La UNT recibiría unos $3.400 millones extra como regalías de YMAD

YMAD cobrará 50 millones de dólares por su contribución para explotar Agua Rica, más otros tres por arrendamiento minero. A la UNT le correspondería el 20% por el acta firmada por Cerisola.
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Yacimientos Mineros Aguas de Dionisio cobrará 50 millones de dólares por su contribución para explotar Agua Rica, más otros tres por arrendamiento minero. A la UNT le correspondería el 20% por el acta firmada por Cerisola que dio por culminada la Ciudad Universitaria.

Se relamen las arcas de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT). Desde Catamarca informan que Yacimientos Mineros Aguas de Dionisio (YMAD) cobrará más de 50 millones de dólares por su contribución a la explotación del yacimiento Agua Rica. A la Casa de Altos Estudios fundada por Juan B. Terán le correspondería el 20% de las regalías de la actividad minera de YMAD a partir de la oprobiosa acta firmada el 2 de enero de 2008 por el exRector Juan Alberto Cerisola que dio por concluida la Ciudad Universitaria, reduciendo a ese porcentaje las utilidades a favor de la UNT, maniobra que devino en una investigación por supuesta administración fraudulenta por 85 millones de dólares entre 2006 y 2009. Así, al tipo de cambio actual, la UNT recibiría unos $3.400 millones extra como regalías de la minería.

La Sindicatura General de la Nación (SIGEN) aprobó el acuerdo entre Yacimientos Mineros Aguas de Dionisio y Minera Alumbrera que mejora los iniciales 12,5 millones de dólares -que ahora ascienden a 50- por el remanente de minerales de Bajo La Alumbrera que no puede extraerse a cielo abierto: desde la provincia vecina advierten que retirar las reservas a través de túneles -como en Farallón Negro- es inviable desde lo económico "pero la multinacional, socia del holding que tiene los derechos sobre Agua Rica, desembolsará de todos modos lo que se calcula le hubiera correspondido a YMAD por esa explotación hipotética", según informó El Ancasti.

A ello se sumarían 3,1 millones de dólares adicionales en concepto de "arrendamiento minero". Los 50 millones de dólares se pagarían en ocho cuotas anuales de 6.250.000, ajustables con la inflación de los Estados Unidos. La primera de ellas se liquidaría a los 20 días de celebrado el contrato, junto con lo pactado por “arrendamiento minero”. Así, YMAD empezaría el 2023 con una inyección de 9.350.000 dólares y una perspectiva de 6,25 millones, por año, hasta 2029. De esas regalías, a la UNT le correspondería el 20% a partir del acta firmada por Cerisola con autoridades de YMAD bajo el sol de enero de 2008.

En octubre de 2021, la UNT volvió a recibir regalías mineras luego de siete años: YMAD repartió utilidades por primera vez con recursos propios y a la Casa de Altos Estudio tucumana se le retribuyó el 20% de un remanente de $545 millones, lo que devino en un total de $109 millones para las arcas universitarias. Otros $ 109 millones (por otro 20%) fueron depositados en un plazo fijo en el Juzgado Federal de Catamarca, en cumplimiento de un amparo en el marco del proceso que la UNT encaró en defensa del 40% que, por definición de la ley de creación de YMAD, le correspondía para la construcción de la Ciudad Universitaria.

En septiembre pasado, el director por la UNT José Roberto Toledo (con mandato hasta 2024) reconoció en diálogo con Omar Nóblega en el prime time de Canal 10 que "la UNT por medio de su Rector (Juan Alberto Cerisola), firmó un acta dando por concluida la Ciudad Universitaria cuando no estaba concluida", y disparó: "La ley decía que una vez que se concluya la Ciudad los fondos de la Universidad dejaban de ser del 40% de las utilidades netas de la empresa y bajaban al 20%. Desde esa fecha hemos bajado del 40% al 20%. ¿Por qué se hizo eso? Tendrá que saberse en el juicio. Se presume que fue porque eso era de libre disponibilidad y en consecuencia no estaba sujeto al destino específico de la inversión en obras". 

