El litio con baja huella de carbono

La Puna empieza a marcar diferencias con la energía solar volcada en el sistema interconectado y en proyectos mineros.
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Con los dos parques fotovoltaicos que ya aportan electricidad limpia al sistema interconectado nacional desde Olacapato y Cafayate, la participación de las renovables en la matriz de generación eléctrica de Salta supera hoy el 22%.

El auge de las plantas solares, en contraste con la agonía de los declinantes yacimientos gasíferos del norte, muestra las caras opuestas de una transición energética en la que el litio de la Puna, insumo clave en un mundo que se encamina a una revolución de vehículos eléctricos, mueve monumentales inversiones y acuerdos entre mineras y automotrices.

En la afiebrada carrera, la extrema radiación de la región andina también juega, porque procesar litio con energía verde es un sello de producción con baja huella de carbono que marcará diferencias en el ascendente mercado de la electromovilidad.

Altiplano 200

El pasado 15 de diciembre entró en operaciones en la Puna salteña el parque fotovoltaico Altiplano 200. En esa megaplanta solar, localizada a 21 kilómetros al oeste de Olacapato Chico y a 65 kilómetros de San Antonio de los Cobres, la compañía francesa Neoen volcó cerca de 313 millones de dólares. La inversión, promocionada por el Estado nacional a través del Plan de Energías Renovables (RenovAr), se concretó con el apoyo de un grupo de entidades financieras encabezadas por la Agencia Francesa para el Desarrollo (Proparco) y el banco alemán KFW.

Con capacidad para generar hasta 208 MW bajo condiciones de insolación y orientación óptimas, Altiplano 200 surgió de la fusión de los proyectos, La Puna (107 MW) y Altiplano (101 MW), que fueron seleccionados en las rondas licitatorias 1 y 2 del Plan RenovAr en 2016 y 2017.

Neoen tiene firmado con la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) un contrato por el que suministrará su energía limpia al sistema interconectado nacional por 20 años.

Con la entrada en servicio de los parques fotovoltaicos de Olacapato y de Cafayate, que se habilitó en julio de 2019, la oferta de transmisión solar que se canaliza desde la Puna y los Valles Calchaquíes al sistema interconectado alcanza para cubrir el 40% de la demanda eléctrica de toda la provincia.

En Cafayate

El parque fotovoltaico de los Valles Calchaquíes ocupa un predio de 180 hectáreas, a 4 kilómetros al norte de la ciudad de Cafayate, y su capacidad de generación pico es de 80 megavatios. Allí, Canadian Solar, un grupo de capitales de chinos y canadienses, invirtió alrededor de 96 millones de dólares. La operadora también ha asegurado con Cammesa, la compañía que administra el sistema interconectado argentino, un contrato de suministro por 20 años.

Aunque Altiplano 200 supera en dos veces y media su capacidad de generación, en algunos datos de la planta cafayateña ayudan a dimensionar la envergadura que tienen los parques solares que ya aportan energía verde desde Salta.

Solo un 20% de la electricidad que producen los 289.800 paneles fotovoltaicos instalados en la planta vallista sobra para cubrir la demanda completa del departamento Cafayate.

La operación de la planta solar cafayateña, con su aporte de energía limpia, evita una emisión de 33.000 toneladas equivalentes de petróleo al año.

Ese volumen -traducido en gases con efecto invernadero causantes del calentamiento global y el cambio climático- supone evitar una emisión a la atmósfera de cerca de 88.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2) por año. Con la generación limpia de Altiplano 200 serían otras 220.000 toneladas menos de CO2 al año.

Fuente: El Tribuno

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