Dos proyectos clave para la minería de cobre en Perú con luz verde para una millonaria expansión en el centro y sur del país

Una de las operaciones ha sido habilitada para perforar 166 plataformas en búsqueda del metal rojo, incrementando la capacidad de exploración y estimulando la economía en su región.
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El sector minero suma dos avances regulatorios clave que apuntalan la economía regional y nacional. En primer lugar, el Ministerio de Energía y Minas (MINEM) aprobó la Cuarta Modificación del Estudio de Impacto Ambiental Semidetallado (EIA-sd) para el proyecto Las Bambas, uno de los principales motores cupríferos de Perú.

Esta autorización permite que la concesión Ferrobamba —ubicada en Cotabambas y Grau, en Apurímac— aumente notablemente su capacidad de exploración. Pero también se cuenta el visto bueno que ha recibido Alpamarca–Pallanga por parte de la autoridad ambiental en las últimas horas.

Ambas resoluciones, en Apurímac y Junín, evidencian la importancia de un entorno regulatorio claro para destrabar proyectos y dinamizar economías regionales. La aprobación ambiental y técnica, además de inyectar liquidez y empleo, respalda la competitividad internacional del Perú como destino minero estratégico.

 
Las Bambas recibe luz verde para ampliar exploración minera

Con la resolución, la operadora MMG Las Bambas S.A. podrá habilitar 166 nuevas plataformas de perforación. El plan contempla 121 sondajes diamantinos que servirán para estimar con mayor precisión los recursos minerales del yacimiento, y 45 sondajes geotécnicos adicionales. Estas acciones permiten mejorar la base de datos geológicos y optimizar el diseño de futuras etapas mineras. Las inversiones previstas y la mayor actividad técnica ofrecen proyecciones de mayor movimiento económico y oportunidades laborales a nivel local.

El impacto de Las Bambas trasciende el entorno apurimeño. El proyecto es estratégico para la recaudación fiscal y la atracción de inversión extranjera directa. Su ampliación fortalecerá la competitividad del Perú dentro de la región, al mostrar capacidad para sostener operaciones complejas bajo exigentes estándares técnicos y ambientales. A largo plazo, este tipo de permisos apunta a mantener el flujo de inversiones en exploración, un eslabón clave para la continuidad productiva del sector.

Alpamarca–Pallanga avanza tras aprobación ambiental en Junín

En el centro del país, la Unidad Minera Alpamarca–Pallanga, en Junín, también recibió el visto bueno ambiental para avanzar. El Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (Senace) aprobó la Segunda Modificación del Estudio de Impacto Ambiental Detallado (MEIA-d), etapa indispensable para liberar más de 37 millones de dólares en nuevos desembolsos de capital. La responsable, Compañía Minera Chungar S.A.C., tiene previsto invertir en construcción, operación y mejoras técnicas con foco en sostenibilidad.

El complejo, situado en Santa Bárbara de Carhuacayán, integra un tajo abierto, una mina subterránea y una planta concentradora con capacidad para procesar 2.500 toneladas diarias de minerales polimetálicos. La aprobación involucra no solo expansión, sino garantías de control ambiental y adaptación al entorno social. La opinión técnica favorable de la Autoridad Nacional del Agua y otros entes estatales refuerza la seguridad jurídica y la confianza para inversionistas.

Las inversiones proyectadas en Alpamarca–Pallanga buscan reactivar operaciones paralizadas, mejorar la eficiencia y asegurar el cumplimiento de normas para el cierre de minas. Con estos avales, la región se consolida como un actor atractivo para el flujo de capitales y ratifica el peso de la minería como pilar económico, especialmente en contextos globales de alta demanda por metales.

Fuente: Infobae

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