Los logros y lo que preocupa de la minería salteña

Se realizó una mesa nacional sobre la actividad en San Antonio de los Cobres. Educación y acceso al trabajo en la Puna son los temas que más inquietan.
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La Mesa Nacional sobre Minería Abierta a la Comunidad (Memac) que se realizó el jueves pasado en San Antonio de los Cobres expuso todas las aristas de la actividad, que está cambiando a pasos acelerados la realidad de la Puna salteña y se espera que en el mediano plazo también lo haga con el resto de la provincia. Esos puntos, tanto los positivos como las preocupaciones y problemas a corregir, quedaron a la luz en esa jornada que organizó la Secretaría de Minería de la Nación junto a su par de la Provincia.

Hubo una amplia participación de referentes puneños, desde las pymes proveedoras de servicios, el sector educativo y legisladores locales, y de funcionarios de distintos organismos relacionados con la minería. Pero fue notable la ausencia en el debate de representantes de las empresas que tienen a cargo los yacimientos en la provincia. Aún así, los temas que se trataron y que afectan a la comunidad puneña tuvieron un canal para ser escuchados.

La Memac tuvo dos presentaciones con consignas que fueron disparadoras de las consultas y planteos de los asistentes. Se habló sobre el desarrollo de proveedores locales y hubo otro bloque de formación y empleo.

En cuanto al primer tema expusieron Ema Choque, quien brinda servicios de catering, hotelería y limpieza en Olacapato a dos mineras y ya cuenta con 70 empleados, y Liliana Delgado, quien tiene un emprendimiento similar, con 100 puestos laborales, que atiende a otras dos compañías. Ambas son oriundas de la Puna y sus trabajadores son en su mayoría de la zona.

Tras esas presentaciones surgieron algunos planteos, como el del pequeño productor minero Milton Viveros. Manifestó los altos costos que tienen que afrontar los productores de sal, ónix y perlita para poder llevar adelante sus emprendimientos. Dijo que tienen las mismas exigencias que una gran minera, por ejemplo en los costos estudios de impacto ambiental, y eso es una traba para el desarrollo. Al respecto, la secretaria de Minería de la Provincia, Romina Sassarini, coincidió con el emprendedor y señaló que se trabajará con una ley para pequeñas empresas.

Desde Nación recordaron que existen diversas líneas de crédito y fomento para emprendedores chicos y contaron que se está elaborando un registro federal de proveedores mineros. Aclararon que con esa iniciativa no se afectarán las regulaciones provinciales que obligan a las compañías extranjeras a contratar empresas locales.

Hubo un contrapunto, luego, con una queja del concejal de San Antonio de los Cobres Pedro Lázaro, también cacique de la comunidad Kollas del Desierto. Remarcó que a pesar del exponencial incremento de compañías mineras en la Puna, las ofertas laborales para los pobladores de la región no crecieron en la misma proporción. En ese sentido, dijo que uno de los principales inconvenientes es que las empresas piden dos años de experiencia como mínimo para acceder al trabajo minero y son muy pocos los que cumplen con ese requisito, sobre todo los jóvenes. Esa preocupación sobre la cuestión laboral y también la falta de capacitación para los nuevos puestos laborales que se presentan en la actividad atravesó gran parte del debate en la Memac.

Se hizo hincapié, además, sobre el impacto en el ambiente que deja el mayor movimiento de personas en la Puna. En esa línea se mencionó que hay mucha basura en la vía pública y el río San Antonio tiene una mayor contaminación con efluentes cloacales, ya que la localidad cabecera de Los Andes carece de una planta de tratamiento.

Uno de los disertantes del evento fue el titular del Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI), Daniel Schteingart, quien dio cuenta que en Los Andes la minería explica el 50% del empleo formal. Le siguen en cantidad de trabajo la construcción y la gastronomía y hotelería, que también tienen que ver con la minería. En ese departamento creció un 25% desde la prepandemia.

Capacitación, la pata floja

Una de las mayores preocupaciones que se plantearon en la Memac fue la escasa oferta de capacitación afín a la minería para los jóvenes puneños. Entre los expositores estuvo Carolina Mazzieri, a cargo de la Tecnicatura en Minería de Campo Quijano, que es el único establecimiento de ese tipo en la provincia, y contó que la institución, obviamente, no da abasto con la demanda educativa que existe. La misma tecnicatura estaba disponible años atrás en San Antonio de los Cobres, pero se cerró por la falta de estudiantes. "La realidad ahora es otra y necesitamos que nuestros hijos tengan la posibilidad de capacitarse", advirtió una madre. Por otro lado, desde la escuela técnica de San Antonio reclamaron que los alumnos no pueden realizar prácticas profesionalizantes en las mineras porque existe una normativa nacional que impide que los estudiantes cumplan más de 20 horas semanales en las empresas. Eso es imposible en los alejados yacimientos, donde los períodos de trabajo son de 15 días seguidos.

Fuente: El Tribuno / Pablo Ferrer

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