio desde julio del año pasado. Su objetivo es integrar a otras naciones latinoamericanas con una incipiente industria del litio, entre ellas Brasil y México.
Los analistas, entre ellos Arman Sidhu, de Geopolitical Monitor, creen que el plan se enfrentará probablemente a la oposición de grupos ecologistas e indígenas que contribuyeron a las victorias de la izquierda en Chile, Argentina y Brasil. También advirtió de otros obstáculos, como la posible reticencia de China a ver socavada su hegemonía en el sector.
Los detractores sostienen que la extracción de litio, que puede requerir grandes cantidades de agua, puede causar importantes daños medioambientales, sobre todo a las comunidades locales. También ha habido preocupación por los derechos de los pueblos indígenas de la región que pueden verse afectados por la extracción del metal.
Los partidarios del litio sostienen que su desarrollo en América Latina podría impulsar las economías de la región, sobre todo a medida que crezca la demanda de vehículos eléctricos y energías renovables.
En los últimos años, China ha sido el actor dominante en el mercado del litio, controlando una proporción significativa del suministro mundial del metal.
La posición de China ha suscitado preocupación por la seguridad del suministro, sobre todo porque es probable que la demanda de litio aumente debido al actual auge de las energías renovables y los vehículos eléctricos.
El desarrollo de un cártel del litio en América Latina podría ayudar a contrarrestar la posición de China en el mercado y proporcionar una mayor seguridad de suministro al resto del mundo.
La idea de un cártel del litio está aún en sus primeras fases, y queda por ver si llegará a materializarse. Podría representar un cambio significativo en el mercado mundial del litio y proporcionar una nueva fuente de ingresos para las economías latinoamericanas.
Queda por ver si esto se logrará sin una oposición significativa, pero los beneficios potenciales de un cártel del litio pueden ser demasiado sustanciales como para ignorarlos.
Fuente: Worldenergytrade.com