América Latina busca capitalizar la creciente demanda de litio
Dado que el éxito de la transición energética está estrechamente ligado a la capacidad de almacenar energía solar y eólica, los fabricantes de baterías se están centrando en el llamado triángulo del litio de América Latina: Argentina, Bolivia y Chile.
Estos tres países contienen por sí solos 52 millones de toneladas de litio, es decir, el 53% de los 98 millones de toneladas de reservas mundiales, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.
A finales de enero, el Canciller alemán, Olaf Scholz, visitó Argentina y Chile para garantizar el suministro de litio a los fabricantes de automóviles Mercedes-Benz Group y Volkswagen para la producción de baterías de vehículos eléctricos. Alemania alcanzó un memorando de entendimiento con Argentina para aumentar el suministro y planea ofrecer a Chile un acuerdo que, según se informa, es más favorable que su actual acuerdo con China.
Días antes del viaje del Canciller Scholz, las empresas chinas Contemporary Amperex Technology, su filial Brunp Recycling y la compañía minera CMOC firmaron un acuerdo de 1.000 millones de dólares con la empresa minera estatal boliviana Yacimientos de Litio Bolivianos para explorar en busca de litio el país, que cuenta con las mayores reservas identificadas de litio del mundo, 21 millones de toneladas.
Argentina cuenta con 20 millones de toneladas y Chile con 11 millones, mientras que México posee 1,7 millones y Brasil 730.000 toneladas, lo que da a América Latina una cuota del 55,5% de las reservas mundiales, que ascienden a 98 millones de toneladas.
Para 2040, la Agencia Internacional de la Energía prevé que la demanda de litio se multiplique por 40 aproximadamente.
Dado que el 74% del consumo de litio en 2021 se destinará a baterías, principalmente para vehículos eléctricos, pero también para el almacenamiento de energía limpia, la diplomacia comercial respaldada por asociaciones públicas y privadas está posicionando a América Latina como el centro del suministro mundial de litio en las próximas décadas.
Los principales productores de litio de América Latina
Aunque el triángulo del litio cuenta con importantes reservas, las cifras de producción son más elevadas en los países que han desarrollado plenamente sus sectores previos.
Australia fue el mayor productor mundial de litio en 2022, con 61.000 toneladas -el 46,9% del total mundial- y 7,9 millones de toneladas de reservas identificadas. Mientras tanto, Chile produjo 39.000 toneladas (30%), China 19.000 toneladas (14,6%), Argentina 6200 toneladas (4,8%) y Brasil 2200 toneladas (1,7%).
Cabe destacar que Chile ha sido el principal productor del continente durante más de una década, aumentando constantemente la producción de 10,500 toneladas en 2015 a 19,300 toneladas en 2019, 28,300 toneladas en 2021 y 39,000 toneladas en 2022.
El país cuenta con dos empresas mineras activas, pero no ha abierto una nueva mina en 30 años, en gran parte porque las empresas privadas no son propietarias de sus recursos según las leyes del país, lo que desalienta posibles jugadas.
Preocupaciones políticas y de las comunidades locales. La extracción y el procesamiento del litio se han enfrentado a la reacción de las comunidades locales, preocupadas por los aspectos perjudiciales para el medio ambiente de esta práctica y por las deficientes normas laborales.
Por tanto, la posibilidad de aumentar la producción de litio en estos mercados estratégicos puede depender de la capacidad de alcanzar un compromiso en estas áreas políticas clave.
Cadenas de suministro locales
Quizá la condición previa más importante para el suministro de litio refinado para baterías sea el procesamiento. China ha mantenido durante mucho tiempo una posición dominante en este sentido, representando casi el 60% de la capacidad mundial de refinado en 2022, aunque por debajo de una cuota del 65% en 2021.
La mayor parte del carbonato de litio latinoamericano ya encuentra su camino hacia China para su procesamiento. De las exportaciones de Chile en noviembre de 2022, unos 455 millones de dólares (el 66% del total) se destinaron a China, el 13% a Corea del Sur y el 10% a Japón.
Con una serie de grandes fabricantes de automóviles reforzando sus posiciones en la fabricación de vehículos eléctricos, la expansión de la explotación y el procesamiento del litio podría crear una cadena de suministro completa dentro de los principales países latinoamericanos.
México ha atraído la atención en este sentido, reforzado por la reciente diplomacia intergubernamental de la cadena de suministro entre Canadá, México y Estados Unidos.
La Cumbre de Líderes Norteamericanos celebrada en enero profundizó la coordinación y la inversión en las cadenas de suministro de semiconductores. En la misma cumbre, los líderes de los tres países también se comprometieron a "ampliar la cartografía de recursos de minerales críticos de Norteamérica para recopilar detalles sobre recursos y reservas".
Hace dos semanas, el fabricante alemán de automóviles BMW anunció que construirá una planta de 800 millones de dólares en el estado de San Luis Potosí, destinando más de la mitad de la inversión a la construcción de una nueva planta de ensamblaje de baterías de alto voltaje.
Se espera que Tesla haga un anuncio similar en un futuro próximo para construir una planta de fabricación de baterías y automóviles en México, según Marcelo Ebrard, Ministro de Asuntos Exteriores del país.
El año pasado, el fabricante de automóviles estadounidense General Motors transformó su planta de Coahuila para pasar de producir vehículos con motor de combustión interna a vehículos eléctricos. La empresa tiene previsto invertir un total de 27.000 millones de dólares en vehículos eléctricos entre 2022 y 2025.
Fuente: World Energy Trade