Un hombre australiano que usaba un detector de metales económico para encontrar “algún tesoro”, ha hecho el hallazgo de su vida: una pepita de oro gigante valorada en unos $160,000 dólares.

El hombre, que no quiso ser identificado por los medios, hizo el extraño descubrimiento en el estado sureño de Victoria.

El australiano estaba usando un detector de metales marca Minelab Equinox 800, un modelo económico que se vende por alrededor de $900 dólares, cuando descubrió sobre la roca. 

Más tarde, el sujeto sacó una pepita que pesaba 143 onzas y contenía 83 onzas de oro.

Con la mitad del puntaje en sus manos, fue a Lucky Strike Gold, una empresa de compra de oro, para ver cuánto valía. Un portavoz de la empresa le dijo a 9News Australia que estaba asombrado por el “hallazgo único en la vida”.

“‘¿Crees que (la pepita) tenga un valor de $10,000?’ Y tan pronto como llegó a mi mano, dije: ‘Pruebe $100,000′”, dijo Lucky Strike a 9News Australia. “Y el hombre le contestó: ‘Oh, vaya, mi esposa va a estar feliz con eso'”.

El prospector luego le dijo al sujeto que todavía tenía la mitad de la pepita escondida.

Su pepita fue encontrada en un área conocida como el “Triángulo Dorado” que se extiende a lo largo de Ballarat, Bendigo y St Arnaud en Victoria.

Esta ubicación tiene una rica historia de minería y fue fundamental para la fiebre del oro de Australia en el siglo XIX. 

Aproximadamente a 40 millas al oeste de Bendigo es donde dos mineros encontraron la pepita de oro más grande del mundo en 1869. Apodada “Welcome Stranger”, la pepita de 154 libras tenía 24 pulgadas de ancho y estaba enterrada justo debajo de la tierra.

Fuente: eldiariony.com