No es oro, pero abre una buena oportunidad
En primer lugar, en relación a otros productos mineros como el oro y el cobre, el mercado del litio es casi insignificante.
El volumen comercializado de oro en el mundo asciende a casi USD 125.000 mn, y el de cobre a USD 95.000 mn.
El mercado del litio, en tanto, se ubica en torno a los USD 2.000 mn, con una proyección optimista de USD 7.700 mn para el año 2022.
En segundo lugar, aun para la Argentina se trataría de una modesta fuente de divisas. Hay números que impactan, es cierto. Sin embargo, estos valores no resultan significativos cuando se comparan con las exportaciones totales del país, y tampoco son demasiado elevados dentro de la propia minería, cuyas exportaciones involucran cifras mucho mayores.
El flujo neto de divisas sería aún menor si se consideran las importaciones de bienes y servicios realizadas para la operatoria de los salares, y los dividendos y regalías girados al exterior por parte de las empresas concesionarias.
Asimismo, dado el carácter de capital intensivo de los procesos mineros, tampoco se puede esperar un gran impacto en materia de empleo (más aún si se consideran las tendencias a la automatización en el sector).
En síntesis, la influencia que la minería del litio tendría sobre los agregados nacionales sería muy limitada aunque, por supuesto, no despreciable en un país siempre urgido por la necesidad de inversiones, divisas y empleo.
No obstante, los proyectos de litio sí pueden representar un aporte relevante para las provincias que albergan los recursos que suelen ser, además, relegadas en términos de desarrollo, en especial en las zonas donde se encuentran los salares.
Los niveles de empleo privado en el sector minero –que incluye otras actividades además del litio– son muy pequeños en Catamarca, Jujuy y Salta, no solo en términos relativos al empleo total, sino también absolutos.
La operación de un salar con una capacidad anual de producción de 15.000/20.000 tn emplea de manera directa alrededor de 250 personas y, según ha señalado el presidente de la Cámara Minera de Jujuy, Franco Mignacco, el factor multiplicador de puestos indirectos se encuentra entre 2,5 y 3. En contraste, el litio posee un peso importante en la estructura exportadora de dichas provincias, especialmente en el caso de Jujuy, donde ha llegado a representar el 16% de las exportaciones totales.
Estas cifras podrían incrementarse sensiblemente en las tres provincias si se concretan algunos de los proyectos actualmente en marcha. Pero más allá de las divisas y empleos que pueda generar, resulta difícil pensar que en las condiciones actuales de explotación, la actividad litífera pueda convertirse en una plataforma que promueva un proceso virtuoso de cambio estructural en las economías provinciales.
¿Por qué? Porque para lograrlo debería ser capaz de generar eslabonamientos más numerosos y complejos en términos tecnológicos.
Vale entonces preguntarse, desde una perspectiva de largo plazo, cuál sería la posible contribución del litio al desarrollo de estas regiones.
Existe cierto consenso sobre la existencia de una “ventana de oportunidad” (algunos la sitúan en torno a los 20 años) para explotar la riqueza del litio disponible en la Argentina, ya que los pronósticos sugieren que, tarde o temprano, dicho material será reemplazado por otros o incluso por el reciclado de las baterías agotadas.
Esta preocupación podría sintetizarse en una pregunta: ¿Cómo lograr que la explotación de litio tenga impactos más allá de su vida útil como insumo dominante en el nuevo paradigma de una movilidad basada en la electricidad y el almacenamiento energético?
La pregunta que prevalecía en los ‘70s era “cómo atraer inversión extranjera” para explotar los recursos, mientras que hacia mediados de los ‘90s la principal preocupación pasaba por mejorar los impactos sociales, económicos y políticos de la explotación de los recursos extractivos –es decir, cómo evitar la “maldición de los recursos”.
Este interrogante forma parte del debate que ha dominado la agenda política de los recursos naturales en países en desarrollo desde los 2000.
Las naciones que integran el triángulo del litio –y en la Argentina, Catamarca, Salta y Jujuy–, han impulsado, mediante enfoques muy diversos, iniciativas que van más allá de la operación de los salares para obtener carbonato de litio.
En general, el objetivo principal es promover mayores grados de industrialización, fomentar encadenamientos con proveedores locales y generar proyectos innovadores en torno a los procesos de extracción.
En ocasiones, dichas iniciativas se vinculan con programas de promoción de energías renovables, aprovechando la “tracción” de la demanda que pueden generar.
Estas estrategias se orientan, en definitiva, a utilizar este “tesoro enterrado” para poner en marcha procesos virtuosos que contribuyan al desarrollo socioeconómico de las regiones o países.
En definitiva, se trata de crear mecanismos que permitan aprovechar la “ventana” que ofrece una dotación relativamente extraordinaria de un recurso de carácter crítico para crear eslabonamientos que generen capacidades productivas, tecnológicas, de gestión y comerciales que puedan difundirse a lo largo de la cadena de valor o, incluso, encontrar aplicación en otros sectores.
