La electromovilidad pone en primer plano a la minería del litio y del cobre

Argentina cuenta con importantes reservas de dos de los minerales que más serán demandados para sostener la transición de los combustibles de origen fósil hacia la electromovilidad.
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Por Sabrina Pont.

Esa transición energética, que implica un proceso hacia la descarbonización, fue uno de los hitos en la agenda de la Conferencia de las Partes de la Convención de la ONU sobre Cambio Climático (COP26) que se desarrolló en Glasgow, Escocia.

En ese sentido, la minería encuentra una oportunidad de pararse del lado de las soluciones que se plantean hacia adelante para revertir los impactos ambientales que generan el creciente cambio climático.

Con la presentación del proyecto de Ley de Promoción de la Movilidad Sustentable, el gobierno nacional puso en primer plano a la actividad minera y su potencial de desarrollo de la mano de los proyectos de litio y de cobre que hay en el país.  

En ese contexto, fue el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, principal impulsor de la iniciativa para crear una normativa que acompañe en el mediano plazo la transición hacia la electromovilidad, quien puso a la minería en foco para destacar la posibilidad que tiene el país de proveer los productos que el mundo necesitará para llevarlo a cabo en un futuro cercano.

“Estamos hoy en los albores de una verdadera revolución productiva y tecnológica que se desplegará en el mundo en las próximas dos décadas. Argentina no tiene que ser un mero espectador; queremos poner en valor nuestras materias primas, lo que tenemos en materia de minería de litio, las capacidades industriales adquiridas, la trayectoria del sector automotriz que está en un gran momento”, señaló el funcionario en el lanzamiento del proyecto de Ley.

En este punto, los empresarios mineros también anclan la discusión sobre el desarrollo en este nuevo régimen de movilidad sustentable. Así lo expresó el presidente de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), Franco Mignacco: “Queremos mostrar una nueva impronta a través de la electromovilidad y hacer hincapié en la importancia que tiene el desarrollo del litio y del cobre en la cadena productiva de las baterías y la electrificación del transporte. Creemos que ese tipo de minería que se está haciendo en el país está muy bien valorada”, definió quien además preside Minera Exar, que está construyendo la mina de litio Cauchari Olaroz en Jujuy, que prevé su puesta en producción para mediados de 2022.

En este contexto, esta semana se conoció la noticia de que el próximo año el grupo minero francés Eramet retomará la construcción de la planta de litio en el proyecto Centenario – Ratones, ubicado en la provincia de Salta, que entrará en operación en 2024.

Hasta el momento, junto a Cauchari Olaroz, son los dos proyectos de litio que están más próximos a pasar a la fase productiva.

Del mismo modo que crecen las proyecciones de la demanda global de litio, que es el elemento perfecto para fabricar baterias de vehículos eléctricos, el cobre toma mucha relevancia también frente a este nuevo escenario “verde”.  En muchos países ya se han definido metas para lograr dar un salto hacia un mundo más eléctrico a partir de la generación de fuentes renovables, que indefectiblemente va a requerir más cobre. 

Entre los grandes emprendimientos de cobre que están en carpeta, que en cuanto a inversión, producción, empleo y proveedores, son cinco veces más grandes que los de litio, se destacan dos como los más próximos a poner fecha de largada: Josemaría en San Juan y el Proyecto Mara en Catamarca.

A mediados de julio, las autoridades de Josemaría Resources, la empresa que lleva el proyecto del mismo nombre, presentó el último Informe de Impacto Ambiental (IIA) y ya tiene hecha la factibilidad. Por su parte, el Proyecto Integrado Minera Agua Rica – Alumbrera (MARA) tiene como meta para este año terminar su estudio de factibilidad.

Para el segundo, la estrategia de empalme del nuevo emprendimiento Agua Rica, que encabeza la canadiense Yamana Gold, con el cierre de la mina Alumbrera no solamente implica un ahorro importante de costos y tiempos de construcción, sino que además reduce el impacto y revaloriza instalaciones industriales que de otro modo serían pasivos ambientales.

Fuente: Mineriapatagonica.com.ar

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