Minería y entorno, los desafíos de la vinculación social
El geólogo y profesor de la Universidad Nacional de Tucumán Roberto Lencina fue uno de los protagonistas del evento Hablemos de lo que viene – Minería, que organizó ayer El Tribuno.
Especializado como mediador en conflictos relacionados con la actividad minera y, tras desarrollar esa actividad a lo largo de 25 años, se convirtió en un experto en la resolución de las frecuentes crisis que se entablan entre las compañías mineras y las comunidades próximas a los yacimientos.
Al inicio de su exposición Lencina se sinceró con el auditorio y señaló que las cuestiones que se le plantearon desde este diario en torno a la conferencia que se iba a realizar lo llevaron a modificar en parte su ponencia, para adaptarla a los nuevos dilemas que plantea la actividad en Salta y la región.
De esta manera, abordó: "Los desafíos actuales de las relaciones comunitarias" en el contexto del desarrollo de la actividad minera.
Indicó que durante los últimos 12 meses hubo grandes cambios y convulsiones para el sector. Advirtió en este sentido que la guerra en Ucrania, los eventos climáticos y los nuevos gobiernos en regiones mineras impulsarán un cambio en los riesgos y oportunidades del sector, en la medida que las presiones de las partes interesadas y el mercado de capitales hacen rendir cuentas a las mineras en varios aspectos.
Sin embargo, dijo que no debe sorprender que los principales riesgos y oportunidades son ESG (sigla en inglés para referirse a Ambiental, Social y Gobernanza), la geopolítica y el cambio climático.
"Las relaciones comunitarias implican ubicar a la persona en el centro de las decisiones, cambios culturales, programas de RSE y convivir con el disenso".
El expositor amplió su explicación al señalar que en el primer caso las prioridades clave incluyen aumentar la credibilidad mediante la divulgación de información, gestión de aguas, economía circular, abordar las expectativas sobre la biodiversidad y desarrollar una visión estratégica de largo plazo para el cierre de minas.
En segundo lugar, respecto de la geopolítica indicó que la incertidumbre global presiona a las empresas para evaluar rápidamente el impacto de diferentes alianzas, flujos de comercio, gobierno e impuestos en la toma de decisiones de negocio.
Finalmente, dijo en torno al cambio climático que sigue el enfoque en cero emisiones netas, pero las mineras también están mitigando riesgos más amplios de transición y de índole física. Reveló que las empresas deben cumplir un rol habilitador hacia una transición justa, logrando las metas de descarbonización, mientras consideran el impacto a largo plazo que conllevan los cierres de minas en los trabajadores y las comunidades.
Contó que en Argentina Mining 2022 se difundieron datos de una encuesta que indica que "mejoró muchísimo la percepción pública a nivel nacional de la minería en los últimos tres años", y que si bien no está claro por qué, se sospecha que entre el cobre, los anuncios, el litio, la situación económica y la falta de trabajo, la minería empieza a aparecer como una actividad un poco más conocida o popular.
"No obstante, hay todavía muchos aspectos de la agenda en términos de la percepción pública del ambiente y de la percepción pública del control", señaló.
De la misma encuesta se desprende un cambio sustancial en la visión que la minería tiene entre la gente en los últimos 10 años. "Cuando se hace un estudio con respecto a la resistencia de la minería, se puede ver que las cuestiones ambientales siempre estarán en primer lugar. Luego aparece el control, el agua y las nuevas cuestiones sociales, políticas, etc.", indicó.
Agregó que "en el 2012 la causa principal de la resistencia a la minería era que 'las empresas tienen muchas ganancias y dejan pocos beneficios'". Y reveló que "diez años después, esa categoría ocupa el quinto lugar, mientras que las cuestiones ambientales lideran la tabla".
"Hay un cambio importante, y la buena noticia es que no hay nada permanente. Hay un cambio en la percepción pública", dijo.
En Argentina la protesta social contra la minería aumentó un 500% y hoy frena al menos 21 proyectos que suponen millones de dólares.
"Nuestro suelo guarda minerales que la transición energética global requiere, y esa industria no hará más que crecer en las próximas décadas", indicó Lencina, y anticipó que "la transición energética -en un mundo que busca mitigar la dependencia del carbón y los hidrocarburos- agudizará la necesidad de minerales críticos".
Las estimaciones indican que la demanda y producción de minerales como el grafito, el litio y el cobalto, por ejemplo, se incrementará más de 450% de aquí al año 2050.
Un informe de Responsible Mining Foundation (RMF) 2022 evaluó el desempeño en sostenibilidad de 44 empresas mineras a nivel global, representando más del 50% de la producción mundial de metales. El objetivo del informe fue evaluar cómo las empresas mineras están implementando prácticas sostenibles en su operación y su impacto en las comunidades locales y el medio ambiente.
El informe concluyó que, si bien las empresas han puesto en marcha políticas y programas de derechos humanos y medio ambiente, la implementación efectiva de estos programas sigue siendo un desafío. También se encontró que el sector minero tiene un impacto significativo en el medio ambiente, particularmente en la biodiversidad y la calidad del agua.
El informe destacó la necesidad de un monitoreo y seguimiento independiente de las prácticas de sostenibilidad de las empresas para garantizar la transparencia y la rendición de cuentas.
Lencina destacó la importancia de transformar los conflictos y señaló lo que se necesita para convertir el conflicto destructivo en uno constructivo.
En primer lugar marcó las diferencias entre resolver un conflicto y transformarlo.
En cuanto a la resolución, explicó que la pregunta central que hay que hacerse es "¿Cómo dar fin a algo que no deseamos? Mientras que el foco del asunto se centra en los contenidos. Finalmente, el propósito es conseguir un acuerdo y una solución al problema que genera la crisis.
"El camino de las relaciones comunitarias y la prevención y gestión de los conflictos es casi artesanal. Es decir, día a día, en terreno, con presencia y compromisos y de todos".
En cambio, para transformar un conflicto la pregunta central es ¿Cómo damos fin a algo destructivo y construimos algo deseado? En este caso el foco se centra en las relaciones. Finalmente el propósito es promover procesos de cambio constructivo, incluyendo soluciones inmediatas, pero sin limitarse a ellas.
Lencina manifestó que "el camino de las relaciones comunitarias y la prevención y gestión de los conflictos es casi artesanal. Es decir, hilo a hilo, día a día, en terreno, con presencia y compromisos y de todos, es decir con la participación de la comunidad, empresa y Gobierno.
Asimismo, advirtió que relaciones comunitarias no son simpatía, complicidad, buena onda ni amistad.
Finalmente, explicó que los desafíos de las relaciones comunitarias implican ubicar a la persona en el centro de las decisiones, cambios culturales, escucha, comprender procesos sociales, conocimiento de las comunidades desde adentro, respaldo del Board a los procesos (paciencia), programas de RSE y similares a las realidades dinámicas, procesos internos de maduración de la cosmovisión de las comunidades sobre los recursos naturales, diálogo transformador como eje y aprender a convivir con el disenso.
Fuente: El Tribuno