Cornejo: reformas, reclamos y por qué "no hay razones para oponerse a la minería"
Por Santiago Montiveros
Han pasado poco más de 100 días de la segunda gestión de Alfredo Cornejo, el único mendocino que ha repetido en el Sillón de San Martín desde el retorno de la democracia. "Este proceso es más recesivo que el anterior, pero heredé un Estado provincial más ordenado", analizó el gobernador durante una entrevista con el Post, en su oficina del cuarto piso de Casa de Gobierno, que mantiene la misma decoración que su predecesor Rodolfo Suarez.
Al igual que Suarez, ni bien arrancó el gobierno, Cornejo no dudó en pisar el acelerador en materia de minería, tomando algunos recaudos para no correr la misma suerte: básicamente, no modificar la Ley 7722, idea que ratificó para explotar la mayor cantidad posible de yacimientos de cobre. "Actualmente, el 80% del cobre del mundo se está sacando por flotación, y con ese método no se usa ácido sulfúrico ni ninguna sustancia prohibida en la 7722", indicó. Además, pidió a los bodegueros-lobistas que no tengan miedo a la "convivencia del vino con la minería", relación armónica del otro lado de la cordillera.
-En estos primeros 100 días ha hecho propuestas de reformas profundas, como salud y minería.
-Son temas que dijimos en la campaña. En el caso de la salud, es una competencia bastante provincial, de las más sustantivas, pero la macroeconomía influye muchísimo: el precio de los medicamentos, las anestesias, los insumos médicos en general, la distorsión que hay con los honorarios de los de los médicos que se van a Chile y cobran cuatro veces más, son todas cosas vinculadas a la macro. Ahora bien: el sistema de salud provincial requiere eliminar un montón de distorsiones, en las regulación de los temas médicos, en los estímulos a los médicos, en el cobro a las obras sociales cuyos afiliados se atienden en hospitales. Eso había que modificarlo y lo estamos haciendo. Queremos que las historias clínicas de cada uno de los mendocinos que se atienden en la red pública estén unificadas, de manera tal de poder hacer una trazabilidad. Queremos optimizar nuestros quirófanos y que, además de la mañana, atiendan a la tarde. Necesitamos muchas modificaciones al respecto.
-¿Y la apuesta por el desarrollo de la minería?
-En el tema minería, el promedio salarial de la minería y del petróleo está por encima de las otras actividades económicas. Si nosotros queremos influir sobre la economía, necesitamos agregar actividades que tengan salarios más altos para mejorar nuestro consumo y nuestra circulación interna. Hacer minería y petróleo depende mucho de la macro también, pero nosotros en Mendoza nos habíamos puesto restricciones, siendo muy dependientes de YPF en el petróleo, por ejemplo. Ahora estamos revirtiendo todas las zonas y las áreas en las que ellos ya no invierten, hace rato que no invierten allí. Se las vamos a sacar y se las vamos a dar a otras empresas más chicas, pero que quieren hacer el petróleo convencional. YPF se ha dedicado a Vaca Muerta en Neuquén y ha abandonado buena parte de la Cuenca Neuquina y la Cuenca Cuyana. Ahí estamos renegociando y queremos que se explote lo que queda de petróleo. Y en minería, sin tocar la Ley 7722, queremos aprovechar la oportunidad que nos da el cobre. Tenemos mucho cobre y el cobre es muy útil para el ambiente porque es el mineral que permite la transición energética. Hay mucho cobre en Mendoza y en Malargüe además hay licencia social para hacer minería. También modificamos el Código Procesal Minero y aspiramos a que el miércoles tenga media sanción y que agilice los trámites de la minería.
-Años atrás, con la Ley 7722 vigente, cada vez que se votaba una exploración en la Legislatura había marchas, protestas, cortes de ruta... Y ahora no. Recientemente se aprobaron exploraciones y nadie se quejó. ¿Por qué?
-Hay resistencia, alguna razonable, porque se le tiene miedo a la contaminación y se sospecha de los controles, pero la verdad es que se puede hacer minería sustentable y extraer cobre sin daño ambiental y con escasa agua. Esto se puede hacer con la 7722 gracias a los mecanismos y la tecnología que hay. Actualmente, el 80% del cobre del mundo se está sacando por flotación, y con ese método no se usa ácido sulfúrico ni ninguna sustancia prohibida en la 7722. Por eso creo que no hay, racionalmente, razones para oponerse a la minería en Mendoza. Puede haber sospechas, pero para eso está el nuevo Código Procesal Minero. Hay que dotar a la Policía Ambiental con tecnología adecuada y todo está abierto para que en la sociedad pueda controlar ese proceso. Si queremos eliminar los combustibles fósiles, que son los que han complicado el clima en el mundo, necesitamos conseguir energías limpias. Y si queremos ir a energías limpias, tenemos que mejorar la transmisión y el almacenamiento de esas energías. Y para la transmisión y el almacenamiento de esa energía, se necesitan minerales como el cobre y el litio. Y esos minerales los tiene Argentina.
-¿Es válido que otros sectores se manifiesten sobre minería y digan cómo se tiene que hacer? Por ejemplo, en el almuerzo de Bodegas de Argentina, Walter Bressia dijo que la minería debía desarrollarse lejos de ellos, de la vitivinicultura.
-Yo creo que Walter es un gran empresario. Es una pyme familiar que hace unos enormes vinos, muy buenos, de muy buena calidad, pero Walter ni nadie tiene que tenerle miedo a la convivencia. Los chilenos, al otro lado de la cordillera, a escasos kilómetros de aquí, producen vinos blancos de muy buena calidad, unos de los mejores del mundo, en valles donde hay minería. Más arriba en la montaña hacen minería y más abajo hacen vitivinicultura. Así, exportan mucho más vino que nosotros y muchísimo más minerales de los que exporta la Argentina. De hecho, hoy se necesita mucho el cobre y la Argentina no produce ni un gramo de cobre, siendo que tenemos tanto o más cobre que Chile.
Fuente: Mendoza Post