Se podrían incluir aquí eslabonamientos intensivos en conocimiento que incluyan, por ejemplo, el desarrollo de materiales avanzados, de procesos químicos y electroquímicos complejos o de sistemas de acumulación de energía.
También eslabonamientos locales de carácter menos sofisticado pero que sean novedosos para el entorno donde se realizan las explotaciones como, por ejemplo, la prestación de servicios de mantenimiento y logística.
USOS
Por su elevado calor específico, el litio se emplea en aplicaciones de transferencia de calor, y por su elevado potencial electroquímico constituye un ánodo adecuado para las baterías eléctricas.
También se le dan los siguientes usos:
El cloruro de litio y el bromuro de litio tienen una elevada higroscopicidad por lo que son excelentes secantes.
El segundo se emplea en bombas de calor de contracción, entre otros compuestos como el nitrato de litio.
Las sales de litio, particularmente el carbonato de litio (Li2CO3) y el citrato de litio, se emplean en el tratamiento de la manía, la depresión y la bipolaridad, así como en otras psicopatologías.
Es un estabilizador del estado de ánimo. Sus mecanismos de acción son varios:
1. Bloquea la liberación de dopamina -bloquea la hipersensibilidad de los receptores dopaminérgicos-;
2. Bloquea resultados en la neurona posináptica -bloquea la reutilización de grupos fosfatos del trifosfato inositol que activa la liberación de calcio-;
3. Reemplaza el sodio en el canal sináptico por ser más pequeño y el potencial de acción se hace más lento, haciendo que el paciente se calme.
El estearato de litio es un lubricante de propósito general en aplicaciones a alta temperatura.
El litio es un agente altamente empleado en la síntesis de compuestos orgánicos, usado para la coordinación de ligandos a través del intermedio litiado.
El hidróxido de litio se usa en las naves espaciales y submarinos para depurar el aire extrayendo el dióxido de carbono.
Es componente común de las aleaciones de aluminio, cadmio, cobre y manganeso empleadas en la construcción aeronáutica, y se ha empleado con éxito en la fabricación de cerámicas y lentes, como la del telescopio de 5,08 m de diámetro (200 pulgadas) de Monte Palomar.
También tiene aplicaciones nucleares.
SOBRA PERO FALTA...
Si bien en el mediano y largo plazo no se avizoran riesgos de agotamiento o escasez en la oferta de litio, lo cierto es que, en el corto plazo, no existe capacidad para acompañar el rápido crecimiento de la demanda. Esto se debe, en gran medida, al lento proceso de puesta en marcha de las operaciones en los salares, que implica especialmente la técnica de extracción evaporítica que es actualmente la más difundida. El período que comprende las actividades de exploración, las pruebas piloto, la construcción de pozas, la instalación de plantas de procesamiento y la calibración de los procesos necesarios para obtener el carbonato de litio puede demorar hasta diez años.
ACTORES DEL ACUERDO DE EXPLORACION
CATAMARCA
El Artículo 124 de la Constitución Nacional establece que corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos naturales existentes en su territorio. En otras palabras, Catamarca es la dueña de todas las riquezas naturales que se encuentran en la provincia, incluyendo oro, plata, cobre y cualquier otro mineral, incluyendo el litio. Hasta la reforma de 1994 no existía un tratamiento constitucional específico en la materia, por lo que quedaba a la legislación, a la doctrina y a la jurisprudencia asignarle su calidad específica, lo que ha generado, muchas veces, un desapoderamiento de los recursos tanto por cierta legislación como por la jurisprudencia del máximo tribunal de la Nación. La última reforma constitucional incorporó una novedad en la materia al establecer expresamente en su artículo 124 in fine que “corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos naturales existentes en su territorio”. Por lo tanto, no podría avanzarse en ninguna tarea de exploración o exploración sin el acuerdo del Gobierno de Catamarca.
NACIÓN
El Estado nacional participa indirectamente porque es el socio mayoritario de Yacimientos Petrolíferos Fiscales. Luego, iniciada la etapa de producción, recibe por ley un porentaje de las ganancias que se generen. A partir de la recaudación impositiva y de las regalías generadas por el sector, el gobierno promueve el desarrollo de actividades que no se vinculan con el recurso natural. La evolución de la actividad litífera en Argentina durante los últimos años se refleja en las cuentas de exportación de carbonato y cloruro de litio que, aunque son relativamente pequeñas en relación a las exportaciones totales (0,3%) e, incluso, del sector minero (5.4%), se han cuadruplicado en pocos años. Nación reconoce al litio como un recurso valioso y es quien lleva la punta de lanza para poder fabricar baterías en el país y darle al insumo obtenido un valor agregado, en lugar de exportarlo directamente. Esta clase de trabajos se realizan a través de áreas y empresas específicas.
