El sector minero experimentó cambios significativo desde mediados de los 90 por la apertura de la inversión extranjera y la implementación de políticas que fomentan la exploración y explotación de los recursos. Hoy la riqueza natural ofrece el potencial casi ideal en el contexto de la transición a una economía global más verde, pero las empresas que pueden encarar ese desafío de aprovechar las oportunidades demandan adecuarse a las condiciones que requiere la industria en todo el mundo.

El tema fue el eje del debate que se dio en el marco del encuentro de negocios que organizó hoy la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en la Argentina – Amcham con el desarrollo de un panel sobre Minería: una nueva frontera de posibilidades. De la mesa participaron Maria Eugenia Sampalione, Directora Ejecutiva de Newmont Argentina; Hersen Amilcar Porta, Gerente General de Argentina de Arcadium Lithium y Luciano Berenstein, Country Manager Albermarle Argentina.

Existen en la actualidad 119 proyectos en cartera de cobre, oro y litio, de los cuales 62 se encuentran en exploración avanzada, 18 operativos y 13 en evaluación económica preliminar, lo que en conjunto permiten exportaciones por nos US$ 4.000 millones al año, de las cuales el 45% provienen de la provincia de Santa Cruz, 22% de San Juan y 19% de Jujuy.

Se plantea entonces a la minería como un factor de desarrollo nacional que mejora la productividad y la competitividad de muchos otros sectores en su rol de industria estratégica y que busca las condiciones para convertirse en una nueva frontera de posibilidades en las condiciones sociales, económicas y ambientales adecuadas para un desarrollo sostenible a largo plazo.

En ese diálogo sobre las condiciones de negocios que aún requiere el mercado local, Sampalione que es titular del proyecto Cerro Negro que es el principal productor y exportador de oro de la Argentina, señaló que “la minería genera estabilidad económica, empleo, el mayor empleo en blanco registrado y le da infraestructura a las provincias que son las dueñas de los recursos”.

Pero en ese sentido pidió entender que “hay que abrirse a esas inversiones, a esa oportunidad, en condiciones que reclaman todos los sectores. La palabra normativa clara en mercados cambiarios abiertos, es lo que le está reclamando el mundo inversor, junto a una macro resuelta y el entendimiento mutuo y el diálogo compartido con las comunidades. Lograr ese escenario permitirá a la Argentina tener minería para rato”.

Para Berestein, en similar tono, la industria minera es “una actividad a largo plazo, de riesgo de capital intensivo y que necesita certezas sobre una matriz jurídica que no se altere y que se fomente el ingreso de nuevos proyectos”.

Para el directivo de la minera estadounidense que opera en litio en la provincia de Catamarca “estabilidad fiscal y un marco jurídico estable es empezar a respetar las reglas a las que le siguen otros factores también importantes de la macroeconomía argentina que tiene que ver con impuestos regresivos o que no existen en otra en otros países mineros con los cuales competimos por el recurso como es el impuesto a las exportaciones, que afecta la competitividad”.

A su turno, Amilcar Porta desde la experiencia de una de las tres mayores empresa proveedoras de litio a nivel mundial, consideró “importantísimo tener una integración en la cadena de valor del litio, de estar vinculados con aquellos que van a utilizar el mineral para las baterías más allá del desafío que significa producir carbonato de litio de alta calidad y de altísimos requerimientos a 4000 metros de altura en un lugar remoto, lo que está reflejando un caso único en la minería”.

Y en ese mismo sentido, el gerente de Arcadium aseguró que “el litio está dando excelentes oportunidades que las tienen que tomar empresas responsables, proyectos ambiciosos que estén incentivados por reglas claras, por una articulación entre Estado y empresas y con los gobernadores con los que vamos aprendiendo juntos cómo funciona este negocio y cómo debe articularse todo lo necesario para que sea realmente una oportunidad de éxito”.

En el encuentro, los participantes coincidieron en la importancia de contar con la vigencia de Ley de Fomento Minero de 1996 que da el marco para que se desarrolle esta industria y que es necesario respetar en sus principios y no que se altere permanentemente, porque esto evidentemente tiene un impacto en la llegada de inversiones. El tema resulta central en momentos en que se observa la posibilidad de concretar en el país inversiones millonarias en proyectos de minerales que tendrán un rol clave en la transición energética y que al 2040 multiplicará por cinco la demanda en litio y en un 40% la de cobre.

En el caso del litio ese potencial en marcha se refleja en la existencia de tres proyectos en producción y otros siete en construcción, los que permitirán multiplicar por cinco la producción para superar las 200.000 toneladas anuales en 2025 y pasar de exportaciones que fueron de US$ 780 millones el año pasado a unos US$ 4.300 millones en 2025, a lo que sumarán los proyectos en etapa de factibilidad con los que superarán los US$ 11.000 millones hacia finales de la década.

Fuente: mejorenergia.com.ar