Salta tiene una gran oportunidad con sus campos geotérmicos

Salta 05/01/2023 Por Minería Sustentable
Los recursos geotérmicos son la fracción almacenada de esta energía que está disponible para su utilización en rocas, sedimentos y aguas subterráneas.
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La geotermia puede aprovecharse para generar electricidad, para climatizar espacios y para procesos productivos que requieren calor. Si se cuenta con temperaturas menores a 25°C pueden utilizarse Bombas de Calor Geotérmicas (BCG) que, con su enorme versatilidad, permiten aprovechar la energía disponible en rocas, sedimentos y acuíferos someros. Actualmente, en la provincia se están estudiando varios sitios con potencial. Dos de los principales son los campos geotermales Tocomar y de Rosario de la Frontera. Agostina Laura Chiodi, una doctora en ciencias geológicas especializada en geotermia y geoquímica de fluidos, integra un equipo de investigación que en los últimos años amplió estudios que se iniciaron en las décadas de 1970 y 1980, con un intenso programa de investigaciones geotérmicas dirigido por Carlos Hipólito Moreno Espelta. Aquel programa, como lo resaltó otro reconocido doctor en ciencias geológicas, Ricardo Alonso, en algunas de sus notables columnas de divulgación científica publicadas en El Tribuno, fue una bisagra transicional entre los viejos y los nuevos estudios que exponen una extraordinaria frontera abierta en el campo de las energías no convencionales.

“Necesitamos más políticas gubernamentales que promuevan el uso de la energía geotérmica, así como de otras fuentes de energías libres de CO2, para avanzar como país tanto hacia la mejora en la eficiencia y diversificación energética, como en la reducción de la huella de carbono”, manifestó Chiodi, días atrás, a este diario.

“Como investigadores de CONICET es importante que la comunidad pueda visualizar nuestros avances científicos, y una de las formas más directas es desarrollando proyectos aplicados que tengan impactos a corto plazo en la sociedad”, agregó la investigadora del CONICET y profesora de la Facultad de Ciencias Naturales de la UNSa, tras ratificar que en la Puna este tipo de energía podría complementarse perfectamente con la solar.

Alonso, quién acompañó a Eduardo Carbajal y Julio Arias en los trabajos de campo que orientó Moreno Espelta en el área termal de Rosario de la Frontera, destacó que otro científico que siempre estuvo activo en los estudios de aguas termales ha sido José Germán Viramonte, quien en la última década amplió junto a Chiodi y otros investigadores de la UNSa, como Walter Báez y Rubén Filipovich, y de universidades italianas, como Roberta Maffucci, Chiara Invernizzi, Franco Tassi y Guido Giordano, los estudios de los recursos geotérmicos de la región. Esos trabajos dejaron ver que, si bien en el Noroeste Argentino existen numerosos sitios de interés para el aprovechamiento de los recursos geotérmicos la mayoría sólo cuenta con estudios de reconocimiento y exploración. En este contexto, diferentes unidades académicas, centros científicos y equipos de investigación siguen advirtiendo que la creciente demanda energética mundial por parte de la industria y la sociedad, como así también ciertos aspectos relacionados con el medio ambiente, tales como la contaminación, la emisión de gases de efecto invernadero y el agotamiento de los recursos, han acentuado los problemas de déficit energético alrededor del mundo. Y frente a este escenario urge el desarrollo de más políticas públicas y privadas diseñadas para fomentar el aprovechamiento de energías limpias, no convencionales y renovables, que reduzcan la dependencia de combustibles fósiles.

Argentina posee un alto potencial geotérmico, por las condiciones geológicas favorables que se presentan sobre un borde tectónico convergente con vulcanismo activo a lo largo de la Cordillera de los Andes. No obstante ello, hasta el momento no existe ninguna planta geotérmica en todo el país.

En exploración avanzada

Uno de los sistemas geotermales que tienen exploraciones avanzadas en Salta es el de Rosario de la Frontera, donde Chiodi, Viramonte, Báez, Maffucci, Invernizzi, Tassi y Giordano, entre otros, desarrollaron un estudio interdisciplinario entre 2014 y 2016.

El sector de estudio se localiza en el extremo septentrional de la Sierra de La Candelaria. En el área de las termas el reservorio alcanza profundidades del orden de los 2.4 kilómetros, lo que permite al agua alcanzar temperaturas de hasta 137ºC.

Un recurso renovable para climatizar hogares y escuelas

En Salta las fuentes termales someras también podrían aprovecharse con el uso de bombas de calor geotérmicas.