“Administración fraudulenta”

La Justicia Federal investiga la supuesta administración fraudulenta de unos 85 millones de dólares provenientes de la minería entre 2006 y 2009 en la llamada Fiebre del Oro en la UNT. Por esta causa fueron procesados el exRector Cerisola; el exdirector de Contrataciones Universitarias, Osvaldo Venturino, y la exdirectora de Construcciones Universitarias, Olga Cudmani. En julio pasado, el juez federal Fernando Poviña procesó a 20 empresarios de 20 firmas constructoras tucumanas y dictó embargos por sobreprecios en 17 obras en la UNT. Cerisola fue embargado por $20 millones; Cudmani por la misma cifra y Venturino por $47 millones. El exRector dejó su cargo en 2014 y los exfuncionarios ya se jubilaron, siendo Cudmani la última en hacerlo en 2019. El plazo de la indagatoria es hasta el año 2025.

El acta acuerdo que blanqueó Toledo aduce una supuesta conclusión de una "Ciudad Universitaria" que jamás se construyó como tal, y que fue anulada por el Consejo Superior en 2014, debido a que en la misma se dispuso de bienes universitarios sin autorización del propio Consejo, tal como ordena el Estatuto de la UNT. Sin embargo, la misma no ha sido anulada legalmente, sino que hay un planteo judicial al respecto. Mientras tanto, para YMAD sigue siendo válida y la Ciudad Universitaria está construida y culminada. Para llegar a declarar concluida la "Ciudad Universitaria", Cerisola se valió de una "redefinición y resignificación" del "concepto" Ciudad Universitaria, cosa que logró en junio del 2006, valiéndose de los aportes teóricos de la Tesis doctoral del Dr. Arq. Franco Marigliano, hijo del exRector Mario Marigliano; y se diseñó el Plan de Obras (Expediente Nº 713-2006).

No es posible que el por entonces Rector Cerisola ni los representantes de la UNT en el directorio de YMAD, Rodolfo Campero y Mario Marigliano, hayan podido ignorar tamañas violaciones al Estatuto de la UNT, ya que el acta rubricada por el exRector no pasó por el Consejo Superior, órgano que debe autorizar la disposición de bienes universitarios y causó un perjuicio a la Casa de Altos Estudios.

Lo llamativo del acta del 2 de enero que firmaron Cerisola e YMAD es que el 13 de septiembre de 2007, menos de cuatro meses antes del acta que daba por culminadas las obras de la Ciudad Universitaria, los vocales directores de YMAD, Mario Alberto Marigliano y Rodolfo Martín Campero requerían a Cerisola "la documentación necesaria que permita ponderar la marcha de los trabajos y/o actos conducentes a obras para la construcción de la Ciudad Universitaria" ya que "a la fecha no se encuentra concluida la Ciudad Universitaria, por lo cual la recepción de los fondos se hace en el marco del precitado inciso".

El informe de la Sindicatura General de la Nación (Sigen) constituye un examen exhaustivo y una evaluación del sistema de control interno de la Dirección General de Construcciones Universitarias (DGCU), mientras que la nota Sigen 2623 / 2013, firmada por el Síndico Gral. de la Nación Dr. Daniel Reposo, mantiene las observaciones de la auditoría realizada al proceso de ejecución de obras públicas llevado adelante por la UNT en el año 2011.

Según el informe de la SIGEN, la DGCU ha incumplido reiteradas veces y en distintas obras (realizadas con dinero proveniente de YMAD) las normas del régimen de licitación pública previsto en la Ley Nacional de Obras Públicas, violando el principio de igualdad y transparencia de las licitaciones. La DGCU hizo anticipos de dinero y reconocimiento de mayores costos no contemplados en los pliegos. Todo ello con conocimiento y responsabilidad del ex Rector Juan Cerisola, lo cual fue advertido por el Consejo Superior en el año 2010 mediante la Resolución HCS 1118/2010. La causa está paralizada en la Justicia desde el procesamiento de 20 empresarios tucumanos. 

El robo de la Ciudad Universitaria

En junio de 2022, en el marco de la campaña al Rectorado de la UNT, el por entonces vicerrector Sergio Pagani le dijo a La Gaceta: "Es una idea nuestra también que ha salido en las discusiones del año pasado de resignificar y redefinir la Ciudad Universitaria. No es la de (...) que es absolutamente impracticable desde todo punto de vista, no sólo económico sino desde su concepción, del punto de vista pedagógico; las cosas han cambiado desde esa idea de ciudad universitaria a hoy. No vamos a pensar ya una ciudad universitaria en san Javier. Tenemos que reformularla y ahí orientar los esfuerzos edilicios y ahí algún dinero que venga de la minería".

