El litio EDL bolIviano, crónica de una muerte anunciada

El proceso  de industrialización del litio, no va ha funcionar, dado que la provisión de agua y gas no existen en Bolivia  a diferencia de Chile que en dos años tendrá dos plantas de desalinización del agua de mar para el Salar de Atacama y Argentina que tiene el gasoducto Néstor Kirschner desde la Patagonia al norte de Argentina funcionando.
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Por Oscar Vargas Villazón

Además, la dependencia tecnológica de sus socios que por el uso de su método de Extracción Directa de litio cobraran unos royalties muy elevados a Bolivia.

Diferentes autoridades de Gobierno han reconocido al litio como un pilar fundamental de la nueva economía nacional y han llegado a admitir que el tiempo del gas ya pasó.

Como parte de su plan de industrialización, el Gobierno concretó también en 2023 tres convenios marco  con las chinas CATL y Citic Guoan, y con la rusa Uranium One. Que se plasmaron en simples contratos de investigación a nivel piloto de sus tecnologías de Extracción Directa de Litio que no llevaran a ninguna parte., es una pérdida de tiempo.

No hay un respaldo jurídico de una Ley del Litio, por lo que se espera que se firmen Acuerdos Publico Privados, APP, para evitar la Ley anacrónica que obliga que el Estado sea responsable del 100% de la producción de carbonato de litio.

El agua es el problema principal de la viabilidad de este  proyecto.

Al no existir un planta de tratamiento de agua terminada, el proyecto nunca va a funcionar. Tampoco hay recursos hídricos en una de las zonas más desérticas del mundo como es el Salar de Uyuni.

Solo el funcionamiento de la Planta Industrial de Carbonato de Litio, recién inaugurada en diciembre de 2023, demanda 350 metros cúbicos (350.000 litros) de agua por día. Para producir una tonelada de carbonato de litio se requiere entre 1,5 a 2 millones de litros de agua, un volumen que hay que multiplicar por 100.000 toneladas para tener una idea de la ingente cantidad de recursos acuíferos que se necesitarán para cumplir los planes del Gobierno.

La provisión de gas, igualmente, genera dudas sobre el funcionamiento de toda la industria, dado el agotamiento de las reservas de gas del país, hace que  los costos de producción  sean demasiado elevados.

Surgen también preguntas sobre la Planta Industrial de Carbonato de Litio, que debe producir 15.000 t desde 2025 con materia prima producida en piscinas, las mimas que están actualmente en estado de abandono, por apuntar todo a la EDL.

La industria del litio depende de 160 piscinas de evaporación para la obtención de materia prima en 18 meses, pero solo funcionan 90 de ellas, porque las otras 70 no fueron permeabilizadas.

Esto es una crónica de una muerte anunciada, esta claro que al supra poder (turning point USA)  y sus aliados internos no quieren que Bolivia produzca litio desde hace 16 años.

Fuente: linkedin

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