YPF
YPF, siglas de Yacimientos Petrolíferos Fiscales, S. A.,? es una empresa argentina? de energía dedicada a la exploración, explotación, destilación, distribución y producción de energía eléctrica, gas, petróleo y derivados de los hidrocarburos y venta de combustibles, lubricantes, fertilizantes, plásticos y otros productos relacionados con la industria. La compañía tiene una composición societaria mixta, en la que el Estado argentino posee el 51 % de las acciones y el 49 % restante cotiza en la Bolsa de Buenos Aires y Nueva York. Es una de las mayores empresas de la Argentina y la quinta petrolera más grande de la región,? empleando directa o indirectamente a más de 72.000 personas de todo el país. En la lista Forbes Global 2000 de 2020, YPF fue clasificada como la 1360° empresa más grande del mundo.? Posee noventa y dos bloques productivos distribuidos en cuencas de todo el territorio argentino y cuarenta y ocho bloques exploratorios.? Es el líder en toda América Latina en la producción de recursos no convencionales.
Y-TEC
Y-TEC (formalmente YPF Tecnología S.A.) es una empresa argentina de desarrollo tecnológico en el sector de petróleo y gas. Es propiedad de YPF y CONICET. La tecnología está presente en los procesos e Y-TEC afronta el desafío de consolidar un modelo institucional que vincula a científicos y tecnólogos para combinarlo en el saber operativo y técnico, acumulado en la valiosa historia de YPF. Junto al CONICET, crearon Y-TEC una compañía de innovación tecnológica y desarrollos para la producción de energía. La sede de Y-TEC, en Berisso, Buenos Aires, es un ícono en la innovación, el desarrollo y la investigación aplicada. Desde su construcción, se convirtió en el centro tecnológico de vanguardia más grande de la Argentina. El 5 de diciembre de 2012, la presidenta de aquel entonces Cristina Kirchner anunció la creación de la empresa YPF Tecnología S.A., con un capital accionario constituido por un 51 por ciento por YPF y 49 por ciento por el CONICET.? El objetivo de la empresa es el desarrollo tecnológico en el sector del petróleo y el gas.
CAMYEN
En enero de 2012, y por iniciativa de la Gobernadora Lucía Corpacci, mediante la sanción de la Ley 5354, la Legislatura de la Provincia de Catamarca creó “Catamarca Minera y Energética Sociedad del Estado” (CAMYEN SE), con el objeto de promover el desarrollo de la minería catamarqueña. De acuerdo a su estatuto, CAMYEN puede ser titular de derechos mineros, realizando por cuenta propia o asociada a terceros mediante contratos societarios o de colaboración empresaria, o contratando a terceros, entre otras, las siguientes actividades: investigación, prospección y exploración minera; explotación de minerales cuyos yacimientos descubriese, o de los que de modo derivado resulte titular, o de aquellos cuya explotación contratara con terceros; investigación tecnológica en materia de beneficio e industrialización de minerales de cualquier tipo y naturaleza, aguas termales y minerales; instalación y explotación de plantas de beneficio e industrialización de sustancias minerales de cualquier naturaleza, etc.
FIAMBALÁ
Fiambalá es una localidad del Departamento Tinogasta, y es la última ciudad que alberga la RN 60 antes de adentrarse camino a la República de Chile. Fiambalá se originó a fines del siglo XVII, fue fundada oficialmente en 1701. Su rol en el acuerdo es protagónico ya que es en Fimabalá donde se localizan las 20.000 hectáreas en las cuales trabajarán Y-TEC. Tierras fiambalenses ya albergan otros emprendimientos litíferos en distintas etapas, y se espera que la actividad genere nuevas oportunidades de desarrollo, empleo directo y nuevas vías de comercialización para el municipio y sus habitantes. La ciudad se hizo muy conocida a partir del año 2009 ya que fue sede del Rally Dakar, al igual que en el año 2010, 2011, 2012 y 2016. Es uno de los destinos turísticos más convocantes de Catamarca (cuenta con aguas termales, la Ruta del Adobe y la Ruta del Vino, entre otros atractivos), y con el litio y su potencial se abren enormes expectativas para su crecimiento en los próximos años.
LITIO
El litio ocupa la posición 25 en el ranking de elementos más abundantes de la Tierra. Se encuentra en más de 150 minerales, entre los que se incluyen arcillas, salares continentales, aguas geotermales y agua de mar. Sin embargo, solo en pocos depósitos se encuentra en niveles de concentración adecuados para su explotación (con la tecnología disponible al presente). El litio fue reconocido como un elemento en 1817. Fue aislado por primera vez en cantidades útiles en 1855, y en 1869 Dmitri Mendeleev lo colocó junto al sodio, con los metales alcalinos, en su tabla periódica de elementos. Con el símbolo químico Li y un número atómico de 3, el litio es el primer metal en la tabla periódica. Tiene una gravedad específica de 0,534, es aproximadamente la mitad de denso que el agua y el más liviano de todos los metales, además de ser el más electropositivo. En su forma elemental pura es blando y de color blanco plateado, pero es altamente reactivo y, por lo tanto, nunca se lo encuentra como un metal en la naturaleza. Es clave para el recambio energético.