La Ciudad Universitaria siempre ha sido el gran sueño de toda la comunidad de la UNT desde 1949 a partir del legado de un gran universitario: Abel Peirano. Así, con una serie de obras menores a partir -al igual que la propuesta de Pagani- de "reformular" el concepto prescripto en la Ley 14.771 de creación de YMAD, Cerisola sepultó el sueño de la Ciudad Universitaria y se pasó a disponer libremente de las regalías de la minería para la Casa de Altos Estudios.

A finales de la década del '30, el Doctor Abel Peirano, químico de la UNT y del Instituto Miguel Lillo descubrió la mina Farallón Negro en el departamento Hualfín, en una zona llamada Agua de Dionisio, donde encontró evidencias metalíferas que tenían fundamentos vetiformes de oro y pata. En 1948, este enamorado de la mineralogía decide donar sus derechos mineros a la UNT, y en 1949 el presidente Juan Domingo Perón ordena la estatización de varias áreas mineras, entre ellas la zona conocida como El Bajo de La Alumbrera. Un año antes, por decreto del propio Perón se expropiaron 17.000 hectáreas en la Sierra de San Javier para ejecutar el Proyecto Ciudad Universitaria, que buscaba erigir allí los edificios y espacios necesarios para el emplazamiento de las dependencias de la UNT dentro de la Reserva Natural. En 1958, bajo el gobierno de Arturo Frondizi, se decide la creación de una empresa interestadual integrada por Catamarca y la UNT. El 9 de enero de 1959 se publica en el Boletín Oficial la ley 14771, que da origen formal a Yacimientos Mineros Agua de Dionisio (YMAD).

El Acuerdo de Farallón Negro estableció que un 60% de las utilidades serían para Catamarca y el 40% para la UNT: El artículo 18 dice que ese 40% está destinado a terminar la Ciudad Universitaria y que al concluirse esta se debía repartir el 20% de libre disponibilidad y el otro 20% a las otras universidades. El 2 de enero de 2008, en plena Fiebre del Oro en la UNT, Cerisola firmó con YMAD -con los exrectores Mario Marigliano y Rodolfo Campero representando a la UNT ante YMAD-  el acta que dio por terminada la ciudad universitaria: "La Universidad Nacional de Tucumán deja sentado expresamente por intermedio de su Rector: a) Que con los fondos que su mandante recibe en esta ocasión se da por satisfecha la obligación de distribuir a favor de dicha universidad el porcentaje del cuarenta por ciento (40%) contemplado en el artículo 18, incido b), de la Ley 14.771", reza el acta hasta hace poco secreta del 2 de enero de 2008.

"Nadie se preocupó demasiado porque nunca hubo plata... hasta 2006, cuando el oro de la minera empezó a fluir. Cerisola estaba en su primer mandato. Como representantes de la universidad en YMAD estaban los ex rectores Rodolfo Campero y Mario Marigliano. Todos coinciden en que YMAD pidió a la Universidad precisiones sobre los fondos para terminar la ciudad universitaria y ahí Cerisola, tras pedir un plan de obras a Planeamiento de la UNT, decretó extinguido por inviable el proyecto de la Ciudad Universitaria y lo cambió por obras en las dependencias de la universidad", detalló el diario La Gaceta en el artículo "El vergonzoso fin de la ciudad universitaria", publicado el 12 de septiembre de 2015.

"En Tucumán siempre se pensó que las dependencias de la Ciudad Universitaria en el cerro San Javier eran una obra, por un lado, maravillosamente ambiciosa (las hermosas viviendas y los edificios para estudios del cerro, además del inconcluso funicular) y, por otro lado, abandonadas desde el fin del rectorado de Horacio Descole (1955). Abandono cuyo símbolo es el edificio inconcluso y un tanto hundido en el cerro, junto al Bosque de la Memoria", se lee en aquel artículo de 2015.

Siete años atrás, la comisión investigadora del Consejo Superior de la UNT dictaminó que "nunca se declaró el fin de los trabajos de la Ciudad Universitaria ni se encontró respaldo documental que demuestre la urgencia de concluirlos", y que "Asuntos Jurídicos dictaminó que Cerisola no tenía potestades para decidir sobre los bienes de la universidad" pero que "nunca se debatió ni decidió la conclusión de la Ciudad Universitaria". "La Comisión dice que Cerisola rebasó los límites de su competencia, y por ello violó los artículos 7 y 14 de la Ley de Procedimientos Administrativos", advirtió el centenario diario. 

