Tras poderío chino en minería, Canadá busca vetar inversores

Al menos 27 cotizadas tienen entre sus inversores a socios chinos.
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China ha ido tejiendo posiciones en la industria minera canadiense, hasta tal punto que participa en más de una veintena de firmas y, entre ellas, se encuentran las más relevantes del sector. Sin embargo, las últimas medidas aprobadas en el país norteamericano van a limitar las inversiones extranjeras.

Al menos 27 cotizadas, como Teck Resources, Ivanhoe Mines o First Quantum Minerals tienen accionistas vinculados a China, según Bloomberg. A partir de ahora, retener o atraer a este tipo de inversores será complicado debido a los esfuerzos canadienses para proteger su patrimonio mineral.

Por ejemplo, Ivanhoe Mines pertenece al 39,5% a la multinacional china Zijin Mining. Por su parte, Sinotech Hong Kong tiene casi la mitad de (49,7%) la firma dedicada a la exploración de níquel Nickel North Exploration. La canadiense Teck, que produce cobre y zinc en minas de Norteamérica y Sudamérica, tiene como principal inversor al fondo China Investment, entre otros de estos casos, según informó elEconomista.

"Canadá ha dicho que no quiere ver inyecciones de capital de inversores influenciados por sus estados", señala Subrata Bhattacharjee, especialista en inversiones extranjeras de Borden Ladner Gervais. "Eso va a dejar a algunas compañías mineras en un limbo en cuando a su financiación", añade. 

Las compañías chinas están involucradas en 89 operaciones e inversiones en compañías mineras y metalúrgicas canadienses efectuadas en la última década, según los datos recopilados por Bloomberg. El valor total de esas transacciones es de US$ 14.000 millones que han ido a compañías que trabajan con varios de los 31 minerales críticos de Canadá. 

Algunos metales como el litio, el cobre, el níquel y el cobalto son esenciales en la fabricación de baterías para coches eléctricos, paneles solares o turbinas de viento. Eso da acceso a las firmas chinas a materias primas básicas y a reducir las dificultades derivadas de las cadenas de suministro. 

Por eso, Canadá ha estado trabajando junto a Estados Unidos y otros países para reducir su dependencia de los accionistas del país asiático. Más allá del control que tiene sobre el país norteamericano, su presencia en el negocio de los minerales es global. 

Mirando a otros vínculos entre ambos países, un socio minorista de Lithium Americas es la china Ganfeng Lithium; China General Nuclear Power está detrás de Fissium Uranium, entre otros. El Gobierno chino también participa, aunque de forma menos relevante, en la producción de oro. 

En ese contexto, Canadá ha anunciado un endurecimiento de los requisitos para invertir en minerales críticos, precisamente, dificultando la entrada de socios extranjeros. A partir de ahora, cualquier transacción de fuera tendrá que pasar el visto bueno de los reguladores.

"La dirección de la política se aplicará a futuras operaciones", dice Alex Wellstead, portavoz del ministro de Industria canadiense, Francois-Philippe Champagne. Preguntado por firmas específicas, el organismo no ha querido pronunciarse. 

"El gobierno canadiense está tomando un perfil más duro, no solo en las compañías estatales sino también en aquellas en las que están gobiernos de otros países", explica Sandy Walker, abogada especializada en Dentons. "Puedes ser un inversor privado y, aún así, ser considerado como parte de la estrategia extranjera", matiza.

El objetivo de Canadá de controlar su industria está tomando forma y, la semana pasada, algunas firmas chinas desinvirtieron de tres compañías de exploración, entre ellas, Lithium Chile, cuya sede se encuentra en Calgary, al Sur del país.

"Todo el sector del litio de Canadá ha perdido ahora el apoyo del mayor peso pesado", afirma el consejero delegado de Lithium Chile, Steven Cochrane. "Todo el mundo va a notar el impacto", completó.

Fuente: DIARIOS/MINING PRESS

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