"El agregado de valor no solo está en el final de la cadena"

Con más de 30 años de trabajo en la industria minera, el ingeniero químico y máster en Consultoría Estratégica José Gustavo de Castro Alem es una referencia para hablar sobre el valor de la actividad y su potencial.
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Más aún en medio de la polémica que se generó por los proyectos legislativos que buscan "nacionalizar" el litio por sobre la soberanía de las provincias productoras y proponer, como única idea, la industrialización de ese mineral a través de la fabricación de baterías.

Entre su vasta experiencia, Castro Alem puso en marcha la planta de litio Sales de Jujuy, que es la única que entró en producción en el país en los últimos 25 años. Es director ejecutivo de la compañía Lithium Chile y creador de la Licenciatura en Minería Sostenible en la Ucasal y de la Diplomatura de Minería en la Universidad Austral, entre otros antecedentes en las principales empresas mineras del país.

¿Cuál es su postura sobre esta polémica con el litio?

El litio, como cualquier tema de minería, es un negocio de largo plazo y mucho trabajo. Aparece, en general, en ese tiempo mucha gente que comienza a hablar, que trata de sumarse a algo que muchas veces no interpreta en forma adecuada. En definitiva, estamos en un punto de inflexión, sobre todo para Salta, para el NOA y, por supuesto, para la Argentina y el mundo en el tema de los minerales críticos que hace necesario que legisladores, gente que esté involucrada en la toma de decisiones se acerque un poco a la parte técnica y tratemos de trabajar todos en conjunto en planes que realmente den valor. Como primer punto, en 1887 se definió el código de minería, que es paralelo a los códigos Civil y Penal, y es especial para una industria específica. Allí se define que los recursos minerales son de las provincias. Esta es una discusión que no puede venir solamente desde Buenos Aires por algunos que creen que no debería ser así. Como segundo punto, los minerales y la minería es de utilidad pública, siempre ha sido importante, se lo puede llamar estratégico o como quieran, siempre ha sido importante desde el punto de vista general. Entonces volver sobre la misma discusión y colocar sobre el tapete cuestiones que tienen años de discusión con mucha más cabalidad, creo que no tiene sentido. Las provincias deben empezar a discutir algún tipo de coordinación con la Nación y no al revés.

En ese sentido, ¿cuál es su opinión sobre cómo están actuando las provincias que tienen litio con respecto a esta discusión?

Voy a hablar en general, todos tenían una expectativa y un conocimiento, creo yo muchas veces subestimado, de la potencialidad y de lo que significa trabajar en minería. Hoy en día estamos en un punto de inflexión, pero esto lleva años de trabajo, hay muchísima gente involucrada, que en este momento madura proyectos de producción. En el momento que avanzan los proyectos a la fase de producción todo es demasiado rápido y complejo y ahí creo que el Estado debería modificar algunas pequeñas cosas, por ejemplo no tener que estar dando vueltas con temas burocráticos que muchas veces no dan mucho valor, también capacitar, por ejemplo. Trabajar de manera mancomunada no solo el Estado, también las universidades, las empresas. Todos sentarnos en una mesa de diálogo y conversar sobre las cosas que nos están complicando el avance. Creo que de todas maneras, en la comparativa con otros lados, estamos bien.

¿Qué lecciones podemos aprender de los países con minería desarrollada?

La mayoría de los países que han crecido inteligentemente con la minería, han crecido no solo por el tema específico de la industria minera, sino a través de todo lo lateral de la actividad. Todos hablamos de la calidad de vida y el desarrollo de los países escandinavos o de Australia, donde toda la industria, el conocimiento y la tecnología nace a la par del sector minero. En ese sentido tenemos mucho para trabajar. En el litio como en cualquier empresa se pagan lo mismos impuestos que pagan todos, la discusión empieza sobre el tema de la regalía, que es otro tema. Del valor creado por cualquier empresa minera queda localmente entre el 70 y 75 por ciento entre mano de obra, proveedores, servicios, impuestos y además las regalías. El tema es crear valor y compartirlo, cómo inteligentemente empezamos a generarlo junto a los proveedores, junto con la sociedad. Aprovechar la oportunidad y no estarla ninguneando. Cambiar el 'no, porque...' por el 'sí, porque...'.

Sobre todo porque la oportunidad que tiene el país con el litio se puede perder si todavía seguimos en la discusión de fabricar baterías o no...

Me planteaba esta discusión filosóficamente. Suponte que esa oportunidad es para siempre o que está disponible para los próximos mil años, ¿eso justifica que no hagamos las cosas ahora? Pero aun así nosotros tenemos la oportunidad desde hace 15 años, hubo también escenarios paralelos que nos posicionarían en mejor forma y hemos perdido algunas oportunidades, porque en los últimos 20 años sólo se puso en marcha una producción de litio en todo el triángulo del litio y desde 2015 hasta ahora Australia tomó el liderazgo de la producción de litio en desmedro de la potencialidad nuestra. Pero no es sólo el litio, es la minería y los materiales críticos para la sostenibilidad y nosotros en el NOA tenemos muchas oportunidades en eso. Eso significa estrategia, que no es decir que algo es estratégico sino es hacer una estrategia y llevarla a cabo. No sólo hay que pensar que el agregado de valor está dado por el final de la cadena. Está esa dicotomía de que hay que hacer la batería o no hacemos litio, pero lo que hay que hacer es trabajar el litio, que es nuestra oportunidad. Desde allí crecer hacia atrás y adelante de la cadena de valor.

Fuente: El Tribuno / Pablo Ferrer

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