En Argentina existen numerosos sistemas geotermales de media-alta temperatura,donde la geotermia puede aprovecharse para la generación de energía eléctrica o bien, de forma directa, para climatizar espacios o en procesos productivos que requieren calor, aseguró la investigadora Agostina Chiodi.

Entre las aplicaciones directas, la doctora en ciencias geológicas de la UNSa destacó a la balneología, un campo de oportunidades que en distintos departamentos de Salta tiene dadas todas las condiciones para ampliar la oferta de atractivos turísticos en la provincia.

Chiodi remarcó que, adicionalmente, cuando las temperaturas son menores a 25°C, pueden utilizarse las Bombas de Calor Geotérmicas (BCG), que permiten aprovechar la energía disponible en los primeros metros del suelo.

La investigadora del CONICET resaltó que el uso de bombas de calor geotérmicas ha experimentado un marcado incremento en Argentina en los últimos años, principalmente en zonas donde no hay acceso a la red de gas natural.

Aclaró que, si bien no han habido políticas gubernamentales para promover el uso de la geotermia somera, en las últimas décadas surgieron empresas privadas que motivaron su conocimiento y uso, así como grupos de investigación que estudian las propiedades térmicas del subsuelo y cuantifican los beneficios de su aplicación. Tal es el caso del Centro de Investigaciones en Ciencias de la Tierra (CICTERRA), que funciona en el ámbito de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) como Unidad Ejecutora del CONICET.

La profesora de la Facultad de Ciencias Naturales de la UNSa indicó que, de acuerdo con la capacidad instalada, en el país los sistemas geotérmicos con bombas de calor se utilizan principalmente para calentar y enfriar edificios residenciales (41%). El resto de las aplicaciones se distribuye entre gimnasios y piscinas (31%), hoteles (11%), edificios comerciales y de oficinas (7%), edificios públicos (6%) y otros espacios (4%).

Investigaciones recientes, como el estudio de “Viabilidad Económica de la Geotermia en Argentina”, que el director del Programa de Ingeniería Energética de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), Salvador Gil, expuso en agosto de 2020 en las jornadas virtuales de la Asociación Geotérmica Colombiana (AGEOCOL), señalan que el 40% del total del consumo energético del país corresponde al consumo residencial y de edificación, que es cubierto en casi dos terceras partes (62,8%) con el gas natural. “Esta fuente de energía, al estar subsidiada, hace que actualmente no sean competitivas otras alternativas como podrían ser las bombas de calor”, subrayó la responsable del Laboratorio de Geoquímica de Aguas (LGA, IBIGEO-CONICET).

En sus estudios de costos, Gil concluyó que la inversión en un sistema BCG no es recuperable hasta los 20 años. La investigadora recalcó que, por ello, es fundamental que existan políticas gubernamentales que promuevan el uso de la energía geotérmica somera, así como de otras fuentes de energías libres de dióxido de carbono (CO2), para avanzar como país tanto hacia la mejora en la eficiencia y diversificación energética como en la reducción de la huella de carbono.

“Tenemos que aprovechar la experiencia ganada en otros países, como Chile, pionero en la utilización de la energía geotérmica para la generación de energía eléctrica, siendo el único país en Sudamérica que cuenta con una planta geotérmica”, puntualizó.

Chiodi agregó que en el vecino país “los proyectos más exitosos se lograron a partir del vínculo entre instituciones públicas y privadas”. El Centro de Excelencia en Geotermia de Los Andes (CEGA), en su “Guía práctica sobre el uso de geotermia somera para climatización”, volcó las experiencias adquiridas en una serie de proyectos piloto que se concretaron con complementaciones público-privadas en distintas regiones de Chile. Una de esas propuestas, que se desarrolló entre 2019 y 2022, posibilitó el recambio del sistema de calefacción de una escuela de Curacautín, en la región de La Araucanía, que tradicionalmente utilizó leña. La geóloga que egresó de la UNC en 2009 y se doctoró en la UNSa en 2015 aseguró que también en Argentina iniciativas de esta naturaleza pueden ser de interés para el Ministerio de Medio Ambiente, ya que contribuyen a políticas públicas que apuntan a la descontaminación de ciudades. Agregó que, a su vez, estos proyectos fomentan el uso de una fuente de energía limpia, siendo este uno de los objetivos que promueve el Ministerio de Energía.

Resaltó que, al mismo tiempo, el acceso a energía de calidad impacta directamente en la salud de las personas, siendo este un eje clave para el Ministerio de Salud.

“De esta forma, los sistemas de calefacción limpios, como las bombas de calor geotérmicas, son una oportunidad para la articulación de esfuerzos intersectoriales”, acotó la investigadora especializada en sistemas geotermales, geotermia y geoquímica de fluidos.

