La Unión Europea trajo una importante delegación financiera para discutir inversiones en litio y cobre



En ese marco, impulsó una serie de medidas orientadas a diversificar sus proveedores —principalmente para reducir la dependencia de China—, fomentando la extracción, procesamiento y reciclaje de estos minerales dentro de sus propias fronteras.
Este esfuerzo dio lugar a la selección de 47 proyectos clave en el marco de la Ley de Materias Primas Críticas (CRMA), que fija metas hacia 2030: extraer el 10% del consumo anual de la UE, procesar el 40% y reciclar el 25% de estos materiales esenciales.
Los proyectos abarcan 13 Estados miembros: Bélgica, Francia, Italia, Alemania, España, Estonia, Chequia, Grecia, Suecia, Finlandia, Portugal, Polonia y Rumania. En paralelo, la UE puso en marcha una política de acuerdos estratégicos con países de América y África para fortalecer el acceso a minerales críticos. Argentina fue el primer país con el que se firmó uno de estos acuerdos, hace más de dos años.
En el marco de ArMinera 2025, organizada por CAEM y Messe Frankfurt en La Rural, Ilse Cougé, jefa de Cooperación de la Delegación de la Unión Europea en Argentina, conversó con Panorama Minero sobre el estado actual del acuerdo, la reciente misión comercial enfocada en el cobre y la visión europea sobre el potencial minero del país.
¿En qué estado está hoy el Acuerdo Estratégico por minerales críticos entre la Unión Europea y Argentina?
Con Argentina firmamos un memorándum de entendimiento en julio de 2023 para identificar actividades y oportunidades de interés mutuo, que representen beneficios para ambas partes. Contamos con una hoja de ruta con acciones concretas, como la promoción de inversiones europeas en Argentina, la cooperación geológica y el trabajo conjunto en investigación. Desde entonces venimos trabajando para concretar estos objetivos.
En ese marco, ya realizamos tres misiones comerciales: dos enfocadas en litio, con participación de empresas mineras e industriales europeas vinculadas a la cadena de valor —tecnología, equipamiento—, y una más reciente dedicada al cobre. Esta última incluyó instituciones financieras, bancos de desarrollo y agencias de promoción de exportaciones e inversiones, centradas en la discusión de mecanismos de financiamiento de proyectos.
Además, desarrollamos acciones de cooperación y trabajamos en la coordinación de fondos de la UE y sus Estados miembros. Este último punto será clave en el enfoque futuro.
¿Qué resultados dejó la misión del cobre en San Juan? ¿Qué panorama encontraron?
Desde hace un año trabajamos específicamente con la provincia de San Juan, que consideramos un socio estratégico. Tiene un alto potencial para desarrollar una asociación efectiva con la Unión Europea y nuestras empresas. Lo que vimos fue un sector del cobre con proyectos muy dinámicos y un fuerte compromiso con el desarrollo sostenible, bajo estándares ambientales y sociales. También un gobierno provincial muy alineado, con una visión clara sobre hacia dónde orientar el crecimiento del sector.
¿A qué se refieren con ese compromiso de San Juan?
A planes de inversión e infraestructura que buscan mejorar las condiciones operativas de los proyectos, junto con la incorporación de energías renovables. La provincia tiene una visión sólida de desarrollo responsable, que encaja perfectamente con los valores y objetivos de la Unión Europea.
¿San Juan representa lo que la UE está buscando?
Sí, exactamente. San Juan es una provincia con muchas oportunidades y un modo de trabajo que se ajusta a lo que buscamos. También quiero destacar la importancia de la licencia social, que en San Juan está bastante consolidada gracias a un trabajo constante.
¿Qué tipo de colaboración propone la Unión Europea?
Desde el enfoque del “Equipo Europa”, tenemos herramientas para involucrarnos tanto en los proyectos mineros como en la infraestructura asociada. En particular, queremos promover inversiones en energías renovables. También es clave el desarrollo que rodea a los proyectos: proveedores locales, articulación con las comunidades y fortalecimiento institucional.
Además, estamos impulsando actividades de formación técnica para alinear la capacitación con las necesidades reales de los proyectos. En San Juan nos hablaron tanto de oportunidades como de desafíos, y uno de los más repetidos fue el de los recursos humanos. Proyectos de cobre como los que se planifican allí pueden generar entre 6.000 y 10.000 empleos por proyecto, y hay seis proyectos en cartera. Eso implica una demanda significativa de talento con distintos perfiles, y queremos acompañar ese proceso también.
Apuntamos a un enfoque 360°, en línea con la estrategia de Global Gateway, que contempla desde lo social y ambiental hasta la gobernanza institucional.
¿Cómo ven a Argentina en las próximas etapas del desarrollo minero?
En ArMinera tuvimos un encuentro institucional con la Secretaría de Minería de la Nación. Lo que vemos es que la visión del gobierno nacional está alineada con la agenda europea. Eso es muy valioso porque permite coordinar y potenciar esfuerzos dentro de una misma estrategia.
¿Este acuerdo está pensado como un vínculo de largo plazo?
Sí. Es un acuerdo diseñado específicamente para el sector minero, teniendo en cuenta sus plazos largos de desarrollo. Desde la UE lanzamos licitaciones para proyectos estratégicos en los que pueden participar iniciativas de todo el mundo. Para obtener el sello europeo, los proyectos deben alcanzar la etapa de producción antes de 2030. Pero entendemos que, en el caso del cobre, los plazos pueden ser más extensos. Por eso estamos adaptando los mecanismos de colaboración para que se ajusten a esa realidad.
¿La UE tiene otros acuerdos estratégicos similares?
Sí, ya firmamos uno con Chile y estamos en conversaciones con Brasil, además de mantener diálogos con países africanos. Pero Argentina fue el primer país con el que se firmó este tipo de acuerdo, y los avances han sido muy positivos.
¿Por qué eligieron a Argentina? ¿Qué elementos la hacen atractiva?
Por su potencial geológico, pero también por el dinamismo y las ganas de desarrollar el sector. En el último año se observó un cambio en el contexto macroeconómico, y la implementación del RIGI fue un factor decisivo. Las empresas nos cuentan que hoy encuentran condiciones atractivas para ingresar al sector. Esto ha generado un clima más favorable para la inversión, y por eso queremos acelerar la asociación con Argentina.
¿Qué rol juegan el contexto internacional y la guerra comercial en este acuerdo? La Unión Europea está comprometida con la transición verde y también con el fortalecimiento de sus capacidades de defensa. Para eso, asegurar el suministro de materias primas desde fuentes confiables es esencial.
La minería dentro de Europa existe, y queremos desarrollarla más. Pero también buscamos diversificar la cadena de suministro a través de acuerdos con socios estratégicos como Argentina, Chile o Brasil. La idea es construir un sistema robusto, sostenible y alineado con los estándares más altos en materia ambiental, social y de licencia social.
Fuente: Panorama Minero

