Nación adjudicará espectro exclusivo a redes privadas 5G para minería y otras actividades clave



El Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) anunció la decisión de asignar Espectro de Uso Privado a los denominados mercados verticales, un paso que abrió la puerta a que distintos sectores productivos accedieran a redes privadas 4G y 5G. La medida se centró en compañías con operaciones de gran escala vinculadas a la minería, la energía, la agroindustria, el sector automotriz, la construcción, la infraestructura vial y ferroviaria, además de puertos y aeropuertos.
El comunicado oficial destacó que el objetivo fue impulsar con tecnologías de la información y la comunicación (TIC) el crecimiento de sectores estratégicos y, al mismo tiempo, fortalecer actividades clave para el desarrollo económico y social. Con esta iniciativa, las empresas estuvieron habilitadas a instalar sus propias redes de conectividad de última generación en los predios donde operan, con el fin de asegurar servicios de banda ancha, acceso a Internet y aplicaciones de Internet de las Cosas (IoT).
De acuerdo con la definición del organismo, “ENACOM habilitará a las industrias instaladas en territorio argentino a implementar infraestructura de conectividad”. El esquema permitió que sectores como la agrotecnología, la manufactura y la minería desplegaran sistemas para conducir maquinarias a distancia o monitorear procesos mediante IoT gracias a la implementación de una red privada.
El concepto de SPIBA
Para dar marco normativo y técnico a esta política, ENACOM definió el Sistema Privado Inalámbrico de Banda Ancha (SPIBA). El documento oficial lo describió como “un sistema radioeléctrico de acceso inalámbrico de tecnología digital y reúso celular de frecuencias para la transmisión de datos y/o acceso a Internet de banda ancha, utilizado en forma privada por su titular como complemento de su actividad específica”.
El SPIBA soportó baja y alta movilidad de usuarios y dispositivos conectados, ofreció altas tasas de transferencia de datos y se orientó a la conmutación de paquetes. Entre las aplicaciones contempladas se incluyeron banda ancha móvil mejorada, comunicaciones de baja latencia y conexiones masivas máquina a máquina.
El sistema operó en la banda de 2.300 a 2.400 MHz, con diez canales de 10 MHz cada uno. Esa estructura se destinó a dos modalidades de implementación:
-SPIBA Interior, con cobertura exclusiva en recintos cerrados como fábricas, depósitos, edificios y grandes naves industriales.
-SPIBA General, autorizado para instalaciones exteriores, con cobertura tanto dentro como fuera de recintos, en áreas como puertos o yacimientos, con un alcance de hasta 400 km².
Condiciones de operación
El área de operación del SPIBA se definió como el predio o recinto cerrado donde la empresa realizaba sus actividades. Dentro de ese espacio, la frecuencia asignada debía garantizar un nivel de señal adecuado sin interferencias hacia el exterior. El plazo de asignación se estableció en 10 años con opción de renovación, y cada modalidad incluyó un canon a pagar.
La distribución del espectro se organizó de la siguiente manera:
-Cuatro canales para sistemas SPIBA Interior, con asignación a demanda.
-Cuatro canales para SPIBA General, a adjudicar por licitación, subasta o concurso público.
-Dos canales de asignación flexible, según necesidades específicas.
En el caso de SPIBA Interior, ENACOM fijó un máximo de seis canales por solicitante, siempre que la disponibilidad lo permitiera. Para SPIBA General, la cantidad máxima se determinó una vez concluido el período de inscripción, de acuerdo con la disponibilidad espectral y la cantidad de interesados.
El mensaje de Darío Genua
El anuncio se acompañó con un mensaje del funcionario nacional Darío Genua, quien publicó en sus redes sociales: “LA PRODUCCIÓN NO PUEDE PARAR”. En ese texto, explicó que “los sectores estratégicos que más aportan al PBI y generan divisas necesitan algo más que conexión: requieren Internet de alta velocidad y redes de última generación para que máquinas, procesos y sistemas críticos no se detengan”.
Genua subrayó que junto a ENACOM se creó el SPIBA con el fin de adjudicar espectro radioeléctrico de uso exclusivo. Señaló: “Esto les permitirá desplegar su propia infraestructura, indispensable para el Internet de las Cosas (IoT) y la comunicación Máquina a Máquina (M2M), tal como ya ocurre en Europa y Estados Unidos”.
El funcionario sostuvo además: “Estamos aportando coherencia al sistema CyT en nuestro país, y esta medida es parte de ese camino. El espectro radioeléctrico es un recurso escaso que debemos asignar donde genere valor agregado para el desarrollo productivo estratégico”. Finalmente, remarcó que la decisión mejoraba la seguridad, la eficiencia operativa y la competitividad, al tiempo que fortalecía el ecosistema tecnológico nacional.
Alcances sectoriales
El modelo de espectro privado se orientó a actividades críticas para la economía argentina. En minería y petróleo, la posibilidad de operar con conectividad permanente y confiable abrió la opción de conducir maquinarias a distancia en áreas de difícil acceso. En la agroindustria, habilitó la integración de sensores y dispositivos IoT para el monitoreo de cultivos, suelos y sistemas de riego.
En el campo de la infraestructura, la medida buscó potenciar la automatización de procesos en proyectos viales, ferroviarios y portuarios. También contempló aplicaciones en aeropuertos, donde la conectividad resultó clave para operaciones logísticas y de seguridad.
El comunicado oficial señaló que “todo esto será para uso interno en el predio donde se ubica la empresa, lo cual se traducirá en mayor seguridad, eficiencia operativa, autonomía tecnológica y calidad en sus comunicaciones”.
Perspectivas de despliegue
La política de ENACOM definió un horizonte de mediano plazo para la implementación de redes privadas 5G. Con esta estructura, cada empresa tuvo la posibilidad de configurar infraestructura de comunicaciones a medida, bajo parámetros de control y seguridad propios.
El regulador nacional destacó que la decisión generó una oportunidad para el desarrollo del ecosistema tecnológico argentino, al habilitar inversiones en innovación y al permitir que la industria local accediera a un recurso considerado estratégico.
Fuente: Infobae