La exploración de las áreas de Caldera Cerro Blanco y el volcán Tuzgle

En la Puna catamarqueña, investigadores de la Universidad Nacional de Salta (UNSa) como Agostina Chiodi integran grupos de investigación que estudian el potencial del campo geotérmico Caldera Cerro Blanco. Ese es otro proyecto que en la región transita por instancias de exploración avanzada. Entre 2008 y 2019 se realizaron allí varios estudios de geología, vulcanología, hidrogeología, geoquímica y geofísica que permitieron confeccionar un modelo conceptual preliminar del área geotérmica.

En Jujuy

En la Puna jujeña se encuentra en etapa de prefactibilidad técnica económica el proyecto geotérmico Tuzgle. El sitio está localizado en el extremo suroeste de la vecina provincia, a 120 kilómetros de San Salvador de Jujuy y a 135 kilómetros al noroeste de la ciudad de Salta. El principal centro poblado más cercano es San Antonio de Los Cobres, que se encuentra a unos 25 kilómetros al sudeste. Otro centro poblado, de dimensiones mucho menores, Puesto Sey, está ubicado a unos 12 kilómetros al norte del volcán Tuzgle. Entre 2010 y 2021 se realizaron en el área numerosos estudios, tras los cuales se recomendó completar la prefactibilidad técnica aplicando una prospección geofísica mediante 3D y la ejecución de 5 pozos exploratorios. Desde un punto de vista económico, el proyecto presenta condiciones de viabilidad por su cercanía a la línea cordillerana de extra alta tensión (InterAndes) y potenciales clientes mineros que llevan adelante en esa zona emprendimientos de litio. También se abastecería con parte de la energía eléctrica geotérmica a Puesto Sey, Susques y otras poblaciones aledañas, las que, además, podrían beneficiarse con aplicaciones del uso directo del calor.

El proyecto que evalúa el SEGEMAR en Socompa

El volcán Socompa se encuentra en la extremidad occidental de la provincia, a unos 290 kilómetros en línea recta de la capital salteña, en el límite la región chilena de Antofagasta, pero para llegar al paso internacional que surca la monumental infraestructura del legendario Ferrocarril Huaytiquina se deben recorrer 498 kilómetros por las rutas nacional 51 y provincial 27.

El centro poblado más cercano al paso fronterizo es Tolar Grande, que se encuentra unos 90 kilómetros al este, a 214 kilómetros de la localidad de San Antonio de los Cobres y a 380 de la ciudad de Salta.

El proyecto geotérmico del volcán Socompa, como otros en la región, se encuentra en una fase de exploración avanzada. Entre 2017 y 2020 el Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR) realizó allí nuevos trabajos de geología, vulcanología, geoquímica y geofísica que permitieron elaborar un modelo conceptual del campo geotérmico.

La distancia a las líneas de transmisión eléctrica o a potenciales usuarios locales (esencialmente mineros) es un elemento que necesita ser evaluado, porque representa un factor crítico para la economía del proyecto geotérmico. Los emprendimientos mineros más cercanos en suelo salteño se encuentran a no menos de 50 kilómetros del área del volcán Socompa, pero la posibilidad de entregar energía eléctrica a centros mineros del lado chileno de la cordillera es una alternativa que se evalúa para viabilizar el proyecto.

Tocomar, el promisorio campo geotérmico de la Puna

La zona del proyecto geotérmico Falla Tocomar está localizada en las cercanías de San Antonio de Los Cobres, a unos 135 kilómetros en línea recta de la ciudad de Salta. El área de interés geotermal se extiende al oeste de la principal localidad de la Puna salteña, sobre la traza de la ruta nacional 51. La mayoría de las manifestaciones termales están cerca de la ruta o son fácilmente accesibles con cortos tramos de caminos secundarios.

El proyecto se encuentra en una fase de exploración avanzada. Desde los primeros años de la década del 2000 hasta la fecha se han realizado varios estudios de geología, vulcanología, hidrogeología, geoquímica y geofísica, con resultados muy promisorios que permitieron confeccionar un modelo conceptual preliminar del campo geotérmico. La cercanía con la línea de extra alta tensión que se construyó a fines de los noventa para llevar la energía generada por la central térmica TermoAndes (Cobos) al norte chileno (InterAndes) es otro punto fuerte del proyecto, ya que el sistema de transmisión cordillerano de 345 kilovoltios (KV) permitiría conectar una posible planta geotérmica al sistema interconectado nacional sin mayores inversiones en obras de transporte eléctrico.

Fuente: El Tribuno

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