Se desarrolla en distritos de Andalgalá un plan de obras comunitarias que se concreta de la mano de empresas proveedoras mineras locales, que a su vez generaron más de 250 puestos de trabajo entre las comunidades, que se focaliza en mejoras de sistemas de riego y a la vez concreta obras de necesidad comunitaria en los distritos de Choya, Amanao y Potrero, en una acción conjunta entre la minera MARA Agua Rica Alumbrera y las Cámaras de Proveedores de Andalgalá y Provincial, instituciones vecinales y vecinos de cada una de las localidades.

Mediante la iniciativa encarada de manera conjunta y articulada entre instituciones, empresas contratistas locales, MARA y vecinos de cada una de las localidades, ya se mejoraron más de 4 mil metros de canales de riego, que fueron revestidos con cemento y en algunos casos tapados, lo que permite una mejora en la eficiencia del uso del recurso e impacta de manera positiva en la producción de cada uno de los distritos.

Sin embargo, las obras para riego son solo un aspecto positivo del plan, ya que el mismo generó trabajo directo y registrado para más de 250 vecinos de Choya, Potrero y Amanao quienes en un alto porcentaje obtuvieron así su primera oportunidad laboral formal: Pasaron de “hacer changas” a tener un empleo en blanco, con obra social, seguros y aportes jubilatorios.

También, la presencia de estas empresas en las localidades permitió que se concreten obras en beneficio de los vecinos, como aperturas de caminos, accesos a las fincas, colaboración en las cosechas, mejoras en conectividad, mejoras edilicias en escuelas y centros vecinales etc.

En declaraciones al medio local La Perla, el presidente de la Cámara de Proveedores de Andalgalá Miguel Cardozo, y titulares de algunas de las empresas que llevan adelante el plan de acción comentar los avances de las obras y compartieron sus experiencias brindando detalles muy interesantes sobre el impacto del trabajo que llevan a cabo.

Impacto positivo

Cardozo comentó que por cada empresa local que trabaja y genera trabajo para para vecinos de cada una de las pequeñas localidades, se desarrolla otro movimiento económico directo que él llama “segundo anillo” de empresas y emprendimientos familiares que deben brindar y vender bienes y servicios a las empresas que realizan los trabajos.  Los rubros: Catering (comidas para los trabajadores); ropa de trabajo, herramientas, combustible, alquiler de maquinarias, papelería, herramientas tecnológicas, gráfica etc.

“Hacemos un cálculo de aproximadamente 9 proveedores por cada obra, tenés que tener la parte contable, la parte de seguridad e higiene, ropa, epp, seguro, comida, herramientas, seguro y servicios médicos, transporte, áridos, etc. Entonces son bastantes los proveedores que se activan en una obra, y eso genera un muy buen número en la cadena de proveedor a proveedor que es de lo que estamos hablando ya que tenemos el pacto entre todos que todo sea comprado y contratado localmente, en Andalgalá” comentó Cardozo.

Obras comunitarias

Como se comentó, las empresas realizan también obras comunitarias en cada localidad, como lo informó Daniel Lizárraga, que, con su empresa familiar que lidera junto a dos de sus hermanos,  tiene a su cargo una de las obras en Choya:

“Si bien nosotros estamos enfocados en lo que son los canales, hay otras cosas que también fuimos haciendo de acuerdo a la necesidad que surgía, hemos hecho trabajos en los filtros, en la escuela, hemos hecho también algunos trabajos en la cancha de futbol, incluso se ha podido ayudar a la gente que tenía que juntar el membrillo que no tenía suficiente gente para hacerlo. Así que no es solo la obra del canal, sino que también hay otras situaciones que van surgiendo y si ellos lo piden se le puede dar atención.”

En el mismo sentido, Juan Sachetti, que lleva adelante una parte de las obras en el distrito Potrero, sostuvo que: “Nosotros, primeramente, como es una obra que recién esta hace 4 meses, hicimos todo lo que es tareas comunitarias. En la primera etapa que estamos ejecutando ayudamos a los centros vecinales, el centro vecinal de Potrero tenía ganado una obra de hace muchos años con los materiales pero no tenía la disponibilidad de la gente para ejecutar entonces nosotros les brindamos la gente hasta que se consumió los materiales que tenían disponibles, después hicimos refacciones en la escuela como pintura, limpieza, también en los clubes de futbol, a la gente particular también se les hace arreglos de techo cuando nos solicitan mientras ellos tengan los materiales nosotros les colaboramos con el personal” comentó, para luego agregar que “ayudamos también a los productores cuando fue la crecida de los ríos se les mejoró los accesos para que la gente pueda sacar el membrillo”.

Testimonios que asombran

Los testimonios sobre los trabajadores asombran y emocionan, ya que describen cómo muchos de ellos pudieron, por primera vez en su vida, contar con obra social, o contar con un ingreso fijo cada mes, lo que les permitió acceder a bienes anhelados durante largo tiempo. 

Hay varios casos, como el de la mujer que llora de emoción al comentar que por primera vez podrá comprar “mochilas y útiles lindos” para sus hijos, o los jóvenes de 18 o 19 años que “tienen cierta estabilidad, ahora pueden proyectar, pueden saber que compran y pueden pagar en cuotas que son cosas que a veces cuestan y es la única forma de adquirir algunas cosas, entonces la gente se ha beneficiado muchísimo” como comentó Lizárraga.

“En mi empresa, y para estas obras, tenemos una nómina de 10 chicos que tiene 18 años así que es su primer trabajo y yo los hablo para que aprendan y sean responsables para que en un futuro puedan tener una proyección mejor, esa es la idea de la Cámara de generar ese tipo de impacto en la zona” finalizó Sachetti.

Así las cosas, mediante el plan de acción que llevan adelante proveedores mineros, MARA, instituciones y vecinos, en pequeños distritos de Andalgalá se trabaja de manera conjunta en oportunidades de desarrollo para las familias locales, mejoras en infraestructura del agua, asistencia a la producción agropecuaria y mejoramiento de espacios comunes y de instituciones. Todo ello, con el impulso y las manos de los propios vecinos.

Fuente: El Esquiú