Gigante chino de litio expande explotaciones en Argentina

La empresa china Ganfeng Lithium Co., anunció el 10 de julio de 2022, que busca expandir sus actividades de extracción de litio en Argentina a través de adquirir la firma Lithea Inc, para producir anualmente 30 000 toneladas de carbonato de litio. (Foto: Gobierno de Argentina).
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El productor chino más grande de compuestos de litio, Ganfeng Lithium Co., adquirirá por USD 962 millones la compañía privada Lithea Inc., que posee los derechos de los lagos de sal de litio en la provincia argentina de Salta, rica en minerales, para asegurar más recursos para la producción de metales para producir baterías, informó Reuters.

“Cada vez hay más presión sobre los mismos salares, y esto no es suficientemente discutido y evaluado,” dijo el 25 de julio a Diálogo Pía Marchegiani, directora de Política Ambiental de la ONG Fundación Ambiente y Recursos Naturales, en Argentina. “No tener información y no poder conversar con la empresa es otro problema”.

El acuerdo, según Reuters, ayudaría a la empresa china a fortalecer “el diseño de sus recursos de litio aguas arriba y su autosuficiencia”, a medida que la exigencia del metal se dispara ante el rápido crecimiento en la demanda de vehículos eléctricos.

Lithea tiene activos de lagos salados en Pozuelos y Pastos Grandes, al oeste de Salta, detalló la cadena de noticias Bloomberg. Se espera que su primera fase de producción tenga una capacidad anual de 30 000 toneladas de carbonato de litio.

“Las empresas chinas no tienen estándares ambientales altos” aseguró Marchegiani. “La preocupación por el crecimiento de esas empresas es la falta de transparencia, la vulneración a los derechos humanos y la relación asimétrica que sostienen con las comunidades locales en las que se realizan sus proyectos”.

Posición dominante

Argentina, Bolivia y Chile, conocidos como el Triángulo del Litio, concentran más del 70 por ciento de las principales reservas en salares de fácil explotación y mayor rentabilidad económica, según el reporte Litio en Sudamérica, emitido por la Universidad Nacional de Entre Ríos, Argentina.

La demanda de este metal genera una enorme presión de las corporaciones chinas en el Triángulo de Litio por la apropiación, control y aseguramiento del recurso, muestra la revista Cuadernos de Economía Crítica, de la Sociedad de Economía Crítica de Argentina y Uruguay.

El litio es utilizado en las baterías que alimentan a millones de dispositivos como marcapasos, teléfonos inteligentes, plantas solares, y el creciente mercado de autos eléctricos. Se estima que para el 2050 habrá en el mundo 70 millones de vehículos eléctricos, reporta en Internet el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, de México.

“La mayor parte de la fabricación de baterías se encuentra en China. Pekín controla entre el 80 y el 90 por ciento de la capacidad mundial. Esta es una posición extremadamente dominante para un país”, dijo a Voz de América Michelle Michot Foss, investigadora de Energía, Minerales y Materiales del Centro de Estudios de Energía del Instituto Baker de la Universidad Rice de Houston, Texas.

Hambre de litio

Ganfeng está relacionada con numerosas violaciones de derechos humanos y afectaciones al medioambiente en los proyectos e inversiones en Latinoamérica, muestra el informe del Colectivo sobre Financiamiento e Inversiones Chinas, Derechos Humanos y Ambiente (CICDHA), una ONG que protege los derechos civiles en el hemisferio.

La compañía china no solo busca adquirir a Lithea, sino que en junio inició la construcción del proyecto de litio Mariana en el salar de Llullaillaco, en Salta. Se prevé una producción de 20 000 toneladas anuales de carbonato de litio para exportación, reportó la plataforma basada en los EE. UU. World Energy Trade.

Además, tiene participación en el proyecto Cauchari-Olaroz, en las provincias argentinas de Jujuy, Salta y Catamarca, cuya producción está prevista para finales del 2022 y apunta a una producción anual de 40 000 toneladas de carbonato de litio, precisó Bloomberg.

En este proyecto, los estudios de impacto ambiental de la empresa no se realizaron con suficiente información para evaluar las consecuencias de la extracción de litio en los ecosistemas, precisa el informe de CICDHA. Al igual, vulnera el derecho a la consulta previa a los pueblos indígenas afectados.

También extrae más agua de la cuenca de la que ingresa de manera natural. Las técnicas de extracción utilizadas por la empresa china implican un riesgo de salinización, lo que podría afectar el acceso al agua, actividades productivas, y la flora y fauna silvestres de varias comunidades indígenas.

Las compañías chinas también buscan acrecentar sus operaciones para industrializar el litio que posee Bolivia en el salar Uyuni, uno de los desiertos salinos más grandes del mundo; así como explotar el mineral del salar de Atacama, Chile. En 2021, el mayor productor de litio del mundo es Australia, seguido de Chile y luego Argentina, reportó en Internet la plataforma de noticias de Alemania DW.

“China viene a estas latitudes donde el litio es más barato porque hay menos estándares sociales y ambientales, donde las comunidades están muy aisladas, con dificultades para movilizarse”, expresó Marchegiani. “Un escenario ideal para los intereses chinos”.

“Necesitamos que el Gobierno chino fiscalice el comportamiento ambiental y social de sus empresas en el extranjero. Esperamos que cumplan. No esperamos que hagan nada más lejos”, dijo a Diálogo Julia Cuadros, miembro del consejo directivo de la ONG CooperAcción Perú, integrante del CICDHA.

“China tiene un historial de usar la interdependencia económica como un arma”, dijo en junio a Voz de América, el subdirector del Programa Latinoamérica del Woodrow Wilson Center, Benjamin Gedan. El día de mañana, posiblemente Argentina, Bolivia o Chile “no van a tener acceso directo a su propio litio [para industrializarlo] y tendrán que ir a negociar a China, con la asimetría de ese poder”, finalizó Marchegiani.

Fuente: dialogo-americas.com

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