Del requerimiento de elevación a juicio presentado por el Fiscal Federal Nº1 Carlos Brito se desprende:

Ahora bien, merece especial análisis la conducta del ex  Rector Juan Alberto Cerisola, al rubricar, como representante de la Universidad Nacional de Tucumán, el Convenio N° 6 UNT - YMAD, de fecha 02/01/2008 el que dio por satisfecha la obligación del YMAD de distribuir el porcentaje 40 % de sus utilidades, previsto en el art. 18°, inc. "b", de la Ley 14.771, reduciendo el porcentaje al 20 % de manera arbitraria y sin un examen fundado de especialistas en la materia, es decir que no existe ningún antecedente y/ o informe técnico que avalase tal decisión, advirtiendo además la llamativa fecha en que se firmó.

Sumado a ello, se determinó que incluso previamente a la firma del citado convenio, las utilidades giradas por YMAD a la Universidad nunca alcanzaron el porcentaje del 40 % determinado por la Ley 14.771, así en el 2006 se giró un 19,28 %, equivalente a $ 57.112.000; en el 2007 un 25,35 % por lo que se recibieron $ 233.000.000, e incluso después de la rúbrica del convenio, tampoco se alcanzó el "nuevo" porcentaje legal del 20%, así en el 2008 se giró un 10,15 %, que resultaron unos $ 36.800.000 y en el 2009 un 6,41 % equivalentes a $ 26.300.000, adviértase que en su declaración indagatoria el procesado Cerisola manifestó "no es función del rector de la Universidad, ni de la Universidad controlar la exactitud de los montos recibidos'’, (fs. 1619 vta.)

Ahora bien, respecto a las utilidades percibidas por la empresa YMAD, según los estados de resultados con fecha de cierre al 31 de diciembre de los años 2006 al 2009, es dable señalar que las ganancias del ejercicio del año 2006 fueron de $ 296.183.332,32, las ganancias de ejercido del año 2007 ascendieron a la suma de $ 884.307.553,13, las ganancias del ejercicio del año 2008 fueron de $ 362.426.327,81 y las del año 2009 alcanzaron la suma de $ 410.257.132,77, Es decir, no existe evidencia alguna de que durante la gestión del procesado Cerisola se hubiese realizado algún control sobre el YMAD, a los fines de determinar si las utilidades recibidas por la Casa de Altos Estudios, eran efectivamente las que fe correspondían percibir. 

Burgos, el querellante de la UNT que jamás la defendió del saqueo

En el Tribunal Oral Federal de Tucumán desconocen la actuación de la querella en defensa de la UNT dispuesta por el Consejo Superior en 2014. Dicha “querella” está encabezada por el abogado Rodolfo Tercero Burgos, a propuesta de la Rectora Alicia Bardón y del director de Asuntos Jurídicos, Ramiro González Navarro, sindicado como partícipe necesario de la falsificación y del andamiaje jurídico para el saqueo de las arcas de la UNT, a través de un aberrante dictamen que transforma los dineros públicos en privados conocido como 'Doctrina Hochi'.

La Universidad Nacional de Tucumán se ha constituido en querellante en la causa que se tramita en la Justicia Federal por las irregularidades detectadas en el manejo de utilidades mineras donde se espera que a la brevedad sean sometidos a juicio el exRector Juan Alberto Cerisola y los imputados Luis Sacca (ex diputado nacional de la UCR), Olga Cudmani y Osvaldo Venturino.

En septiembre de 2019, tras la renuncia del abogado Diego Lammoglia a desarrollar la querella de la UNT, el Rector José García y el secretario general del Rectorado, José Hugo Saab, resolvieron contratar para impulsar esa querella nada más y nada menos que a Rodolfo Tercero Burgos, presidente de Canal 10 y docente de la cátedra de Derecho Constitucional de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, por el plazo de un año "con la retribución que establezca el acuerdo de locación de servicios correspondiente", según informó el citado medio. En el Tribunal Oral Federal de Tucumán no aducen registro de los avances de la querella a cargo de Burgos en la causa contra Cerisola.

Eltucumano.com

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