Científicos argentinos apuntan a desarrollar tecnología con el litio de los salares
Argentina se ubica en tercer lugar dentro de las productoras de litio de los salares en Latinoamérica. Con la mirada puesta en el futuro, la región podría vender el litio no solo como materia prima, si no en desarrollos tecnológicos. Así lo confirmó el doctor Arnaldo Visintin, investigador del Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA) en una exposición que dio invitado por el Instituto de Energía de Buenos Aires.
En la actualidad, la industria que más utiliza el litio es la producción de baterías, que llegan a la zona a través de transporte marítimo desde China. En varias ocasiones la carga fue retenida durante meses en distintos puertos, lo que atrasó o evitó la llegada de las baterías al país.
Esta fue una de las primeras razones que dio Visintin para que Argentina invierta en su producción. Para esto, detalló cuáles son los avances en la materia que tiene el país y qué posibilidades existen. Por una parte, señaló que se están realizando distintas pruebas para el desarrollo de las mismas en la Universidad de la Plata. Desde la casa de estudios, en conjunto con Y-TEC, ya se desarrolló una planta industrial de baja escala para elaborar celdas y baterías de litio argentinas.
A su vez, aseguró que Santa Fe podría brindar los solventes orgánicos: «se están produciendo a nivel piloto, pero todo está indicando que podemos independizarnos también de los componentes en un futuro, y esto no es poca cosa».
Por otra parte, expresó que en el norte del país, precisamente en La Quiaca, Jujuy, hay importantes yacimientos de manganeso, lo que podría permitir el desarrollo de un tipo de baterías de ion litio de nitrato de manganeso. También expresó que en el resto de Latinoamérica hay producciones «de aluminio, cobre, colectores de corriente. Nuestra región podría tener todos los materiales necesarios para hacer las baterías«.
Otros desarrollos potenciales que podría efectuar el país tienen que ver con la purificación del carbono de litio, la producción de litio metálico, el almacenamiento de hidrógeno verde, y la producción de baterías de litio-azufre y litio-aire. También se puede producir la separación isotópica del litio para usos nucleares.
Algunos de estos proyectos están más avanzados que otros, por el ejemplo, la misma universidad está buscando financiación para «desarrollar una pequeña planta piloto de baterías de litio-azufre, que tiene 3 veces más densidad de energía que el ion litio«. Un punto sobre el que Visintin destacó que el proyecto «es una oportunidad para Argentina que no se ha logrado en el mundo».
La proyección de Argentina apunta a producir unas 150.000 toneladas de carbonato de litio este año. Este número, que según confirmó Visintin «va en aumento», contempla la producción de las empresas que extraen el metal en Jujuy, Salta y Catamarca. En la actualidad, cada tonelada de cuesta unos 10.000 dólares, precio que según estiman, se mantendrá durante 20 años.
Sin embargo, el investigador aseveró que hay algunas cuestiones urgentes a atender para avanzar en estos desarrollos. Por un lado, que el país defina una estrategia de trabajo donde el litio sea «una función de Estado».
Por el otro, la necesidad de estudios económicos «serios, donde las tecnologías de litio encuentre nichos de colocación y sean más que un mineral de exportación».
Visintin explicó que el litio es un tema ya «maduro internacionalmente»: las tecnologías que aprovechan el elemento ya son utilizadas y representan un camino a seguir bajo la tan nombrada transición energética, no solo por el uso en aumento de las baterías, si no también por el posible desarrollo de otras tecnologías.
Fuente: rionegro.com.ar